Andrea Wulf, escritora y biógrafa británica: "Sin América Latina, no habría un Humboldt como lo conocemos hoy"

Andrea Wulf

La autora habla de La invención de la naturaleza, biografía del investigador alemán cuya obra fue determinante en la imagen del mundo moderno. El libro ha sido premiado, además de figurar entre los más vendidos en países de habla inglesa y alemana.




Tantos saberes acumuló en la mente como viajes en el cuerpo. El naturalista alemán Alexander von Humboldt (1769-1859) pisó por primera vez Sudamérica en 1799, casi con 30 años de edad; recorrió Rusia con casi 60. Alguna vez planeó una expedición a los Himalayas, pero no fue autorizado. Con sus travesías y libros hizo aportes en ámbitos que iban de la geología y la mineralogía hasta la cartografía y la botánica. Descubrió el ecuador magnético y estudió la corriente fría que recorre las costas de Chile y Perú que lleva su nombre (ciudades y ríos, plantas y animales, hasta un mar de la Luna también lo llevan).

Hijo de una familia acomodada, hermano de otro gran intelectual (Wilhelm), Alexander von Humboldt apenas pudo -cuando murió su protectora madre y le dejó una herencia- decidió viajar y escapar de su claustrofóbico ambiente. Consiguió un permiso real para recorrer los dominios entonces españoles en América. Con Aimé Bonpland, un joven botánico francés que conoció en París, viajó durante cinco años, entre 1799 y 1804, por Sudamérica. Navegaron en canoa por ríos infestados de cocodrilos y treparon montañas con los zapatos destrozados; se les habló de anguilas eléctricas y las probaron sobre sí mismos. Recorrieron el Amazonas, Cuba, Colombia, Ecuador (con la ascensión al Chimborazo, considerada entonces la montaña más alta del mundo), Perú, México, EEUU. Al regresar a Europa, fueron recibidos como héroes y los libros de Humboldt se convirtieron en inspiración para jóvenes científicos y aventureros.

En La invención de la naturaleza, Andrea Wulf (1972) traza su vida y logros mediante la consulta de variados archivos y su casi infinita correspondencia. Cuenta sus penurias (en sus viajes contrajo fiebres e infecciones) y triunfos (en el Chimborazo subió más alto de lo que ningún hombre había subido hasta entonces: 5.917 metros). Destaca sus puntos de vista: siempre contrario al colonialismo y la esclavitud, su perspectiva comparada le permitió ver las continuidades de la naturaleza (como demuestra la lámina de la distribución y organización de la vegetación en relación al clima y la altitud, conocida como Naturgemälde) y su concepción de ella como un organismo. Humboldt parece haber sido casi universalmente querido, con la excepción de Napoleón (Wulf señala que podía haber estado envidioso de su obra).

¿A qué atribuye la gran reputación de Humboldt entre sus contemporáneos?

El se hizo famoso por su intrépida exploración en América Latina, y siguió siendo famoso porque escribió libros que atraían a un público general.

Pero "el hombre más grande desde el Diluvio", como dijo el rey Federico Guillermo IV de Prusia, parece algo exagerado...

No creo que sea una exageración, creo que fue uno de los más grandes pensadores y polímatas. El nos ha dado el concepto de la naturaleza que todavía hoy configura nuestro pensamiento: la naturaleza como una red de vida. El es el padre olvidado del ambientalismo; ya nos advertía en 1800 sobre el dañino cambio climático inducido por el hombre.

Humboldt quería viajar a un lugar lejano y llegó a Sudamérica casi por defecto. Pero esos años hicieron su reputación, ¿no?

Sí, su exploración de América Latina moldeó su pensamiento y lo hizo famoso en todo el mundo. Sin América Latina, no habría un Humboldt como lo conocemos hoy.

Parece adelantado a su época: hasta tenía la idea de construir un canal a través de Panamá...

Humboldt estaba fascinado por la naturaleza, pero también por las posibilidades de la tecnología. También estuvo interesado en el primer cable telegráfico transatlántico. Pero creo que el aspecto más extraordinario de su pensamiento es su comprensión casi profética de las cuestiones ambientales: él advierte sobre los efectos devastadores de la deforestación, el riego y el monocultivo.

Su concepción del mundo como un organismo unificado, ¿fue una especie de epifanía al subir al Chimborazo?

Fue en el Chimborazo que su visión de la naturaleza se hizo clara. Al pararse en la cima del mundo, él entendió la naturaleza como una fuerza global, como un todo interconectado.

¿Esa "interconexión" de todo lo llevó a anticipar la teoría tectónica de placas?

Las similitudes de sus plantas costeras, escribió Humboldt, mostraba una "antigua" conexión entre Africa y América del Sur. Es una conclusión increíble más de un siglo antes de que los científicos hayan incluso comenzado a discutir los movimientos continentales y la teoría de las placas tectónicas cambiantes.

Ud. ha llegado a extremos humboldtianos tras sus pasos, incluso subir al Chimborazo. ¿Por qué?

Debido a que los Andes fueron tan fundamentales para la visión de la naturaleza de Humboldt, yo necesitaba verlos. Y como el Chimborazo era para él la más importante de las montañas, también necesitaba subirla. No sé cómo lo hacen otros escritores, pero yo necesito ver los paisajes que describo en mis libros. Y me encanta viajar, de manera que también es una gran excusa para viajar... todo en el nombre de la investigación.

Supongo que no probó en usted misma anguilas eléctricas...

No, en absoluto. Pero sufrí muchos ataques de mosquitos en la selva en Venezuela... algo que Humboldt también soportó y sobre lo que escribió.

Napoleón no lo quiso, pero Humboldt influyó sobre otros grandes hombres...

Sí, influyó en muchos escritores, artistas, pensadores y científicos importantes. Thomas Jefferson lo llamó "una de las mayores joyas de la época". Charles Darwin dijo que no habría abordado al Beagle sin su ejemplo, Simón Bolívar llamó a Humboldt el "descubridor del Nuevo Mundo" y Johann Wolfgang von Goethe, el más grande poeta de Alemania, declaró que pasar unos días con Humboldt era como "haber vivido varios años".

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