Fuad Chahín: "Quedó de manifiesto que concentrar el poder en círculos cercanos es un tremendo riesgo"

El vicepresidente DC debutó en la subrogancia de la presidencia de su partido en medio de la crisis desatada por la renuncia de Claudia Peirano




Preparaba su estreno en la vocería de verano como presidente subrogante de la Democracia Cristiana, cuando el primer conflicto al que se ve enfrentado el próximo gobierno de Michelle Bachelet estalló desde dentro de las filas de su propio partido. A la decisión de la economista independiente pro DC Claudia Peirano de no seguir adelante en la Subsecretaría de Educación se sumó una avalancha de cuestionamientos contra el designado subsecretario de Agricultura, Hugo Lara, militante DC, vinculado a supuestos ilícitos económicos. En la ausencia marcada de voceros oficiales del próximo gobierno, cuyas nuevas autoridades se fueron de vacaciones, incluida la propia Presidenta electa, Michelle Bachelet, el primer vicepresidente de la DC tuvo que asumir la defensa improvisada de los suyos. Y también del gobierno entrante, que, dice, es tan responsable como los partidos de los errores en los nombramientos.

La DC podría enfrentar la caída de dos de sus futuras autoridades... ¿A qué se debe?

La decisión de nombrar autoridades en el gabinete depende del gobierno y no de los partidos, y aquí más de alguien no hizo bien su trabajo. Hubo fallas desde el propio futuro gobierno, como desde la DC y también en los demás partidos, porque creo que no tuvimos la capacidad de hacer un análisis exhaustivo, no sólo político ni técnico de los postulantes, sino que también personales.

Usted apunta al gobierno. ¿Se refiere al hermetismo con el que Michelle Bachelet y su entorno trabajaron en la composición de su gabinete?

El excesivo celo para evitar filtraciones ha arrastrado a los partidos también a actuar con este hermetismo, que a mí me parece que no es sano. Se corren riesgos mayores, como que no se puedan corregir adecuadamente los nombres y, por lo tanto, no permite que se desencadene una alerta temprana respecto de una situación que se podría evitar. Hoy en día la ciudadanía está mucho más atenta y hay cosas que simplemente no está dispuesta a aceptar o tolerar. Hay que tener cuidado, el estándar del análisis de las personas que van a ocupar cargos públicos debe ser óptimo.

¿Es el primer traspié del nuevo diseño de Bachelet, que busca concentrar poder en sus colaboradores más cercanos?

Quedó de manifiesto que concentrar el poder en los círculos cercanos es un tremendo riesgo. Hace que cuando estalla un problema, estalle muy cerca de aquellas autoridades. Es muy importante acá empoderar más a los partidos, empoderar más a la ciudadanía y cada uno juegue su rol y cada uno es indispensable. Ahora, también los partidos tenemos que ser capaces de tener nuestros niveles de cuidado a la hora de hacer propuestas y poner esas propuestas a disposición del gobierno para los nombramientos.

¿Es una partida en falso del futuro comité político?

El gobierno de Michelle Bachelet todavía no comienza. Empieza el 11 de marzo. Pero indudablemente que es incómodo que en el proceso de selección se generen polémicas como éstas, que podrían haber sido completamente evitables.

En el caso de las polémicas designaciones DC se asoma la disputa interna entre la mesa y su disidencia, donde se han pasado cuentas mutuas por proponer a Claudia Peirano y Hugo Lara en Educación y Agricultura, respectivamente...

La directiva ha tenido la misma actitud con la ex subsecretaria que fue propuesta por la DC, como con el subsecretario Hugo Lara. No podemos hacer distinción con respecto a quién la propuso o quién es más cercano. Tenemos que actuar de la misma manera, de un modo institucional, así se ha actuado en ambos casos.

¿Este episodio podría marcar el rumbo de la relación entre la DC y el próximo gobierno?

No es un problema de la DC, este es un problema de diseño que hay que corregir de manera urgente, es decir, tiene que haber claridad sobre la relación del nuevo gobierno con los partidos de la coalición que lo sustentan. Esta relación tiene que ser institucional. Porque los partidos políticos en democracia son una de las instituciones insustituibles, no se puede pretender gobernar prescindiendo de los partidos.

Se ha dicho que no existe coordinación política entre la próxima conducción del gobierno y la Nueva Mayoría..., pero, además, estalló una primera crisis y todos los futuros ministros y funcionarios se fueron de vacaciones...

Claramente, habría sido mejor, si existiera un equipo, una estrategia para poder enfrentar, a casi un mes de comenzar el futuro gobierno, cualquier evento y emergencia. Hace falta una mayor discusión con las futuras autoridades de gobierno, mayor coordinación y algunas vocerías, pero a mí no me corresponde opinar al respecto sobre las decisiones que se toman al interior del gobierno, porque a ellos les corresponde explicar la decisión de irse de vacaciones sin dejar un equipo expectante, e incluso una eventual vocería. Al menos en la DC lo hicimos y yo me hago cargo de eso...

¿Los estudiantes le doblaron la mano al futuro gobierno con el caso de Claudia Peirano, como dijo Mariana Aylwin?

Dicha afirmación parte de un supuesto equivocado, que ella fue removida por el gobierno, que se revocó su designación, todo lo contrario, a ella se le respaldó. Ella personalmente tomó la decisión de no contaminar este debate de fondo con el nombramiento de la subsecretaria y no asumir como subsecretaria. Esto no es doblarle la mano al gobierno, de hecho la ratificó.

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