China refirma compromiso con estímulos económicos y extiende recorte de impuesto a la renta

Biejing informó en esta jornada que la reducirá los impuestos anuales en 110 mil millones de yuanes (US $ 17.300 millones), con el objetivo de mantener el impulso del consumo.


El próximo año es decisivo para el futuro político de China, debido al plenario del Partido Comunista en el que se definirá la continuidad de Xi Jinping en el poder. En ese marco, diversos analistas económicos apuestan a que Beijing no dará espacio a una desaceleración muy pronunciada de su actividad, lo que podría lograr a punta de estímulos.

El futuro de Xi Jinping en el poder se definirá en el segundo semestre del próximo año, en un plenario del Partido Comunista Chino.

Esa tesis comienza a quedar probada con la determinación que informó esta semana el Consejo de Estado, respecto a la extensión de medidas que apuntan a una rebaja de impuestos a la renta, con el objetivo de estimular el consumo interno.

“La economía china todavía necesita apoyo político y los recortes de impuestos son un estímulo importante”, dijo Jiao Ruijin, miembro del Instituto de Impuestos de China, una agencia de la Administración de Impuestos del Estado, de acuerdo a lo consignado por South China Morning Post.

Según detallaron en un comunicado, específicamente los impuestos preferenciales sobre las bonificaciones de fin de año se mantendrán vigentes hasta fines de 2023, mientras que impuestos más bajos sobre los incentivos de equidad continuarán hasta 2022 y se otorgarán exenciones en algunos pagos de impuestos a las personas de bajos ingresos.

De acuerdo a las autoridades, estas medidas reducirán el impuesto sobre la renta personal anual en 110.000 millones de yuanes, lo que equivale a US$ 17.300 millones. Así, según cálculos de Bloomberg, para una fuente de ingresos de alto nivel con un pago de 500.000 yuanes, la exención fiscal extendida sobre las bonificaciones podría ayudar a ahorrar alrededor de 77.000 yuanes.

Estabilidad económica como prioridad

Estas definiciones van en línea con lo establecido en la reciente Conferencia Central de Trabajo Económico, donde el gobierno de Xi Jinping enfatizó en la “estabilidad” como objetivo principal para la economía en 2022. De hecho, ese fue el concepto que más veces se repitió en la declaración que siguió al evento.

En esta última, también se señalaba que el país se enfrenta “a una presión triple, incluida la contracción de la demanda, los shocks de oferta y expectativas más débiles”, marco en el cual consideraban importante que el “apoyo a las políticas debe ser anticipado de manera adecuada”.

Desde una meta de crecimiento de “6% o más” en 2021, fuentes gubernamentales señalaron a Nikkei Asia que Beijing estaba considerando una rebaja del objetivo para 2022 hasta el rango de 5,5% y 6%, tolerando así una desaceleración moderada.

Aunque JP Morgan mejoró recientemente sus estimaciones, aún están por debajo del nivel que estarían considerando las autoridades del gigante asiático. El 15 de diciembre el banco estadounidense elevó su proyección desde 4,7% a 4,9%. En tanto, un sondeo de la citada revista japonesa Nikkei, dio cuenta que el consenso de los economistas apunta a una expansión de 5,1%.

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