Alexis Sánchez sigue siendo un niño en el camarín de la "Roja"

La figura de Chile vive un goce permanente cada vez que está en la Selección. No le interesa ser el líder del equipo; sólo quiere disfrutar en la cancha.




Próximo a cumplir 25 años (19 de diciembre), Alexis Sánchez sigue tomando el fútbol como un medio para divertirse, más allá de su enorme profesionalismo. Ni las luces ni los elogios ni las críticas despiadadas parecen sacarlo de esa burbuja permanente en la que vive, siempre con una sonrisa y con el chiste preparado para molestar a algún compañero.

Basta verlo en las prácticas de la Selección para darse cuenta de la forma en que disfruta estar junto al resto del plantel. Corre, brinca, trota, como si estuviera en las canchas de tierra de Tocopilla y no en la víspera de un partido ante Inglaterra, en Wembley.

"Si hay algo que me gusta de Alexis es que mantiene su humildad a prueba de todo. Y eso en el fútbol es muy difícil", reconoce Marcelo Salas, que compartió el camarín de la Selección con el atacante en los comienzos de Marcelo Bielsa y quien aún mantiene contacto.

Bastó escucharlo tras la victoria en Londres para darse cuenta de que lo que decía el "Matador" es cierto. Pese a que con sus dos goles frente a los británicos cumplió quizás la mejor actuación de su carrera, Sánchez insistía una y otra vez en que sólo quería volver a divertirse en una cancha de fútbol.

"Así soy. Uno entrena a diario para mejorar. Sólo quiero ser feliz jugando al fútbol", expuso en la "Catedral", sin tener aún conciencia de lo que había hecho minutos antes en el mítico estadio.

Sus compañeros, obviamente, son los que más lo disfrutan. Dentro y fuera de la cancha. Los que vienen compartiendo con él desde su etapa de juvenil reconocen que está igual.

"Es un bromista por naturaleza", coinciden todos los que compartieron con él en el Mundial Sub 20 que se disputó en Canadá, en 2007, y que ahora están en la adulta.

Los mayores, que en definitiva son los que más intentan aconsejarle, recalcan su importancia, sin tener la necesidad de hacer sentir su voz en el camarín. Ellos, además, son los que más disfrutan de sus movimientos en el campo de juego.

"Nosotros tenemos que aprovecharlo como es. Tiene una calidad enorme y nosotros esperamos que siempre aparezca en los momentos difíciles. El lo sabe. Nos llena de orgullo tener a un jugador de su clase", comentó Claudio Bravo, quien antes del primer duelo de la última gira de año de la "Roja" le advirtió que tendría una gran noche.

Nadie le pide ni le exige que sea un líder a la hora de disputar los premios o de llamar a la calma en momentos difíciles. Todos prefieren que siga enfocado en lo que más sabe hacer, que es jugar al fútbol. Incluso, el propio técnico Sampaoli sabe lo que debe esperar de Sánchez.

"No lo veo como un líder", enfatizó el entrenador, dejando en claro cuál es el lugar donde quiere verlo: desequilibrando dentro de la cancha.

A aquel niño que deslumbró a todos en Calama del que maravilló en Londres sólo lo diferencian algunos años más en el carné de identidad. Es cierto que también está algo más maduro, lo que se nota especialmente a la hora de enfrentar a los medios de comunicación. Sin embargo, su esencia sigue siendo la misma. Y está claro, él no la quiere perder por nada del mundo, porque, en parte, ahí está el secreto de su éxito.

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