Destituirían a cuatro ministros del gobierno japonés por escándalo de fondos políticos

El primer ministro japonés Fumio Kishida asiste a una conferencia de prensa en Tokio, el 13 de diciembre de 2023. Foto: Reuters

La destitución de cuatro importantes ministros del gabinete del primer ministro japonés Fumio Kishida que, según la prensa nipona, será anunciada mañana jueves representa un fuerte golpe al Partido Liberal Democrático, la fuerza hegemónica que controla el poder en Japón casi sin pausas desde 1955.


Entre los que serán separados está la mano derecha del primer ministro japonés Fumio Kishida, el jefe de gabinete Hirokazu Matsuno, así como el ministro de Economía, Industria y Comercio, Yasutoshi Nishimura, según los medios.

Los otros son el ministro del Interior, Junji Suzuki, y el de Agricultura, Ichiro Miyashita, además de cinco viceministros, indicaron varios medios de prensa citando fuentes no identificadas del gobierno y del oficialista Partido Liberal Democrático (PLD).

Los ministros, cuyos sustitutos serán anunciados en los próximos días, pertenecen a la poderosa facción del exprimer ministro Shinzo Abe, asesinado el año pasado en medio de un acto público en Japón central.

El Partido Liberal Democrático es una fuerza política de cuño conservador en la que se juntan grupos disímiles en constante lucha por el poder.

El primer ministro japonés Fumio Kishida asiste a una conferencia de prensa en Tokio, el 13 de diciembre de 2023. Foto: Reuters

El escándalo de recaudación de fondos atrajo la atención del público tras una denuncia penal que alegaba que cinco facciones del PLD, incluido el grupo de Kishida, habían ocultado ingresos.

Poco antes del anuncio la Cámara de Representantes había rechazado una moción de censura contra el gabinete de Kishida, presentada por la oposición.

La crisis ministerial repercutirá en la agenda exterior del primer ministro Kishida que según informó la prensa local podría cancelar sus viajes programados a Chile y a Brasil en enero del próximo año.

Fiscales estarían investigando denuncias de que unos 500 millones de yenes (3,4 millones de dólares) en sobornos fueron pagados a miembros de la facción, que era encabezada por el asesinado exprimer ministro Shinzo Abe.

Matsuno, principal portavoz del gobierno, declinó el miércoles dar detalles, pero indicó que Kishida “tomaría medidas con miras a recuperar la confianza del público”.

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