Philippe Garrel y las palabras

Phillipe Garrel

El próximo jueves, el cineasta francés de 68 años se presentará en el ciclo La Ciudad y Las Palabras, en la Universidad Católica. Contemporáneo de Jean-Luc Godard y admirador confeso de Jim Jarmusch, aquí, lo que el director de A la sombra de las mujeres y ganador en Cannes dice y declara acerca de variados temas.




Garrel no es de convocar a grandes estrellas en los repartos de sus filmes, por demás austeros y modestos. Una excepción a la regla es la inclusión de Deneuve en Le vent de la nuit (1999). "Rodar con ella", escribe el realizador, "me hizo pensar en mi amigo pintor Frédéric Pardo, a quien el Presidente François Mitterrand encargó su cuadro oficial tras ser electo". En el momento de enfrentarse al mandatario, añade, "es difícil sostener el lápizo el carboncillo sin temblar".

* Cine

En el primer plano del mediometraje documental Philipe Garrel, artiste (1998, de la legendaria serie Cineastas de nuestro tiempo), el realizador impone el tono a partir de la respuesta a una pregunta:

-¿Qué es el cine?

-[Es] una manera de sobrevivir si uno cree que es diferente. [Una manera] de tener derecho a sobrevivir, de armarse para enfrentar la realidad.

* Colegas

De qué cineastas se siente cercano, le preguntaron del diario Libération a mediados de 2015. "No sé cómo interpretar esa palabra, 'cercano'. Lo que está claro es que no tengo muchos amigos en este medio. Además, conozco poco de la nueva generación de autores franceses y del cine no europeo, que no he seguido muy de cerca. En EEUU me gusta sobre todo lo de Jim Jarmusch: Only lovers left alive es magnífica. En Francia, y en el cine en general, los puntos de referencia a los que me aferro en tiempos de duda son mis contemporáneos Jean-Luc Godard y Leos Carax: para mí son dos genios".

Otros realizadores que ha confesado admirar son Rainer W. Fassbinder, Aki Kaurismäki, Arnaud Desplechin y Nanni Moretti.

* Dinero

"Debo rodar muy rápidamente, en una sola toma, o en dos si es necesario, ya que los medios financieros son limitados", declaró en 2005 a Cineuropa. Les amants réguliers se rodó en 39 días con 1.500.000 de euros de presupuesto, incluido el montaje. Pero no me quejo: no se pueden hacer películas de gran presupuesto sin perder libertad y el arte no es una cuestión de medios".

* François Truffaut

Del lado de los modernos, Garrel es un godardiano, pero no por ello frunce el ceño frente al realizador de Los 400 golpes. Más bien lo contrario. "Truffaut ha sido importante para mí", declaró en 2013 a Les Inrockuptibles. ¿Por qué le gusta?, pregunta el entrevistador, acaso contrariado. "Entiendo que es el cine clásico, llamémoslo renoiriano, pero me parece que todas las soluciones que encuentra son muy originales en su gesto artístico. En la época de La sirena del Mississippi (1969), la gente despreciaba la película. Y ahora resulta que la consideran una de las mejores. Y a mí me encanta, como todas las de Truffaut".

* Jean-Luc Godard

"Logró hacer del cine un gran arte y un mal chiste, algo que aún incomoda", comentó Garrel a Les Inrockuptibles en 2011 acerca del cineasta que acaso sea el que más admira entre sus compatriotas. Actualmente, agregó, "se usa la palabra 'genio' a diestra y siniestra, también 'obra maestra'. Hay que calmarse con eso. En el caso de Godard, eso sí, están bien usadas".

* Letras

"Hasta fines de los 70, yo leía solamente poesía", contó el director en una conversación con motivo de una retrospectiva de sus filmes en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Corea del Sur (2015-2016). "En ese tiempo empecé a leer novelas. Las novelas de los clásicos. Empecé a escribir guiones de 30 páginas. Antes no los escribía y comenzaba las películas sin un guión".

* Público

"Años atrás, trataron de hacer una sesión especial de Pierrot, el loco (Godard, 1965) en el Grand Rex, un cine con cientos de butacas en París. Por supuesto que estaba condenado a estar vacío", comentaba el director al diario O Globo tras presentar en Venecia La jalousie (2013). "El cine arte es comprendido por una parcela limitada de la población. No podemos esperar ser comprendidos por personas que no tienen nuestra misma base cultural".

* Puesta en escena

Consultado a este respecto en 2015 por el diario Libération, en medio de la promoción de A la sombra de las mujeres, planteó: "La puesta en escena no es algo que se escriba en un papel, como la historia, los diálogos o las situaciones. ¿Cómo se concatenan los eslabones? Sólo la puesta en escena puede hacerlo, sirviéndose del espacio-tiempo, de la historia que escribe la cámara. En el guión hay una cronología, pero nada existe hasta llegar al set y entregárselo a la escritura-cámara".

* Revolución

Para el estreno de Le vent de la nuit (1999, ambientado en mayo de 1968), Garrel recordó lo anotado por Luis Buñuel al recordar la guerra civil española, y contaba cómo reflejaba lo que él mismo creyó por largo tiempo. "Estaba en su ventana en 1936 y, al ver los tiroteos y la sangre correr por la calle, pensaba: ¡qué horror! ¿Cómo pude defender la revolución?". Pero hoy, agrega, "pienso que a largo plazo es eso o la guerra. Entre dos males, hay que escoger el menor".

* Rodaje

Cuando estrenaba su primer largometraje, Le révélateur (1968), Garrel fue entrevistado por los Cahiers du Cinéma. En un punto de la conversación, ésta se movió al momento de la filmación, cuando, como le dijo uno de los entrevistadores, "uno trata de concentrar todo lo que hasta entonces estaba disperso". Ese es el momento, dice el cineasta por entonces veinteañero, "en que se elimina todo lo que era anecdótico, lo que obstaculizaba lo esencial. (…) Es el momento privilegiado porque todos se concentran y efectivamente hay electricidad en el aire".

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