Diálogo en manifestaciones


SEÑOR DIRECTOR

Ojalá tenga algún efecto el diálogo y advertencias que ahora deberá realizar Carabineros para aislar a los vándalos que concurren a las “marchas pacíficas”. Sin embargo, la eficacia de tales medidas parece compleja.

Primero, difícilmente se encontrará una persona que se haga responsable de la convocatoria, con la cual se pueda dialogar racionalmente; y si la hubiera siempre podrá recurrir a los “infiltrados” para lavarse las manos por los desmanes. Segundo, los afectados por la actuación policial argumentarán que no escucharon las advertencias; o bien, que Carabineros es responsable de la violencia, porque la represión empezó de inmediato, sin que nadie hubiera hecho absolutamente nada. Tercero, ninguno de los “pacíficos manifestantes” aceptará que una marcha no autorizada o fuera del recorrido indicado, representa un quiebre de la norma, que Carabineros tiene la obligación de hacer respetar.

En fin, la idea de un mayor control en el uso de la fuerza es positiva, pero su éxito requiere contextos sociales menos deteriorados que el nuestro. Confío en que estos nuevos procedimientos exigidos a Carabineros no se transformen en una nueva veta para coartar su accionar ante el vandalismo.

Miguel A. Vergara Villalobos

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