La historia de Maximiliano I: era de la realeza europea, aceptó ser emperador de México y terminó fusilado

Hace 151 años, Maximiliano de Habsburgo y Lorena arribó a México para iniciar un imperio, apoyado por la iglesia católica y la aristocracia azteca. Gobernó tres años.




El 28 de mayo de 1864, hace 151 años, comenzó uno de los pasajes más curiosos y agitados de la historia de México: el imperio.

México, desde su independencia, vivía años de inestabilidad. La joven nación había probado prácticamente todas las formas de gobierno: dictaduras, gobiernos presidenciales, federales y monárquicos. En medio de este ir y venir de ensayos, en la década de 1850 comenzó un movimiento liberal destinado a dar más apertura a fuerzas populares y a separar al Estado de la Iglesia, sectores muy influencias por el regimen estadounidense.

El avance de esas fuerzas llevaron a los sectores conservadores, aristocráticos y ligados a la iglesia a dar un giro a la nación y la idea fue crear un imperio (el segundo, pues en 1822 un general ya se había proclamado emperador, gobierno que duró solo un año).

Así, este grupo se dio la tarea de ir a buscar apoyo de algún príncipe europeo, de una casa dinástica importante. La única condición era que debía ser católico.

Esta tarea encontró un amplio apoyo de Francia, que hace muchos años buscaba influir en América y frenar el poder de Estados Unidos en la zona. Además, era el momento clave, pues EEUU vivía una guerra civil y no podría defender a los republicanos mexicanos. Fue así como quedó establecido que Maximiliano de Habsburgo y Lorena, asumiría el torno y fuerzas francesas defenderían al nuevo imperio.

En 1863, una junta conservadora proclamó tres normas:

"- La nación mexicana adopta por forma de gobierno la monarquía moderada, hereditaria, con un príncipe católico.

- El soberano tomará el título de Emperador de México.

- La corona imperial de México se ofrece a Su Alteza Imperial y Real, el príncipe Maximiliano, archiduque de Austria, para sí y sus descendientes".

Fue así como, desconociendo un gobierno republicano, se impuso el imperio.

Quién era Maximiliano I

A los 31 años, Maximiliano I se transformó en emperador de México. Miembro de la casa de Habsburgo, que reinaba en Alemania y Austria-Hungría, casado con Carlota, hija del rey de Bélgica, parte de los casa de Sajonia Coburgo-Gotha. Eran una de las parejas más atractivas de la realeza europea y Maximiliano era un estudioso, manejaba cuatro idiomas y le encantaba la ciencia, historia y filosofía.

Años antes, había gobernado como virrey de Lombardía-Venecia, pero había perdido esos dominios austríacos, a manos de las unificadores italianos. Después de ese desastre se retiró de la vida pública hasta que llegó la oferta mexicana.

El fin del imperio

Bajo la protección de las fuerzas francesas, el imperio toma el control de casi todo México, pero las ideas progresistas de Maximiliano, su rechazo a derogar leyes aprobadas por los reformistas y su alta inversión en infraestructura para educación y cultura (museos y escuelas), lo distanciaron de los grupos que lo habían llamado. A esto se sumó el retiro paulatino de las tropas francesas del país. Lentamente el imperio comenzó a tambalear y para 1867, las fuerzas republicanas habían recuperado las principales ciudades del país.

En emperador fue apresado y en 1867 fue fusilado. Junto a él cayó cualquier vestigio del imperio y la presidencia quedó en menos del héroe de la república mexicana, Benito Juarez.

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