Botones por pantallas: el nuevo volante de Audi es pionero en su clase

Sus pantallas táctiles permiten realizar hasta 18 funciones diferentes al conductor, aprendiendo de sus hábitos para configurarse automáticamente.




Presentado en abril pasado, el Audi Q4 e-tron es un SUV eléctrico llamado a ser uno de los más vendidos por el fabricante de los cuatro aros que, además de arquitectura a baterías, estrena otras novedades tecnológicas dignas de mención.

Entre ellas, destaca su volante, el cual prescinde de toda la botonería física en favor de pantalla táctiles configurables. Un verdadero hito en la historia de este elemento, cuya tendencia a disponer de mandos data de los años 60, cuando el espacio de la consola central se volvió insuficiente para todas las funciones que podían proporcionar los vehículos ya por aquel entonces.

El caso es que el volante del nuevo Audi Q4 e-tron va un paso más allá en términos de tecnología y ergonomía. En conjunto ofrecerá hasta 18 funciones distintas al alcance de los dedos del conductor, a través de pantallas táctiles integradas en los radios del mismo.

Éstas, cuando no están en uso, se oscurecerán para fundirse con el propio color del volante. Además, el auto será capaz de detectar las funciones más utilizadas y dará mejor acceso a ellas conforme su uso.

Por otro lado, el volante en sí tiene un diámetro de 375 milímetros, una escala que la firma alemana considera perfecta para la conducción y que aplica a todos sus modelos. Su parte superior e inferior están achatadas, algo que, según los diseñadores, ayuda a adaptarse mejor al contorno de la mano.

Multifunctional steering wheel

Para permitir que la lectura de la pantalla digital de instrumentación que se encuentra tras él se lea con facilidad, el volante queda descentrado 7,5 milímetros hacia arriba respecto a su centro geométrico. El “Axial Offset”, así lo denomina Audi, no solo tiene esta función sino que también facilita la entrada y la salida del vehículo.

Finalmente, el volante también dispone de un sistema capacitivo embebido en un aro que tiene entre 30 y 36 milímetros de espesor y que está forrado con una doble capa de espuma. Es capaz detectar la posición y la presión que las manos ejercen sobre él y permite ajustar las ayudas a la conducción en función de este parámetro.

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