Plácido Domingo: "Nunca me he comportado de modo acosador y agresivo"

Tras las acusaciones de acoso sexual, el tenor español de 78 años vuelve hoy a los escenarios de su país con la ópera Nabucco de Verdi. En entrevista con el diario ABC, rechaza las denuncias en su contra y asegura: "Nunca le he prometido a nadie un papel y mucho menos una carrera".


En agosto de este año fue el turno de Plácido Domingo. El tenor español de 78 años fue acusado de acoso sexual por nueve mujeres del mundo de la ópera a través de un reportaje de Associated Press. Posteriormente se sumaron las acusaciones de otras 11 mujeres. Tocaciones no consentidas, comentarios de índole sexual y abuso de poder, son algunas de las actitudes que se adjudican al cantante. Si bien la mayoría de los testimonios se dieron a conocer de manera anónima, tanto la mezzosoprano Patricia Wulf como la soprano estadounidense Angela Turner Wilson lo denunciaron en forma pública.

Tras las acusaciones, numerosos teatros en Estados Unidos cancelaron las presentaciones del tenor, entre ellos la Ópera de San Francisco, la de Dallas y la de Filadelfia. No sólo eso: Domingo abandonó la dirección general de la Opera de Los Angeles y, en medio de los ensayos de una nueva producción, se desvinculó del Metropolitan Opera de Nueva York, escenario en el que ha actuado por más de 50 años.

"Después de cincuenta y una temporadas ininterrumpidas y habiendo cantado, dos días antes, el ensayo general de Macbeth con Anna Netrebko, fue la decisión más dura, pero la más cabal que podía tomar. Quise evitar una situación incómoda y proteger a la dirección del teatro y a mis colegas de la presión mediática y política que se desencadenó", cuenta el tenor en una reciente entrevista con el periódico español ABC, la primera que ofrece tras las acusaciones.

Plácido Domingo vuelve a presentarse hoy en España, con la ópera Nabucco de Verdi, en el Palau de les Arts de Valencia. Además, el próximo 15 de diciembre recibirá un homenaje en la Scala de Milán, a 50 años de su debut en la ópera Ernani, en el mismo teatro. Son las actividades que lo han mantenido ocupado en su regreso a los escenarios. "Han sido meses muy difíciles, pero dentro de un teatro, ensayando en el escenario, y rodeado de mis colegas, me siento tranquilo y fortalecido", dice a ABC.

"Nunca me he comportado del modo acosador, agresivo y vulgar como en el que me han acusado", afirma en la entrevista. "Nunca le he prometido a nadie un papel y mucho menos una carrera. Jamás he obstaculizado el camino a nadie y tampoco impondría ni lastimaría a ningún cantante; este trabajo requiere de mucho sacrificio, mucha preparación y mucho valor", añade.

Por el contrario, el tenor resalta la tarea que ha desarrollado para descubrir y apoyar nuevos talentos, a través de programas específicos y del concurso Operalia, del que es fundador. "Jamás me ha motivado el poder. Todo lo que he hecho en mi vida ha sido por amor al arte, amor a la música y por amor a la ópera y su futuro", asegura.

Las acusaciones contra Plácido Domingo generaron división en el mundo de la ópera y la música clásica. Así, mientras en Estados Unidos se le cerraron las puertas, en Europa encontró el apoyo de los teatros y de figuras como la soprano búlgara Sonya Yoncheva, el tenor italiano Andrea Bocelli, el guitarrista español Pablo Sáinz Villegas y el tenor maltés Joseph Calleja.

"Ante la opinión pública fui acusado, juzgado y sentenciado todo de un solo golpe sin el más mínimo beneficio de la duda, incapaz de hacer o decir nada ante una maniobra increíble e imparable" dijo Domingo con respecto a las reacciones inmediatas que se generaron. "Los teatros europeos se han de haber enfocado en recordar cómo soy, y simplemente eligieron conservar la relación que hemos cultivado durante décadas", añadió.

De todos modos, el tenor asume que su primera declaración tras las imputaciones, cuando habló de que "las reglas por las que somos medidos hoy son muy diferentes de lo que eran en el pasado", pudo inducir interpretaciones equívocas: "De ninguna manera estaba tolerando ningún tipo de acoso o abuso, ni ahora ni nunca. Debido a los cambios en nuestra cultura, yo como muchas personas de mi generación, he asimilado que algunas interacciones entre adultos que en el pasado eran consideradas cumplidos e incluso gestos de galantería, hoy en día son percibidos de manera muy diferente".

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