Votantes en Egipto denuncian uso de tinta que se desvanece

El rumor de fraude en las elecciones cobró más fuerza cuando funcionarios sugirieron que el plan era una realidad, aunque no acusaron a la Hermandad Musulmana ni a ningún grupo.




En Egipto han circulado rumores de un intrincado complot: los electores de ese paí­s que escogí­an a su nuevo presidente el sábado eran engañados, al utilizar un bolí­grafo con tinta que se desvanece, por lo que su elección en la boleta desaparece antes de que sea contado el voto.

"¿Es el bolí­grafo correcto?", gritó un anciano vestido con una tradicional galabiya egipcia y sosteniendo por lo alto el bolí­grafo con la mano para que lo viera el supervisor en el puesto de votación en Giza, ciudad hermana de la capital egipcia, El Cairo.

No habí­a evidencia concreta de los rumores, pero algunos votantes en distintos puestos en la ciudad estaban claramente preocupados mientras marcaban sus boletas. 

Hablar de un complot sólo profundizarí­a las preocupaciones de los egipcios de que las tácticas fraudulentas puestas en práctica durante el régimen del lí­der autoritario Hosni Mubarak seguí­an siendo vigentes y que los gobernantes seguí­an manipulando el sistema, incluso después de la revolución del año pasado que tení­a el objeto de restaurar la transparencia.

La afirmación, al parecer, surgió durante los dos dí­as previos a la votación. Un presentador derechista de televisión, Tawfiq Okasha, conocido por apoyar al gobierno militar en el poder, acusó a la Hermandad Musulmana de importar de la India 180.000 bolí­grafos con tinta que desaparece. Okasha declaró que el gobierno pretendí­a distribuir los bolí­grafos afuera de las urnas electorales entre los votantes que ellos creyeran que votarí­an por Ahmed Shafiq, el ex primer ministro de Mubarak que contiende contra Mohammed Morsi, candidato de la Hermandad Musulmana.

"Le advertí­ a todos. Le advertí­ a la campaña de Shafiq. le advertí­ a todos los votantes", gritó Okasha durante su programa en el canal satelital que tiene. "El votante hará su marca en la boleta con el (bolí­grafo) y cuatro horas después la marca desaparece. Quienes hacen el conteo abrirán la boleta y estará en blanco".

Un portavoz de la Hermandad Musulmana, Mahmoud Ghozlan, negó las acusaciones.

El rumor cobró más fuerza cuando funcionarios sugirieron que el plan era una realidad, aunque no acusaron a la Hermandad ni a ningún grupo.

Ante periodistas el sábado, el ministro del Interior a cargo de las fuerzas de seguridad advirtió que los bolí­grafos habí­an sido, de hecho, traí­dos del extranjero.

Farouq Sultan, lí­der de la comisión de la elección presidencial, dijo que "una vez que el rumor" se esparció, la comisión pidió al Ministerio del Interior que abasteciera con 50.000 bolí­grafos para que se usaran en los centros electorales. Sultan y el ministro del Interior dijeron que los trabajadores en los comicios han sido instruidos para que ningún elector usara sino los bolí­grafos oficiales. Sultan dijo que "hasta donde sabemos", se han descubierto en circulación algunas plumas con tinta que se desvanece.

Un mensaje de texto enviado el sábado masiva y anónimamente a algunos teléfonos móviles repitieron las acusaciones contra la Hermandad.

En un centro de votación en el distrito de Shubra el-Kheima en El Cairo, el supervisor estaba desesperado porque los votantes se peleaban por los bolí­grafos. Una mujer llevó un bolí­grafo de su casa porque ni siquiera confiaba en el oficial. Otra persona, querí­a sacar su boleta y esperar para asegurarse que su marca no se borrara, dijo el supervisor, Mohammed el-Minshawi.

"Estos rumores están corrompiendo la consciencia nacional", dijo. "Estoy desesperado. Esta es una jugarreta sucia para que la gente pierda la confianza en el proceso".

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