Un buen plan, discreto oficio

Era el choque entre dos ideas parecidas, que buscan permanente el arco rival y que escogen la dinámica como herramienta para someter el rival. Incluso, de dos personalidades parecidas: ambos suelen vivir los partidos con intensidad. No paran de dar instrucciones y discuten cada cobro. Y se admiran mutuamente. Lo reconocieron antes.

En esa disputa, la diferencia iba a estar marcada por los detalles y por la aplicación que les dieran los pupilos de Mario Salas y Pablo Guede al libreto que plantearon los técnicos de la UC y Colo Colo.

El ex técnico de San Lorenzo y Palestino realizó una mejor lectura inicial del duelo. Asumió los riesgos propios de un equipo urgido de puntos, sin renunciar a la búsqueda permanente del arco rival y ahogando la salida de la UC. Así nacieron los dos goles y el penal sobre Rivero, que surge de la presión de Valdés sobre Maripán.

Salas tardó en reaccionar. Desde la orilla, no paró de dar instrucciones durante todo el partido. Sus colaboradores, tampoco. El comienzo del segundo tiempo lo pilló más tranquilo, luego de alcanzar la igualdad por intermedio de Maripán, aunque el inmediato gol de Rivero lo descolocó .

El cansancio de algunas piezas, como Rodríguez y Fernández, y la necesidad de cerrar el partido, motivaron decisiones en Guede como el ingreso del volante defensivo Araya, ajenas a su discurso base. Y ahí falló. El golpe más duro fue el penal perdido por Paredes, hasta ahí infalible. Guede y staff se miraron con incredulidad. Que se convirtió en rabia y reclamos cuando Gamboa sancionó la falta de Barroso sobre Buonanotte. El técnico llevó las manos a la cabeza. No lo entendía. Al final del partido, con un abrazo sincero, los técnios rivales, pero amigos,sellaron la igualdad.