El rompecabezas de los partidos frente a un gabinete de Bachelet

Pese a que el comando ha pedido postergar el debate hasta después de la segunda vuelta, el tema inquieta a los líderes de la Nueva Mayoría, los que ya han comenzado de manera informal a adelantar sus definiciones y fijar criterios sobre la forma de abordar la conformación del próximo gobierno.




DICEN que fue Fidel Velásquez Sánchez, fundador de la Confederación de Trabajadores de México y tres veces senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien acuñó, a mediados del siglo pasado, la frase que se convertiría en una regla de oro para los políticos que aspiran a ocupar cargos de gobierno: "El que se mueve no sale en la foto".

El refrán del líder mexicano fue recordado por la propia Michelle Bachelet esta semana, en una entrevista en Revista Caras, donde además afirmó que "no tiene sentido ponerse a pensar en quién podría hacer qué mientras no haya ganado las elecciones", aunque admitió que "obviamente, en el transcurso de la campaña uno va conociendo gente y creo que siempre tiene que haber una mezcla entre 'rostros nuevos' y 'los mismos de siempre'".

Aun a dos semanas del balotaje, la conformación del eventual gabinete de Bachelet ya concentra la atención de la dirigencia de la Nueva Mayoría, ante las expectativas de un retorno a Palacio tras cuatro años fuera del poder.

El lunes 10 de noviembre, una semana antes de la primera vuelta presidencial, la directiva de la DC, encabezada por Ignacio Walker, se reunió en las oficinas de la sede partidaria para discutir, entre otras materias, los criterios que defendería la colectividad en el diseño de un futuro equipo de ministros.

La mesa DC fijó, a lo menos, tres líneas de acción para las eventuales negociaciones con el comando. Definieron como carteras prioritarias para el partido las del área social y aquellas con altos presupuestos de inversión. El Ministerio de Desarrollo Social, Vivienda, MOP y Economía quedaron así en la mira DC. También acordaron para la conformación del gabinete privilegiar a los nuevos liderazgos, para buscar proyectar sus carreras políticas. Nombres no adelantan en público para no perjudicarlos, pero el ex abanderado Claudio Orrego calza con el perfil que estableció el partido.

El tercer criterio que se fijó la dirigencia DC en esa cita fue que el partido no "pelearía" el Ministerio del Interior, como sí lo hizo en la anterior administración de Bachelet, cuando fueron designados, sucesivamente en ese cargo, Andrés Zaldívar, Belisario Velasco y Edmundo Pérez Yoma, quienes no tenían afinidad ni cercanía con la ex mandataria.

Hoy, esa experiencia es considerada un fracaso en la Nueva Mayoría, por lo que existe un acuerdo transversal, aseguran dirigentes de la DC, el PS y el PPD, en torno a que -de ser electa el 15 de diciembre- Bachelet elija a alguien de su círculo de confianza para asumir como ministro del Interior.

Esta no es la única piedra angular en el diseño del puzzle ministerial, sobre el cual ya se avanzan algunos consensos. Otro es el perfil del futuro titular de Hacienda. Dirigentes de los sectores progresistas de la Nueva Mayoría abogan por que el jefe de las finanzas no tenga el poder que tuvo en los gobiernos de la Concertación y sea, más bien, un técnico supeditado a las decisiones políticas que se tomen en La Moneda. El favorito para el cargo es el economista PS y jefe del programa de campaña de Bachelet, Alberto Arenas. Otro de los señalados para desembarcar en Teatinos 120 es el ex jefe de Presupuestos del gobierno de Ricardo Lagos, Mario Marcel -quien ya para la conformación del primer gabinete de Bachelet, en 2006, sonaba como favorito en esa cartera-, lo que podría dejar a Arenas en La Moneda a cargo de la Segpres.

A CIEGAS

Desde hace varias semanas, la conformación del próximo gabinete ha atravesado las conversaciones informales en el Partido Socialista, aun cuando saben que -incluso si el resultado en el balotaje los favorece- la discusión formal recién se dará en enero.

Desde el comando han dejado entrever que Bachelet tomará algunos días de descanso tras la segunda vuelta y que tendría previsto viajar al lago Caburgua junto a su familia. El 17 de noviembre, en la noche, tras el recuento de votos de la primera vuelta, Bachelet se quedó largo rato conversando en el segundo piso del hotel San Francisco con un reducido grupo, entre los que figuraban Nicolás Eyzaguirre y el senador Guido Girardi. Allí, la ex mandataria confidenció lo cansada que estaba tras ocho meses de intensa campaña.

En la eventualidad de que se haya impuesto el 15 de diciembre, sería durante esas semanas de descanso cuando Bachelet aprovecharía para afinar el gabinete. Pero no está claro cuándo lo daría a conocer.

En el comando afirman que la ex mandataria también planea pasar algunos días en Nueva York, donde vivió mientras dirigió ONU Mujeres, y que el 28 de enero iría a La Habana, para participar en la cumbre de la Celac. A esa cita está invitado formalmente Piñera, pero tal como ocurrió en enero de 2009, cuando Bachelet invitó al entonces presidente electo a Caracas, todo indica que el jefe de Estado repetirá el gesto con quien resulte electa presidenta.

Más allá de esos datos, los socialistas navegan en estas aguas tan a ciegas como el resto de las colectividades de la Nueva Mayoría, debido al silencio que ha guardado Bachelet en torno a los criterios que podría usar para nominar a sus colaboradores.

A diferencia de la campaña presidencial de 2005, en la que anunció que en su gobierno habría paridad de género y que "nadie se repetiría el plato”, la ex mandataria no ha explicitado señales desde que llegó a Chile, en marzo pasado, lo que ha complicado los esfuerzos para "adelantar trabajo" y conformar las listas de ministeriables que le serán presentadas apenas solicite sugerencias.

Los socialistas, sin embargo, dan por hecho que la candidata mantendrá en la designación del gabinete algunos criterios que usó para formar su comando de campaña, cuando privilegió el ingreso de gente joven. También buscaría sumar a un número importante de mujeres.

Así, el target de un eventual gobierno de la Nueva Mayoría será un gabinete joven, con estudios y posgrados, de una mirada más progresista y con alto porcentaje de independientes cercanos a los partidos, afirman también miembros de la mesa DC. En ese sentido, añaden dirigentes de la oposición, consideran un aporte el papel que puedan jugar figuras ligadas al think tank Espacio Público, creado por el economista Eduardo Engel (ver nota secundaria).

La magnitud de un recambio generacional no está resuelta, pero ya ha provocado tensiones en los partidos. A comienzos de noviembre, la mesa directiva del PPD debió llamarle la atención al dirigente de la comisión política, Domingo Namuncura, por el tono que le estaba dando a un seminario de formación política fijado para este fin de semana en Lo Prado, el que inicialmente era presentado como una invitación a la preparación de "cuadros" para las tareas que vienen en el próximo gobierno.

"La prioridad es ganar las elecciones. Después de eso, tenemos previsto fijar criterios y abordar el tema del gabinete", afirmó el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana.

Pese a que esa colectividad ha optado también por actuar con cautela, para no aparecer anticipando la discusión cuando aún no se ha resuelto la segunda vuelta, sus principales dirigentes han concordado también algunos criterios para enfrentar el proceso de definición de candidatos a un eventual gobierno. Después del 16 de diciembre, la mesa convocará a una reunión de la comisión política del partido para abrir formalmente el tema. Según el diseño que trabaja el timonel Jaime Quintana, se convocará, además, a los ex presidentes de la colectividad para conocer sus puntos de vista.

Uno de los que participaría de ese encuentro, el ex ministro y otrora jefe del PPD Sergio Bitar, defiende el rol de los partidos para trabajar de antemano las propuestas de nombres que entregarán a Bachelet, si gana el 15 de diciembre. "La decisión del gabinete corresponde al presidente, así ha sido desde que recuperamos la democracia, pero eso no exime a los partidos de la obligación de proponer nombres de personas que tengan simultáneamente capacidad técnica y política para asumir los cargos", afirma Bitar.

A través de la Fundación por la Democracia, el propio Bitar organizó para hoy otro encuentro de formación política para cuadros jóvenes. Las charlas introductorias estarán en manos del propio Bitar y de los ex ministros Nicolás Eyzaguirre y José Goñi, dos cercanos colaboradores en el comando de Bachelet y cartas fuertes para ocupar cargos en un futuro gobierno.

Eyzaguirre ha sido mencionado como eventual integrante del comité político de La Moneda, incluso en la cartera de Interior, bajo el esquema de un jefe de gabinete de confianza de la ex mandataria. Goñi, en tanto, ha ejercido como jefe del equipo de política exterior del programa de gobierno y ha sido el principal operador de Bachelet en temas internacionales, por lo que aparece como favorito para hacerse cargo de la Cancillería. Otros nombres que suenan para el edificio José Miguel Carrera son los del ex embajador Luis Maira, del ex jefe de la OIT Juan Somavía y Alvaro Elizalde. Somavía -quien también es mencionado como carta para la cartera de Trabajo- hace varios meses activó un grupo de reflexión sobre temas internacionales, con el que se reúne todas las semanas y en el que participan expertos y diplomáticos. Elizalde, en tanto, se desempeñó durante cuatro años como presidente de la Internacional Juvenil Socialista y luego como encargado de política exterior de la mesa directiva, por lo que tiene alguna experiencia en temas internacionales, aunque el vocero del comando es visto también como posible carta para la Segegob.

Pese a la falta de señales desde el comando, los partidos de la Nueva Mayoría confían en que Bachelet tomará en consideración sus propuestas y que mantendrá una relación institucional, privilegiando el diálogo con las mesas directivas. Sin embargo, asumen que la ex mandataria se reservará el control sobre los nombramientos en carteras donde se juegan los principales ejes programáticos de su gobierno y en las que se prevé alta conflictividad social. En éstas buscaría poner a personas que den confianza a los movimientos sociales.

No habrá tiempo para una larga instalación, por lo que el perfil de los ministros tiene que considerar un adecuado nivel de expertise técnica en las áreas de competencia. También será un período de complejas negociaciones, tanto con los movimientos sociales como con el Congreso, para la rápida elaboración de los proyectos de ley y su aprobación, por lo que tendrán que demostrar también un buen manejo político.

En los partidos también esperan algunas señales desde el comando sobre la forma en que Bachelet manejará el viejo problema de velar por los equilibrios al interior de la coalición, más ahora que todo apunta a que el PC también se incorporará al gobierno. Eso, sin contar con la decisión que se tendrá que tomar respecto de algunas figuras emblemáticas que fueron derrotadas en las últimas elecciones parlamentarias.

Mientras el PR, en reserva, plantea que su principal carta para el gabinete será el senador José Antonio Gómez, en la DC y el PS hay posiciones enfrentadas respecto del futuro de Soledad Alvear y Camilo Escalona a partir de marzo. En ambas colectividades ya hay personeros que promueven para que asuman embajadas importantes, como la de España o Argentina, para evitar el conflicto de presionar por ellos para el gabinete.

ESPACIO PUBLICO, LA NUEVA CANTERA DE PROFESIONALES

El jueves pasado, cerca de las 19 horas, miembros del comando de Bachelet llegaron a la sede del think tank Espacio Público, en Las Condes, para conocer los documentos de trabajo que se están desarrollando en materia de reforma a la salud y que se espera sean difundidos en enero próximo, una vez que estén listas las propuestas de políticas públicas para el sector.

Los vínculos entre el comando y el centro de ideas, creado en 2011 por Eduardo Engel y otros 17 profesionales, van mucho más allá. Quince de los miembros de Espacio Público ocupan puestos clave en el equipo bacheletista o en algunas de las comisiones programáticas más importantes, entre estas, el equipo económico, educación, reforma constitucional y salud. Alberto Arenas y Alejandro Micco, dos de los responsables del programa de gobierno de la Nueva Mayoría, y casi todos los miembros del equipo económico de la candidata, incluyendo a Arenas, Engel, Andrea Repetto, Eduardo Bitrán y José De Gregorio, son miembros fundadores de este think tank, que aglutina a académicos y expertos de centro y centroizquierda.

Desde los partidos miran con atención, e incluso algo de suspicacia, el papel que podrían jugar los miembros de la entidad en el próximo gobierno, y no faltan quienes lo comparan con el poder que alcanzó Expansiva en el primer año del gobierno de Bachelet. Pero Engel descarta el símil con el desaparecido centro de pensamiento liberal, fundado por Andrés Velasco y Jorge Marshall -miembros también de Espacio Público-, y niega que, como grupo, estén propiciando el paso de sus integrantes al gobierno.

"Desde el inicio nos propusimos ser un centro de pensamiento que recogiera vertientes diversas de centro e izquierda, con una perspectiva de largo plazo, que trascendiera un gobierno particular y que realizara investigaciones originales, para luego hacer propuestas de políticas públicas basadas en ellas", señala Engel desde París.

Según el economista, "con 129 profesionales y expertos que conforman el directorio y la red de Espacio Público, no es sorprendente" que alguno de ellos fuera convocado al comando de Bachelet. "Nuestro objetivo es justamente difundir el trabajo que hacemos y, en ese sentido, nos alegra saber que personas de diversas candidaturas se han enriquecido con nuestros debates. Pero el trabajo que desarrollamos es público y no es exclusivo para un sector, partido o coalición", remarca Engel.

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