La industria musical extrema sus medidas tras ataque en Manchester

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Ticketmaster y Live Nation ya alertaron sobre la prohibición de mochilas y más tiempos de espera. El problema está en cómo controlar el perímetro.




Se temía un nuevo "escenario de pesadilla" tras la masacre en la sala de conciertos El Bataclan en París, cuando un comando yihadista, Kalashnikov en mano, mató a 90 personas durante un recital de la banda estadounidense Eagles of Death Metal, en noviembre de 2015. Ese infierno finalmente se repitió la noche del lunes en el Manchester Arena, cuando un yihadista nacido en esa ciudad inglesa y de padres libios se hizo estallar en la boletería del recinto cuando ya había finalizado el concierto de Ariana Grande, provocando la muerte de 22 personas, varias de ellas menores de edad.

Por eso la pregunta que ronda ahora en la industria musical, pero también entre las autoridades y los propios fans tiene que ver con la seguridad y el estado vulnerable de las grandes arenas, teatros, estadios y otros recintos que albergan conciertos y eventos deportivos. Si bien desde los atentados contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 se han incrementado las medidas de seguridad, la facilidad con la que aparentemente operan los miembros del Estado Islámico y otros grupos terroristas, especialmente en Europa, ha generado que la alarma haya alcanzado su máximo nivel por estos días.

Lo complejo es que los últimos ataques en París, Niza, Bruselas, Berlín, Londres y Estambul revelan varios modus operandi (camiones, autos y hombres bomba) y diferentes perfiles de atacantes: lobos solitarios, células yihadistas y terroristas entrenados.

Tras lo ocurrido en el Manchester Arena, que además se suma a la masacre en el club nocturno Pulse en Orlando (49 muertos en junio de 2016), la industria musical ya está tomando medidas más serias. El miércoles, los asistentes a un recital de Iron Maiden programado para ese mismo día en el Motorpoint Arena en Cardiff (Gales) recibieron un correo de Ticketmaster que daba cuenta de lo ocurrido en Manchester por lo que se implementarían nuevas medidas de seguridad.

"En el Motorpoint Arena Cardiff opera un régimen de seguridad completo y los controles de seguridad mejorados ya están en su lugar. Tenemos un diálogo permanente con los servicios de seguridad de Gales, los servicios británicos y la policía. Sin embargo, con respecto a Iron Maiden específicamente esta noche pedimos a todos que estén conscientes de que habrá medidas adicionales en el lugar como resultado del ataque en Manchester. Por favor, sea paciente, llegue un poco antes de lo que planeó, espere controles de seguridad adicionales, por favor deje todas las mochilas en su casa o en su auto y tenga su identificación a mano", señalaba el correo.

Pero además, en un hecho que revela que la principal preocupación es lo que pueda ocurrir en los alrededores de un recital, Ticketmaster señaló: "Habrán recursos adicionales y se estará patrullando la ciudad y los exteriores del arena para complementar nuestros propios regímenes de patrulla". Sin embargo, Alvaro Molina, un abogado chileno que asistió al show de Maiden, cuenta que si bien notó una mayor presencia policial en las afueras del recinto, la revisión no fue extraordinaria.

En el centro del debate en la industria de conciertos está la disyuntiva de si "militarizar" el perímetro de un arena, parque o estadio. "Hay consenso en la industria musical de que nadie quiere que la experiencia de ver un show sea demasiado militarizada", señaló el diario The New York Times.

Si bien en EE.UU. festivales como Lollapalooza, Coachella o Desert Trip el año pasado cuentan con guardias, exhaustiva revisión de bolsos y detector de metales, al igual que arenas como el Madison Square Garden en Nueva York, The Forum en Los Angeles y el TD Garden en Boston, en Europa la vigilancia es menos expuesta, especialmente en festivales y recintos de pequeñas y medianas audiencias. Eso sí, para eventos estelares como Coldplay en el Royal Albert Hall o The Who en The 02 sí se toman medidas de seguridad más visibles.

De hecho, en el sitio web del 02 de Londres se puede ver el siguiente mensaje: "Nos tomamos la seguridad de los fans de manera muy seria. Si usted viene al arena llegue con tiempo. Es recomendable que no traiga ningún tipo de bolso. Sólo se permitirán bolsos pequeños, de no más de 40 centímetros de alto, 35 cm. de ancho y 19 cm. de profundidad". También se solicita que antes de pasar por detectores de metales hay que poner a un lado celulares y cámaras. "Disfrute el show", es la última "recomendación".

"Todos los eventos, incluso aquellos que no tienen los desafíos anexos de los artistas de alto perfil, están sujetos a evaluaciones muy grandes. Para la mayoría de los eventos, las medidas de seguridad que colocamos no obstruyen, sino que puede que no sean vistas por la mayoría que viene a algún evento", afirmó Amanda Squires, directora de operaciones del Royal Albert Hall, citada por Ifsec Global, un sitio sobre seguridad.

Cinco amenazas

También la productora Live Nation, que organiza parte importante de la cartelera de shows en Estados Unidos, señaló que de ahora en adelante no se permitirán mochilas -excepto carteras pequeñas- y que habrá demoras en los ingresos por nuevos chequeos.

Aunque los expertos coinciden en que es prácticamente imposible prevenir ataques en la periferia de un concierto, varias arenas evalúan un despliegue mayor de cámaras especiales para detectar movimientos sospechosos. Así, el foco estará puesto en el exterior. De hecho, algunos analistas advierten sobre cinco grandes amenazas en ese frente: hackeos, drones, explosivos, francotiradores y atropellos masivos.

Haydn Watters, analista de CBC News de Canadá plantea que "situaciones similares ocurrieron con los atentados en el Maratón de Boston, que se realizaron cerca de la meta, y con las explosiones del año pasado en el aeropuerto de Zaventem de Bruselas y el aeropuerto de Ataturk en Estambul".

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