Lana de alpaca local debuta como ropa de alta montaña

El proyecto se basa en crías mejoradas genéticamente para producir lana de alta calidad.




Usar lana de alpaca para elaborar ropa de primera capa es la utilidad comercial que María Isabel Donato ha visualizado desde la localidad de Vado Alto, comuna de Río Hurtado, en la Región de Coquimbo. En ese lugar tiene su casa y también su criadero de alpacas con 20 años de mejoramiento genético, certificado en Alemania y Estados Unidos, que le ha permitido lograr una fibra mucho más fina que la de sus competidores más cercanos, en Perú y Bolivia. El pelo de sus alpacas alcanza un rango de 14 a 27 micras, considerada entre las mejores fibras del mundo.

Su proyecto apunta a confeccionar telas de pelo de alpaca 100% puras, sin mezcla con otras fibras, y totalmente ecológicas, para producir prendas de primera capa para resistir climas extremos en faenas mineras o para deportistas de alta montaña. Esta fibra posee bolsas de aire microscópicas que le dan esta acción termorreguladora, ventaja que será aprovechada para elaboración de pantys beatles, calcetines, guantes, bufandas, pasamontañas y telas para el revestimiento interno de chaqueta, y en una segunda etapa para sacos de dormir y parkas.

Benjamín Barrios integra el club de andinismo de la Universidad Católica de Valparaíso y probó este tipo de prendas en la Cordillera de los Andes, en el cerro Mono Blanco a 4.470 metros de altura. No llevó carpa y sólo durmió con saco de dormir. "Térmicamente son súper buenas, no pasé nada de frío. La comodidad es insuperable,  es muy suave y delgadita, no te molesta el roce como ocurre con las capas sintéticas. Además, es mucho más liviana, no absorbe la humedad  y tampoco se pone hedionda", señaló.

Esta fibra tiene una capacidad térmica siete veces mejor que lana de oveja y tres veces más resistente. Es antiinflamable e impermeable y antialérgica.

La lana que se está produciendo en Río Hurtado es un producto mejorado y ecológico, que aplicado a la ropa de alta montaña, supera  en calidad a los productos sintéticos derivados del petróleo. "Es mucho más calentita y tres veces más resistente que cualquier fibra natural, además su uso deja una huella de carbono mínimo, lo que es súper valioso para el medioambiente", señaló Donato.

Explica que sus alpacas, no están a libre pastoreo como en Perú o Bolivia, países donde esta forma de crianza ancestral afecta la calidad de la lana. Ella, en cambio, las cría en su predio en forma controlada para evitar cruces y conservar la línea genética. Se alimentan sólo de alfalfa natural y reciben tratamiento vitamínico y desparasitaciones periódicas, medidas que en su conjunto logran una lana de alta calidad, la que es tejida en telares en el mismo predio.

Con el apoyo de recursos de Corfo, el proyecto ya se adjudicó $ 7 millones para la prospección de nuevos mercados y en marzo contará con otros $ 33 millones para la compra de equipos y aumentar la producción. Ya tiene un pedido de una empresa minera que le solicitó mil conjuntos de primera capa para sus trabajadores, y ha recibido ofertas de marcas nacionales de ropa de alta montaña y también de diseñadores extranjeros, que buscan telas de mejor calidad para sus diseños.

Cristian Martínez, director de Corfo de la Región de Coquimbo, señaló que este proyecto ha sido priorizado a nivel regional, ya que además agrega un nuevo foco de interés turístico en la ruta Antakari que une Río Hurtado, Vicuña y Andacollo. "Con los nuevos recursos se van a contratar más operarios para aumentar el volumen, que es lo que se necesita, ya que hoy se está haciendo casi todo manual. También mejorar la infraestructura para los animales y el control sanitario del ganado para  asegurar la mejor calidad de la ropa", señaló.

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