Xiomara Castro, la izquierdista que se perfila como la primera mujer Presidenta de Honduras

Xiomara Castro, del Partido Libre, saluda a sus seguidores en un acto en Tegucigalpa. Foto: AP

De confirmarse el triunfo de la candidata del Partido Libertad y Refundación, se rompería con el sistema bipartidista que ha regido al país centroamericano desde el retorno de la democracia en 1982.


Con la mítica frase del Che Guevara “Hasta la victoria siempre”, la candidata izquierdista Xiomara Castro se declaró anoche ganadora de las elecciones presidenciales en Honduras, pese a que hasta el momento se ha contabilizado el 51,45% de las actas. Según este escrutinio, la candidata del Partido Libertad y Refundación suma el 53,61% de los votos, en tanto que Nasry Asfura, del Partido Nacional, la estaría siguiendo con un 33,87%. El abanderado del Partido Liberal, Yani Rosenthal, aparece tercero, con un 9,21%, mientras que los otros 12 aspirantes a la Presidencia no superan el 0,3% cada uno.

Así, Xiomara Castro estaría en camino a convertirse en la primera presidenta mujer de Honduras, siendo la segunda vez que aparece en la papeleta presidencial desde las elecciones de 2013. A pesar de que aún no se cuentan todos los votos, la líder del Partido Libertad y Refundación (Libre) ya es indicada por la mayoría de los medios como la ganadora de los comicios, debido a la distancia de casi 300 mil votos que la separan de Asfura, el actual alcalde de Tegucigalpa, la capital del país.

En Honduras, a diferencia de otros países de Latinoamérica, no existe la segunda vuelta, por lo que solo gana el candidato con más votos el día de las elecciones, independientemente de si la diferencia entre los dos más votados es amplia o estrecha. De confirmarse el triunfo de Castro, se rompería con el sistema bipartidista que ha regido al país centroamericano desde el retorno de la democracia en 1982.

Vendedor de diarios muestra las portadas que anuncian la victoria de Xiomara Castro en las elecciones presidenciales. Foto: AFP.

Castro apareció en la vida pública hondureña cuando su esposo, Manuel Zelaya, llegó a la presidencia del país el año 2006. Sin embargo, sus primeros pasos en política los dio tres años después, cuando las Fuerzas Armadas sacaron a Zelaya de Honduras a punta de fusil, dando lugar a un golpe de Estado. En ese entonces, Castro dio entrevistas a medios internacionales e hizo un llamado a los hondureños a salir a las calles. Asimismo, lideró las manifestaciones del Frente Nacional de Resistencia Popular, durante los meses del gobierno de facto.

De ahí en adelante, Xiomara Castro empezaría a competir en elecciones presidenciales, respaldada por el Partido Libertad y Refundación (Libre), fundado el 2011 y liderado por el expresidente Zelaya. En 2013 apareció por primera vez en la papeleta, consiguiendo un 28,78% de los votos, bajo el 36,89% de Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional. Cuatro años más tarde, Castro sería precandidata, pero terminará respaldando a Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición contra la Dictadura. Ese año, Juan Orlando Hernández volvería a vencer.

En la actualidad, el Presidente Hernández se enfrenta a acusaciones de vínculos con el narcotráfico. De hecho, su hermano Tony Hernández fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por ese motivo. Ya desde su primera candidatura en 2013, Hernández había sido acusado de aceptar sobornos y accesos a laboratorios de cocaína del narcotraficante Geovanny Fuentes.

Seguidores de Xiomara Castro celebran su triunfo en Tegucigalpa. Foto: AFP

El Partido Libertad y Refundación, en contraste con los clásicos Nacional y Liberal, se ubica más a la izquierda. Con el tiempo, la presencia de Manuel Zelaya, tanto en el partido que él mismo fundó como en los mítines de la organización, terminó dando pasó a su esposa, Xiomara Castro. Hoy, el depuesto presidente ya casi no participa de éstos, y es Castro quien carga con todo el liderazgo de la colectividad.

El proyecto de Castro implica lo que llaman una “refundación del país”, con un programa que apunta a una variedad de reformas y la convocatoria a una Asamblea Constituyente para modificar la Carta Magna. En un discurso ayer frente a sus seguidores, Castro declaró: “El pueblo ha hecho justicia, revertimos el autoritarismo y el continuismo. Vamos a formar un gobierno de reconciliación nacional, de paz y de justicia. Vamos a construir una nueva era”.

El regreso de la izquierda al poder en Tegucigalpa supondría políticas más progresistas en una sociedad conservadora como lo es la hondureña. En el programa de gobierno de Libre se llegó a incluir la “educación sexual inclusiva para personas LGTBIQ+”, sin embargo, se vio forzado a eliminar la propuesta por una polémica en redes sociales. Desde el Partido Nacional, el principal oponente de Xiomara Castro en las elecciones, se organizó una marcha “contra la llegada del comunismo y el aborto”.

La victoria del Libre viene a dar un aire fresco en la política catracha, marcada históricamente por la disputa entre los partidos Nacional y Liberal. Ambos partidos se han repartido las presidencias hondureñas desde el año 1894, solo interrumpidos por dos dictaduras militares: una entre 1956 y 1957, y otra más larga entre 1972 hasta 1982. Desde la reinstauración de la democracia, cinco gobiernos han sido liderados por el Partido Nacional, y cinco, por el Partido Liberal.

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