Por qué colorear es tan relajante para los adultos (y algunos consejos y productos para comenzar a pintar)
Tomar los lápices y sentarse frente a un papel no solo sirve para pasar el tiempo: también puede ser una gran manera de relajarse e incluso de alcanzar un estado meditativo, según algunos estudios. Dos ilustradoras, creadoras de libros y con hartas horas de pintado, cuentan sus beneficios y dan recomendaciones para empezar en este colorido mundo.
Desde que tenemos uso de razón pintamos los dibujos que nos daban nuestros papás o las tías del jardín. Hay quienes tenían libros y podían pasar horas y horas coloreando. Aunque por mucho tiempo se hizo difícil encontrarlos, y a veces solo era posible encontrarlos en quioscos o ferias, hoy en las librerías cada vez es más amplia la variedad de publicaciones que dentro solo tienen dibujos que esperan ser rellenados por cualquier persona con la intención de pintar, sea un niño o un adulto.
La escocesa Johanna Basford es una de las autoras que consiguió hacerse un nombre en este revival de los libros para colorear. Uno de sus best seller, El Jardín Secreto, ha sido traducido a 14 idiomas, y sus láminas que rinden homenaje a la naturaleza se han transformado en embajadoras de lo que los gringos llaman el coloring, la creciente tendencia a pasar el tiempo coloreando.
Para ella, enfocarse en colorear es una forma de desconectarse de las pantallas, una especie de desintoxicación digital, donde ojo, mano y mente se concentran en una sola tarea, tangible y tranquila, sin exceso de estímulos. En entrevista con la BBC, Basford explica que ella solo hace “la mitad de la creación”, ya que el resto de la obra lo termina cada lector y coloreador.
El Jardín Secreto - Johana Basford (82 páginas)
Como comenta el psicólogo clínico Scott M. Bea, en un artículo de la Cleveland Clinic, el éxito creciente de estos libros tiene mucho que ver con el placer que entrega enfocar nuestra atención en una sola cosa. ”Para los adultos, colorear requiere de una atención modesta enfocada fuera de la autoconciencia. Es una actividad simple, que nos lleva fuera de nosotros mismos, relajante de la misma forma en que lo puede ser cortar el pasto, tejer o dar un paseo los domingos puede ser relajante”.
Beneficios de colorear
Aparte del placer, el especialista dice que colorear puede entregar bastantes beneficios al bienestar. Bea los resume en tres:
1. La atención fluye lejos de nosotros mismos
La principal gracia que ve el psicólogo en colorear es que este “simple acto desvía la atención de ti mismo —¡y por lo tanto de las cosas que te estresan— y la lleva al momento presente”. Es decir, nos saca por un tiempo de la vorágine del día a día, los conflictos que han ocurrido y la angustia por lo que va a suceder, y nos enfoca en lo que está pasando en ese instante. No es una evasión de los problemas, sino tomarse una distancia para evaluarlos y pensarlos de otra manera. En ese sentido, dice, “es muy parecido a un ejercicio de meditación”.
2. Relaja al cerebro
Colorear se trata solo de llenar el papel con los colores que mejor te parezcan y tratar de que el resultado se lo más parecido a lo que te imaginabas. En ese proceso de elegir los tonos y mover el lápiz hacia arriba y abajo, “no te perturban tus propios pensamientos y valoraciones”, escribe Bea. “Las dificultades de la vida se evaporan de tu conciencia y tanto tu cuerpo como tu cerebro pueden encontrar esto como algo gratificante”.
3. Espacio a la improvisación
Mientras buena parte de la vida se ha transformado en un constante cumplimiento de deberes, sin mucho espacio para la espontaneidad, cuando uno se sienta a colorear puede realmente hacer lo que quiera. “Es difícil estropear la ilustración o el dibujo al pintar”, dice el psicólogo. Como un infante, uno podría rayarlo todo sin atenerse a ningún límite ni norma, o bien ponerse creativo y alterar los colores. Y aunque te salgas de las líneas o no te quede como esperabas, “no hay ninguna consecuencia real. Colorear puede ser un escape maravilloso en lugar de una prueba exigente de nuestras capacidades”.
Esto no significa, por supuesto, que colorear sea una actividad que todo el mundo disfrute por igual. A las almas inquietas o muy llenas de energía esto les puede parecer demasiado tranquilo. Todo va a depender de tus intereses, tu forma de ser y también tus experiencias pasadas. “Para sus recreaciones, los adultos generalmente eligen formas de actividades que amaban cuando eran niños”, agrega Bea.
El viaje de Tere Gott
Tere Gott es una de las ilustradoras nacionales insignes del coloring. Siempre le gustó pintar, desde papeles en blanco hasta murales o tablas de surf en desuso. “Toda mi familia es muy artista, creo que es algo que está en mis genes”, declara. Cuando se fue de viaje a Australia, compró allí unos libros para pintar, “eran de papel delgado, con el dibujo más apretado. Ahí me di cuenta de que era muy entretenido, aunque me estresaba mucho el formato en el que venía”.
Pensó entonces en hacer un libro para colorear más extendido, que se sintiera como pintar un mural en un libro. Fue así como nacieron sus primeros volúmenes en versión gigante con hoja gruesa, los que hoy resaltan en las librerías e incluso en algunos escaparates de los supermercados.
“Junto al deporte, colorear y hacer estos libros es la terapia que me ha salvado la vida. Es donde me desconecto, me relajo y medito. Puedo estar dos horas pintando sin darme cuenta. Pongo la mente en blanco y calma mi ansiedad”, cuenta.
Paradiso - Tere Gott (22 ilustraciones)
Sus libros están inspirados tanto en la naturaleza como en sus propios viajes y experiencias. Por eso mismo tiene dos tamaños. “Hay unos que son para poder pintar cómodo en casa, en formato grande, y otros más compactos, para llevarlos de paseo a un parque o a la playa”, explica.
Savage pack: libro Mamba + 8 lápices Uni Posca pastel
“Todo el mundo puede pintar estos libros, desde niños y niñas hasta adultos mayores. Básicamente, cualquier persona que quiera conectarse con su lado creativo o artístico, o que quiera simplemente explorar y relajarse”, asegura.
La creatividad de lo salvaje: la inspiración de Caro Celis
Carolina “Caro” Celis es una ilustradora chilena, creadora de la tienda de papelería y accesorios Wild Me. Para ella, el coloring es una forma de conectarse con la creatividad y explorar sus infinitas posibilidades. “Poder pintar sobre un dibujo que ya tiene una composición permite enfocarte solamente en explorar técnicas y color”, analiza. A muchas personas, según ella, les cuesta mucho tener una hoja en blanco y enfrentarse a decidir qué dibujar en ellas, por lo que un libro que ya cuenta con estos dibujos, y que solo necesita ser coloreado, puede ser un gran impulso para soltar la expresividad.
“Cuando somos niños o niñas, no tenemos miedo a expresarnos: solo tomamos un lápiz y rayamos espontáneamente. Pero a medida que vamos creciendo, empieza a surgir la frustración de no poder hacerlo bien, de ‘no saber hacerlo’. Hay personas que creen que no tienen un alma artística, mucho más si le sumas a eso la presión de tener que combinar colores correctamente. Así, muchos dejan de lado el arte por no creerse capaces”.
Siendo así, colorear se convierte en un momento de creatividad, de calma, de exploración y conexión de muy fácil acceso, “en el que lo más importante no es el resultado sino el proceso. Es una súper buena manera de poner en práctica esa faceta artística que todos tenemos dentro”, dice Celis.
“Tienes infinitas posibilidades de resolver la ilustración: ya sea eligiendo una paleta de color que a ti te guste, usando los materiales que más te acomoden, siempre con la libertad de poder equivocarte y aprender”. Solo la experiencia y el probar, explica, “te llevan a lograr un dibujo con una composición adecuada. Pero ojo que eso también es libre: lo que es bonito para ti, no necesariamente lo será para el resto”.
Aunque parezca algo predefinido, pasarse una tarde coloreando también es una forma de expresión. “Disfrutar de pasar el pincel, el lápiz o el plumón sobre la hoja tiene una satisfacción enorme”, destaca la ilustradora. Conectar con los colores es algo que define como un regalo que nos podemos dar en medio del estrés diario, porque “se puede trabajar espontáneamente. Todos somos seres creativos y todas las técnicas se pueden aprender”.
Block para colorear Wild Women (18 ilustraciones)
Con el tiempo, cuenta Celis, varios clientes que comenzaron coloreando con sus libros al tiempo le preguntan sobre materiales, pinceles o cómo hacer un dibujo. “Me gusta poder responder esas preguntas e inquietudes, porque finalmente puedo ser un aporte para que cada persona descubra su lado creativo, y al mismo tiempo generar experiencias o conversaciones”.
Productos para comenzar
Aunque suene obvio, lo que vas a necesitar para colorear son precisamente eso, colores. El formato de estos, eso sí, es el que puede variar. Ambas ilustradoras dicen que lo tradicional es comenzar con marcadores con tinta. Gott sugiere los Sharpie tradicionales, que son económicos y así partir con confianza.
Celis destaca la importancia de elegir una paleta de color que te guste a ti. “A veces un set de marcadores escolar o estándar tiene colores muy básicos que no se ven bien juntos. El contraste que provocarán al usarlos en una ilustración puede hacer sentir que tu dibujo no es lindo”, opina.
Marcadores permanentes Sharpie punta fina (24 colores)
Respecto a los fondos de estos dibujos —los amplios espacios que quedan detrás y que no a todo el mundo le gusta dejar en blanco— Tere Gott recomienda usar las acuarelas para rellenarlos. Sus libros, que son de hoja gruesa, pueden pintarse con materiales más al agua sin que el folio se arrugue, se doble ni se desintegre. “Pintar los fondos con acuarela es súper relajante”, dice.
“Usar acuarela, con un pincel y un contenedor de agua, es un gran comienzo para alguien que quiera adentrarse en ese mundo. Requiere más técnica, pero a la vez te permite trabajar el degradé y luego poder hacer detalles con lápices de colores”, destaca Celis.
Acuarelas lavables Ooly (36 colores)
Otros consejos
Prueba de color
Un tip adicional para cuando estés planeando qué dibujo pintar es pensar en las combinaciones de colores que te gustaría usar. Para eso, la creadora de Wild Me sugiere tomar una hoja en blanco y hacer cuadraditos o círculos con los colores y así probar cómo se relacionan entre ellos. La idea es crear tus propias paletas de color y así planificar mentalmente como se verá la ilustración.
“Siempre parto con un color y voy buscando un equilibrio, ya que cada tono debe tener el mismo peso en la hoja para que el conjunto se vea armónico”, explica. Otro detalle que no puede pasar desapercibido es lo que piensas hacer con el fondo. “No importa si comienzas por él o no, pero es bueno saber si será oscuro o claro, para que luego todo tenga sentido”.
Inspiración en otras redes
Otro dato para principiantes que da Celis es buscar ilustraciones o ejemplos que te gusten en redes sociales, por ejemplo en Pinterest o Instagram. “Ahí tu dices: ok, me gusta esa combinación o esa paleta, y el objetivo es tratar de interpretarlo —no de copiarlo— a través de tu dibujo”, puntualiza
De esta forma, puedes ir siguiendo esa referencia y, poco a poco, “soltando la mano e ir creando tus propias combinaciones y explorando tu propio estilo”.
En la mezcla está lo original
Ir combinando los materiales no es solo una forma de hacerlos rendir, sino que también te da un abanico de posibilidades creativas. Mezclar acuarela con marcadores, lápices de colores con pastel, “permite dar volumen a la ilustración”, agrega Celis. Si bien es algo que le encanta, también representa una mayor dificultad y por lo tanto no conviene tanto comenzar por ahí, ya que las posibilidades de frustrarse son mayores. “Muchas veces cuando mezclo materiales no me gusta el resultado”, dice. “Pero no pasa nada, es parte del proceso”.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 24 de junio de 2022. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.
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