El cambio generacional que decidió la elección

Uno de los aspectos más comentados por la prensa internacional respecto de la elección pasada es la edad de Gabriel Boric, que con 35 años será el presidente más joven de la historia de Chile y el segundo más joven en ejercicio en todo el mundo. Así las cosas, el próximo 11 de marzo, Sebastián Piñera (72 años) le entregará la banda presidencial al presidente electo, que tendrá la mitad de su edad, un símbolo que habla del brusco cambio generacional que se produjo en Chile, el que sin duda marcará al país en forma profunda.

En esto, la edad del nuevo presidente no es lo único que importa. Más relevante es quién lo eligió. Sabemos que la segunda vuelta tuvo la mayor participación electoral de que se tenga registro, lo que llevó a Gabriel Boric a convertirse en el mandatario más votado de la historia, con 4,6 millones de votos. Y si bien las cifras oficiales de género y edad no se conocen aún, las estimaciones de la plataforma electoral Decide Chile indican que esa cantidad de votos va de la mano de una convocatoria sin parangón de dos grupos de votantes: los jóvenes y las mujeres. Serían ellos los responsables de la diferencia de cerca de un millón de votos que separan a Boric de José Antonio Kast. Así las cosas, el gran cambio generacional de esta elección sería que, por primera vez, los jóvenes y, particularmente, las mujeres fueron el grupo que decidió el resultado.

Las cifras son claras al respecto. A la segunda vuelta se sumaron 1,2 millones de nuevos votantes. Y los grupos que más crecieron fueron las mujeres y los jóvenes. Si en la primera vuelta había votado el 53% de las mujeres menores de 30 años y el 58% de las que tenían entre 30 y 50 años, ambas cifras subieron casi 10 puntos en el balotaje, llegando a 63% y 67%, respectivamente. En el caso de los hombres menores de 30 años también se observa un aumento importante de la participación, al pasar de 39 a 47%.

Y este gran contingente de personas que llegó a votar en la segunda vuelta lo hizo abrumadoramente por Gabriel Boric. Las estimaciones de Decide Chile muestran que el 68% de las mujeres menores de 30 años lo apoyaron, mientras que solo un 32% se inclinó por Kast. En el caso de los hombres del mismo bloque etario, la diferencia es de 64% a 36% en favor del candidato ganador. Estas cifras no debieran sorprender, dado que la primera vuelta ya mostró la debilidad de José Antonio Kast entre dichos votantes.

Todo esto tiene importantes consecuencias para el futuro del país. Porque si lo que estamos viviendo es un quiebre generacional, es importante entonces entender qué es lo que quieren y buscan los jóvenes. Por de pronto, será vital para el presidente electo mantener la sintonía con quienes lo eligieron, pero también para la derecha, que tendrá que salir a reconquistar esos votos.

Aquí hay al menos dos claves importantes. La primera, y más visible, es que se trata de un grupo que no está dispuesto a retroceder en materias valóricas, en los derechos de la mujer o en aspectos como el cambio climático, frente a los cuales Kast se les presentó como una amenaza, una visión antigua, algo que había que detener. Y en esto, Boric era una alternativa mucho más cercana.

Pero eso no es todo. Probablemente, también fue muy importante en el voto joven la moderación de Boric con miras al balotaje. Porque, contra todo lo que se piensa, los jóvenes, y especialmente las mujeres, son muy sensibles a temas como la seguridad, el orden o las libertades a la hora de decidir.

En esto es reveladora la encuesta que la Universidad Diego Portales y Feedback realizaron precisamente entre jóvenes de 18 y 29 años, un poco antes de la primera vuelta electoral. Una de las principales conclusiones fue que solo un tercio de los encuestados tiene una posición radical frente a los cambios; la mayoría, si bien los apoya, pide también estabilidad, orden y respeto a las normas. Al igual que los adultos, tienen mucha desconfianza en las instituciones, entre ellas la Convención Constitucional, donde el 77% manifiesta que su desempeño ha sido regular, malo o muy malo. Es también muy notorio su desapego a la idea de una mayor regulación del Estado y la mayoría se inclina por un sistema de libre mercado.

En suma, si bien el presidente electo aparece como sintonizando con los jóvenes en los temas valóricos, esta no fue una elección solo de aquello. Hay otros aspectos igualmente relevantes para este grupo, como la moderación en los cambios, el respeto a las instituciones y la necesidad de mantener espacios importantes de libertad económica, donde Gabriel Boric también tendrá que poner mucho acento, si es que quiere mantener el apoyo de este grupo de votantes.

El cambio generacional es fundamental para cualquier sociedad. Es la forma como evolucionan, se modernizan y fortalecen. Y vendrán cambios importantes, de eso no cabe duda. Pero, junto con ello, los datos muestran que los jóvenes tampoco quieren un quiebre total con el pasado, y que así como valoran la libertad en lo valórico, también lo hacen en lo económico.