18-O: Las cuentas por cobrar de la derecha

En Chile Vamos -como primer gesto con miras al tercer aniversario del estallido social- notificaron al oficialismo que no firmarán un acuerdo para reanudar el proceso constituyente durante este mes para cerrarle la puerta al “octubrismo”. Para el martes 18, en tanto, en el sector preparan el mensaje que buscan instalar para condenar la violencia como método de acción política.


Fue el jueves 13 en el Salón de Honor del Congreso Nacional que los principales dirigentes de Chile Vamos discutieron el tema de cuándo dar luz verde a un acuerdo para retomar el proceso constituyente.

Según varios asistentes, en la cita hubo consenso para marcar un punto de gran sensibilidad política para el sector: octubre no es el mes ideal para el humo blanco debido a que podría entenderse como una señal al “octubrismo”, término que -en sus palabras- romantiza la violencia que rodeó al estallido social del 18 de octubre de 2019.

La fecha es recordada con recelo en la derecha que en ese momento gobernaba el país y resintió cómo el estallido social hizo caer al entonces Presidente Sebastián Piñera a una histórica baja aprobación, lo que repercutió en consecutivas derrotas electorales del sector en las elecciones municipales y de convencionales, además del triunfo de Gabriel Boric en 2021.

Descartado octubre como posibilidad para alcanzar un acuerdo constitucional, varios de los presentes en la señalada cita coincidieron en que una buena fecha para sellar el pacto sería el mes de noviembre que -además- tiene la ventaja de reforzar el aniversario del Acuerdo por la Paz Social y una Nueva Constitución suscrito el 15 de noviembre de 2019 y que dio luz verde al proceso constituyente.

“Octubre suena a octubrismo. ¿Cuánto de eso influye simbólicamente en rememorar un mal proceso constitucional? Le confieso que algo de peso hace”, sinceró ese mismo jueves 13 el diputado y negociador de RN en el proceso constituyente, Diego Schalper.

La idea fue transmitir con claridad el mensaje al oficialismo, que junto con el gobierno han buscado cerrar el acuerdo lo más pronto posible. En Chile Vamos se comenzaba además a instalar cierta molestia por lo que interpretan como presiones del Ejecutivo.

El tercer aniversario del 18-0, el primero que sorprende al Frente Amplio y al PC en el poder, coinciden en Chile Vamos, es una fecha en que hay que enrostrar los retrocesos que -a su juicio- ha experimentado el país a raíz del estallido social y -en particular- los actos vandálicos que caracterizaron ese proceso. Por lo mismo, para esa fecha esperan sacar cuentas alegres subiendo el tono de sus críticas al gobierno, donde varios de sus personeros -hoy autoridades- instaron y celebraron el tono que iban adquiriendo las manifestaciones.

Pero también -asumen en la derecha- será una fecha difícil en el sentido de que reabre el flanco de la responsabilidad que tuvieron como gobierno en permitir que se dieran casos de violencia por parte de Carabineros y que se reinstalara el debate por violaciones a derechos humanos.

El discurso de la derecha

Ya pasados tres años de la fecha, en Chile Vamos han reflexionado sobre el histórico hito y cuál debiera ser el mensaje del sector en un nuevo aniversario.

Hasta ahora la UDI, RN y Evópoli están pensando cómo será la puesta en escena o acto público de ese día.

La secretaria general de la UDI, María José Hoffmann, afirmó que “para los chilenos el gran legado del ‘octubrismo’ es el retroceso, no hay indicador social que no se haya resentido o retrocedido en estos tres años. Quizás el único legado es la romantización de la violencia del Frente Amplio y el Partido Comunista, lo que sin duda ha generado un descontrol de la misma. Esperamos que el gobierno se desvincule y renuncie expresamente al discurso de validación de la violencia. El gran derrotado del 4 de septiembre es el ‘octubrismo’, sus imágenes, símbolos e ideología”.

Para el martes 18, Hoffmann adelanta que son tres los hitos que están pensando en la UDI: Primero se distribuirá un documento llamado “Chile retrocedió”, que recopila los indicadores sociales que Chile bajó desde esa fecha, en términos de destrucción del patrimonio o de caída económica.

En segundo lugar, se está evaluando realizar una intervención urbana promoviendo un “gran símbolo de unidad que deje atrás a esa división violenta”.

En las filas gremialistas -en todo caso- no han querido revelar dónde se hará ese acto, pero en la derecha varios piensan que se podrían hacer en la Plaza Baquedano, el epicentro de las protestas del estallido social. La UDI también podría proyectar una bandera chilena en la fachada de su sede en Suecia 286.

Como tercer hito, la derecha está pensando en promover algunos proyectos de ley que busquen reparación para las víctimas de la violencia y los saqueos.

El presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, aseguró que “los que esa noche celebraban el ‘Chile Despertó’ tienen que reconocer que, en realidad, Chile retrocedió y en todo sentido. El Rechazo en el plebiscito es una expresión mayoritaria de esperanza contra el ‘octubrismo’”. Agregó que ”hay dos lecciones que no podemos olvidar. La primera: la democracia y las libertades tenemos que cuidarlas todos los días, porque siempre serán frágiles frente a una izquierda radical que no se cansará de debilitarlas, utilizando para ello los dolores sociales. Y, luego, los déficits sociales deben atenderse a tiempo, sin dogmas ni populismo. Le vamos a exigir al gobierno responsabilidad frente a sus promesas en salud, en pensiones, en vivienda, y que comprenda que para que sean políticas que perduren, tiene que buscar acuerdos con la oposición”.

En lo que sí hay consenso en la oposición es en el mensaje que el sector reforzará ese día.

“En este aniversario del 18 de octubre, las distintas fuerzas buscaremos avanzar, ponernos de acuerdo. Ojalá que los actores que incitaron la violencia se sienten a la mesa pidiendo perdón. Pero también hay que ver los problemas que aquejan a las personas. Van tres años (desde el 18 de octubre) y no hemos solucionado esas demandas”, dice el jefe de bancada de los diputados UDI, Jorge Alessandri.

Una de las cuentas pendientes del sector es enrostrar a la administración que encabeza Boric las declaraciones de fuertes críticas a Carabineros y apoyo a las manifestaciones -las más de ellas violentas- de las actuales autoridades.

El primer apronte lo dio ayer el excandidato presidencial José Antonio Kast, quien reflotó tuits del hoy ministro de Economía, Nicolás Grau, denostando a las fuerzas policiales. “Pacos asesinos. El pueblo tiene todo el derecho a odiarles”, escribió Grau en la red social el 5 de febrero de 2021.

Pero también se volvieron a destacar mensajes de las ministras de Cultura, Bienes Nacionales y de La Mujer.

“Entro a twitter y solo veo noticias de pacos que disparan, atropellan, golpean, mutilan personas. Qué onda el nivel de impunidad. Se fue a la cresta el Estado de derecho #ChileViolatesHumansRights (sic)”, expresó Julieta Brodsky en una publicación el 6 de marzo de 2020; el 2 de marzo de 2020, en tanto, la ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro, publicó: “Bastan 10 civiles insultando a los pacos para que empiecen a responder con lacrimógenas. Increíble la proporcionalidad de la institución profesional a la que le damos el monopolio de la fuerza y el manejo de armamento militar”; Antonia Orellana, por su parte, posteó el 16 de noviembre de 2019 que “no basta con la presentación de querellas caso a caso, así solo caerán los pacos rasos y no quienes comandan esta demencia. Además de los responsables políticos de Carabineros, sus generales tienen que pagar alguna vez y esa institución acabarse, fundirse y era. No tiene vuelta”,

Poco después de la arremetida, Orellana señaló que “esos tuits están en un contexto de alta convulsión social”, mientras Grau fue un paso más y señaló que “cuando lo miro en retrospectiva, con los ojos de hoy, no con los de ese momento que tenían un contexto en específico, por supuesto que yo no comparto esos comentarios”. Ambos ministros borraron sus mensajes.

El propio Presidente -en todo caso- no será inmune a la arremetida, pues en la oposición remarcarán los vaivenes que ha tenido en torno a Carabineros y el tenor de las manifestaciones.

“Para nosotros el 18 de octubre es un día lamentable, donde la violencia fue la protagonista con una izquierda radical condescendiente y cómplice. Nada que ver con una semana después, donde el malestar social se expresó con una legítima protesta pacífica”, dice el secretario general de RN, el diputado Diego Schalper.

Y agrega: “El 62% de los chilenos en el plebiscito de salida rechazó con decisión al ‘octubrismo’, que es una especie de corriente política extrema que surgió al alero de los hitos violentos de esos días. Confiamos que el gobierno no se pierda en eso”.

En la derecha también esperan hacer un mea culpa respecto de demandas sociales que aquejan a la gente y que aún no han sido solucionadas. El jefe de bancada de los diputados RN, Andrés Longton, dice que debe ser un mensaje “sobrio, reflexivo, con un mea culpa respecto a las prioridades que el país demanda, para que nunca más sean pospuestas y la clase política tiene que tener la capacidad de poder condenar la violencia. Las señales que den las autoridades de gobierno son fundamentales. Hoy estamos pagando las consecuencias ya que no las dieron”.

En tanto, el jefe de bancada del Partido Republicano, José Carlos Meza, dice que “este 18 de octubre no hay nada que celebrar. Reflexionemos y miremos al futuro. Desde republicanos creemos que aún podemos reconstruir desde las bases sólidas del país y la Constitución vigente”.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.