Tres consecuencias del IPC más alto en Estados Unidos desde septiembre de 2008

El salto de la inflación tiene a los analistas evaluando si se trata de algo transitorio o no y las consecuencias que esto tiene en la política de la Fed. Los mercados han mostrado su nerviosismo, mientras que el dólar se aprecia a nivel mundial.


Ya había preocupación en el mercado con las expectativas de que la inflación de Estados Unidos escalara entre 3,4% y 3,6% en abril, por lo que la realidad de un alza de 4,2%, el más amplio desde septiembre de 2008 , cayó como balde de agua fría. La sorpresa es aún más grande en la lectura del IPC subyacente, que marcó un salto intermensual de 0,9%, el más alto desde 1981.

Mercados y analistas de política monetaria intentan hacer la lectura a largo plazo, tratando de dilucidar las implicancias que tendrá para el futuro de la política monetaria de la primera economía mundial y, consecuentemente, para el precio prácticamente todos los activos.

Reflexión para la Fed

De esta manera, una de las primeras consecuencias recae en la Reserva Federal, que se enfrenta al dilema analítico respecto a si este espectacular número habla de un momento particular y único en el marco de la reapertura económica estadounidense o si más bien se trata de una tendencia, la cual podría obligarla a iniciar un retiro de los estímulos más temprano de lo esperado.

En el debate, son varios los que dudan que la inflación alta llego para quedarse. “Dado que los componentes cíclicamente sensibles del IPC siguen aumentando a un ritmo modesto, dudamos que este informe cambie la opinión de los funcionarios de que las presiones inflacionarias son ‘en gran parte transitorias’”, escribió Michael Pearce, economista senior estadounidense de Capital Economics.

A la hora de revisar el detalle del informe del IPC, Alberto Bernal, estratega jefe de XP Securities, realiza una evaluación similar. Desde Miami asegura que era previsible el aumento considerable en ítems de en energía, como el gas natural, pero asegura que la sorpresa fue mayúscula con el salto de 10% en los precios de los autos usados y en otras áreas como los alimentos. Sin embargo, sostiene que “si tu limpias la serie de estos efectos, que deben ser un evento aislado, la cosa luce más tranquila (...) Es difícil que la Fed actúe por esto”, indica.

En la misma línea, en Bank of America sostiene, a la luz del informe, que “es probable que la Fed continúe reiterando el mensaje de aumentos de precios únicos y transitorios frente a una inflación más persistente, siendo este informe un ejemplo brillante de esta dinámica”.

Movimiento en los mercados internacionales

No obstante, que el IPC marque un incremento interanual de 4,2% no es inocuo. “El problema de cuando salen números muy por encima de lo esperado, es que se pueden contaminar las expectativas inflacionarias y si esa es la cuestión, entonces la Fed tiene un problema”, indica Bernal.

Claramente, el nerviosismo se ha dejado ver en los mercados internacionales, tanto con las caídas de las jornadas previas a la publicación del IPC, como en la de este miércoles. Las acciones del índice MSCI World, que abarca a casi 50 bolsas del mundo, experimentó una dura caída de 1,76% y se aleja del techo de los 3.000 puntos.

En Wall Street, las acciones experimentaron su mayor caída diaria desde febrero pasado. El promedio Dow Jones bajó 1,99%, mientras que las acciones tecnológicas (Nasdaq) extienden su derrotero bajista y mostraron una contracción de 2,67%.

“Los mercados han estado rondando máximos de todos los tiempos con gran parte de la reapertura ya descontada. Por lo tanto, no está fuera de duda que la lectura de inflación descomunal podría traernos de vuelta a la tierra un poco”, señala Mike Loewengart, director gerente de estrategia de inversión en E-Trade, a CNBC.

De todas maneras, la inflación no remeció mayormente al rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, que sube 0,059 puntos porcentuales hasta quedar en 1,683%. Para Bernal esto se trata de una “buena noticia”, dado que implica que “el riesgo de que haya un tappering (retirada de los estímulos monetarios) disminuye y que el mercado está esperando que la Fed utilice los grados de libertad que tiene para ir ajustando la política monetaria en una forma muy gradual”.

Efecto en Chile

“Una locura absoluta”. Así describe un operador de mesa de dinero en Chile lo sucedido luego de que se publicó el dato de IPC de Estados Unidos, que se situó por sobre las expectativas del mercado, ratificando los peores temores.

Como efecto al dato publicado, el dólar a nivel mundial se apreció 0,59%, lo que tuvo su correlato en Chile. Tras el fuerte salto de $ 8,10 de la jornada previa, el dólar subió $ 4,47 y llegó a $ 707,56 vendedor al cierre de las operaciones del mercado interbancario. Se trata de su cota más alta desde el 30 de abril pasado.

Las acciones chilenas, en tanto, experimentaron una nueva baja. El IPSA completó su quinta baja consecutiva al retroceder 1,21%.

Las tasas de interés de los bonos en Chile, en tanto, subieron 10 puntos base promedio.

En Chile, los analistas explican que con el dato el nerviosismo respecto de que las ayudas de las políticas monetarias ultraexpansivas se terminen antes de lo previsto por los mismos banqueros centrales, se elevó.

“En general, los precios financieros vienen de hace tiempo anticipando alzas de tasa de política monetaria antes de lo previsto por los bancos centrales. Eso está pasando prácticamente en todo el mundo”, explica Felipe Alarcón, economista jefe de Euroamerica. “Acá las tasas swap anticipan un alza entre de la tasa de interés del BC entre el tercer y cuarto trimestre de este año”, agregó.

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