Michael Cera: "Quería trabajar con Sebastián Silva desde que vi La Nana"

El actor se refiere a Magic magic y Crystal fairy, las cintas rodadas en Chile que van a Sundance 2013. Conocido por Juno y Scott Pilgrim, Cera ahora cambia de switch: interpreta a tipos sombríos.




Michael Cera, el actor canadiense que en el 2007 se hizo conocido con Supercool y Juno, lleva casi tres años fuera del circuito de la fama. En el 2010 protagonizó Scott Pilgrim, una película que gana reputación con el paso del tiempo, pero es también desde entonces que no se sabe mucho de él. Quizás buscaba un cable a otra tierra o un viaje al extremo sur. Acá, en el verano de este año, rodó dos filmes que significarán su retorno al cine, el territorio donde sigue siendo un nombre de interés.

Las cintas, ambas de Sebastián Silva, son Magic magic y Crystal fairy. En términos financieros, la primera sería la cara y la segunda la barata. Magic magic tiene producción estadounidense, efectos especiales y coactúan las conocidas Juno Temple y Emily Browning. Crystal fairy tiene dineros chilenos, fue hecha en menos tiempo y no hay nadie demasiado famoso aparte del propio Cera. Las dos películas fueron seleccionadas para estrenarse en enero en el Festival de Sundance, el ombligo mundial del cine independiente. El propio encuentro, al seleccionarlas, establece que son dos trabajos de distinta ambición y naturaleza: Magic magic se dará en el espacio Park City at Midnight y Crystal fairy irá a la Competencia Dramática World Cinema.

"Se trata de dos películas casi absolutamente opuestas. Yo diría que lo único en común es que en ambas dirige Sebastián (Silva) y actuamos su hermano Agustín y yo. Quería trabajar con Sebastián desde que vi La nana en Los Angeles. Esa película nos condujo a estas dos colaboraciones" explica Michael Cera desde Los Angeles.

Con 24 años, este canadiense residente en Hollywood tuvo que sepultar por un tiempo el personaje carismático y de corazón grande que venía cultivando en Juno y Scott Pilgrim. Debió desandar el camino de pequeño héroe urbano juvenil y adentrarse en los misterios de los malditos. Uno de aquellos personajes destructores de armonías fue lo que le propuso Sebastián Silva para Magic magic.

En esta última película es Brink, un muchacho que arrastra algo así como un manto de malas vibraciones y que hace daño a pesar de sí mismo. Es norteamericano, lleva un tiempo en el país y está en el sur, en la zona del lago Ranco (Región de Los Ríos). Allá llega Alicia (Juno Temple), quien se reunirá con su amiga Sarah (Emily Browning). A Alicia algo no la deja tranquila: pueden ser sus amigos, el entorno, el bosque, el país, algún miedo ancestral. O puede ser su propia mente en caída libre. "La gente habla de terror, pero no es una definición exacta. Es sólo casi exacta", dice Cera.

¿Y qué es?

Diría que Magic magic es un filme sobre la ansiedad. Por otro lado, diría que en Crystal fairy mi personaje es presa de una ira mal encausada y de mucha inseguridad.

¿En Cristal fairy su personaje quiere tener un viaje lisérgico?

No es precisamente un drogadicto, pero digamos que está obsesionado con tener una experiencia sensorial en San Pedro de Atacama. Hago de un tipo poco amistoso, que se cree decente y con derecho a todo hasta que se da cuenta de lo contrario. El otro personaje importante en esta película es el que interpreta Gaby Hoffmann, que viene como turista al país.

¿Como está su español?

Después de vivir tres meses en Santiago el año pasado logré que se me diera bastante natural en Magic magic, donde lo hablo constantemente. No es el caso de Crystal fairy, en que hablo sólo inglés. Lo otro curioso de estas películas, aparte de que ambas van a Sundance y de que no puedo esperar el momento para verlas con público allá, es que me divertí mucho con Juno (Temple) y Gaby (Hoffmann). Las dos entregan tremendas actuaciones.

¿Y con Sebastián Silva?

Trabajamos muy, muy bien. Tengo una gran fe en él como director y también poseo confianza en nuestra colaboración. De alguna manera, creo que hablamos el mismo idioma y eso hace fácil nuestra relación. Me la pasé viviendo con la familia de Sebastián en Santiago: en ese grupo están algunas de las más bellas personas que he conocido en mi vida. Fue una experiencia increíble, al punto de sentirme triste cuando debí volver. Espero poder ir de nuevo.

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