Inédito estudio establece cuál es la mayor fuente de consumo de fibra de los chilenos

Estudio de la Universidad San Sebastián muestra los niveles de consumo de fibra dietaria de los chilenos que no había sido actualizada en 13 años.


Un estudio sobre consumo de fibra en Chile llamado “Ingesta de fibra dietaria en Chile: a 13 años del último reporte nacional”, realizado por académicos Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián (USS), buscaba detallar el consumo de fibra dietética total en la población residente en Chile e identificar las fuentes de alimentos que más contribuyen a su consumo.

Los resultados revelaron que el 90% de los residentes en Chile no alcanzan el consumo recomendado de fibra.

Para la determinación del consumo de fibra dietética se utilizó un instrumento previamente validado en población residente en Chile (DF-FFQ), el cual fue diseñado para su aplicación en línea, permitiendo así la recolección de datos en grupos poblacionales específicos de difícil acceso por las características geográficas del país.

El cuestionario incluyó 59 alimentos que contienen fibra clasificados en 5 grupos de alimentos (frutas, verduras, pan-cereales, frutos secos y legumbres), con frecuencias de consumo.

La investigación reveló que la ingesta fue de 12,8 gramos al día, y que no sorprendentemente, el pan fue el alimento que más fibra aporta en la dieta de los chilenos, en segundo lugar se encuentran los cereales y en tercer lugar las verduras.

“Considerando que el dato disponible desde hace 13 años fue de 12,5 gr/día, llama la atención que en más de una década, prácticamente no se ha avanzado en el aumento del consumo de dicho nutriente” explica Fabiola Fuentealba Arévalo, investigadora principal del estudio y vicerrectora adjunta de Vinculación con el Medio, sede Concepción Universidad San Sebastián.

En conclusión, la población chilena esta casi un 50% bajo la recomendación propuesta por organismos nacionales e internacionales, tales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

La recomendación de la OMS, es de una ingesta de 25 gramos diarios en adultos, mientras que el Consejo Asesor en Nutrición del Reino Unido sugirió aumentarla a 30 gr/día, que puede modificarse de acuerdo con las características individuales de la persona y eventual presencia de patologías que requieren disminución del consumo de fibra dietaria.

Foto: Universidad San Sebastián.

¿Qué es la fibra dietética?

La fibra dietaria es un grupo de carbohidratos que escapan a la digestión del intestino delgado y pasan al intestino grueso, donde son fermentados en forma parcial o completa por la microbiota intestinal y se puede clasificar en fibra soluble e insoluble, de acuerdo con su capacidad para hidratarse en agua.

Entre sus funciones más relevantes destaca:

  • La regulación en los niveles de colesterol.
  • Disminución de los niveles de insulina y glucosa postprandial, “lo que contribuye en un menor riesgo de diabetes, obesidad, algunos cánceres como cólon, mamas y páncreas, además de enfermedades cardiovasculares” señala la autora principal.

A lo anterior, se suma la participación en diversas funciones del sistema digestivo, como, por ejemplo: el aumento del tiempo de masticación, disminución en la secreción de saliva y aumento de la expansión del estómago producto del incremento de volumen del bolo alimenticio.

Un aspecto muy relevante es que, se ha asociado con el control en la secreción de hormonas reguladoras de la ingesta, por lo tanto, favorece la disminución del apetito, lo que genera, “como consecuencia, la disminución de la ingesta de alimentos, contribuyendo en el menor riesgo de sobrepeso y, en el largo plazo, de la obesidad” añade la investigadora.

¿Cuál es la mayor fuente de consumo de fibra de los chilenos?

Si hay un alimento que no puede faltar en ninguna casa chilena es el pan. No importa el barrio, la hora o la variedad que elijamos, las cifras avalan que nuestro país es el mayor consumidor en el continente y el segundo a nivel mundial.

Según datos de la Federación Chilena de Industriales Panaderos (Fechipan), el promedio del consumo de pan en el país está entre 88 a 90 kilos per cápita, siendo superados solo por Turquía y Alemania en el mundo. En Latinoamérica ocupamos el primer lugar por lejos.

Otro resultado que llamó la atención es que “es el pan la principal fuente de alimento que contribuye a la ingesta de fibra dietaria” explica la también nutricionista y académica de la Escuela de Nutrición y Dietética.

La última Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA) del año 2010 permitió concluir que el consumo promedio de fibra dietaria en población chilena fue de 12,5 g/día, muy similar a lo observado en la investigación de la USS.

Sin embargo sorprende que, a pesar de los grandes beneficios del consumo de fibra dietaria, no se modifique la ingesta, “y con ello contribuir en la prevención de algunas enfermedades, favoreciendo la mejor calidad de vida de la población” enfatiza Fuentealba.

De acuerdo con lo reportado en el estudio, la población residente en Chile consume fibra dietaria principalmente a través de la ingesta de:

  1. Pan, “un dato relevante dada la alta tasa de consumo de este producto en Chile” señala la académica.
  2. Cereales. Aquí encontramos principalmete el arroz, el trigo, con sus derivado que digo los tallarines, tenemos también el maíz, etcétera. También, están los productos que se hacen a través a través de los cereales, “que serían, por ejemplo, los cereales de desayuno que también pueden ser altos en fibra”, explica Samuel Durán, coautor y académico de Nutrición y Dietética USS.
  3. Vegetales (como manzanas, peras, cítricos, zanahorias, pepino y apio).
  4. Frutas y legumbres.
  5. Frutos secos.

Desde el punto de vista de la ingesta, “probablemente sean los cereales los que deberían llevar a la cabeza” añade Durán-

Después, de acuerdo al académico, deberían estar las legumbres, las frutas y las verduras, el pan más abajo y el frutos secos más abajo. Pero, “como tenemos una tendencia a consumir mucho pan, especialmente en personas con mayor peso corporal, el pan se transforma en la principal fuente. Ahora lo ideal es que llegar a la meta de los 25 g no se ha incrementado”.

“No es necesario un cambio en la alimentación, porque la fibra está en muchos productos, para todos los gustos, sin embargo se sugiere que para aumentar la ingesta de este nutriente se priorice el consumo de alimentos integrales, frutas y verduras” dice la vicerrectora.

Foto: Universidad San Sebastián.

Asimismo, al analizar el aporte de fibra dietaria por grupo de alimento se encontraron diferencias en la variable edad, donde se observó un mayor consumo de fibra de frutas y verduras en personas mayores y mujeres, aun cuando sigue estando por debajo de la recomendación.

Del mismo modo, se observaron diferencias significativas en la variable ocupación, mostrando un mayor consumo de fibra de fruta en trabajadores dependientes y jubilados.

“Estos resultados son similares a los obtenidos por otros estudios en los que se observó un mayor consumo de fruta en la población activa dependiente, lo que se explica principalmente por el mayor nivel educativo y socioeconómico de los trabajadores” añade Fuentealba.

Consumo de fibra en el mundo

Al comparar los resultados encontrados en este estudio con los descritos por otros investigadores, se observa que la ingesta insuficiente de fibra es una realidad común a varios países de esta región:

  • Brasil (15,7 g/día).
  • Argentina (9,3 g/día).
  • México (17 g/día).

“Estos datos contrastan fuertemente con los reportados en países como Suecia y Noruega que muestran una ingesta de fibra dietaria que oscila entre 19 y 24 g/día” añade la investigadora.

En Europa, los estudios han cuantificado la ingesta de fibra utilizando encuestas alimentarias nacionales, que han demostrado un mayor consumo en hombres en comparación con las mujeres, con 21 y 19 g/día, respectivamente, con las ingestas más bajas reportadas en el Reino Unido (15 g en hombres frente a 13 g en mujeres) y las más altas en Alemania (27 g en hombres frente a 25 g en mujeres). Mientras que entre la población canadiense, la ingesta de fibra es mayor en hombres que en mujeres, con 18,2 g y 16,3 g, respectivamente.

¿Cómo mejorar el consumo de fibra?

La investigación muestra que el mayor aporte de fibra es a partir del consumo de pan blanco, que supera el aporte realizado por grupos de cereales, legumbres, frutas, hortalizas y frutos secos. “En este contexto, se sugiere poner el foco en la transición del uso de harina blanca por harina integral” explica la investigadora.

El coautor de la investigación, recomienda que:

  • Si se consume pan, que sean más integrales, que pueden aportar mucho más fibra.
  • Más alimentos integrales, como un arroz integral, cereales de desayuno, “que consumamos más de grano entero”.
  • Incrementar el consumo de frutas y verduras. “A más de 5 porciones al día, o sea, más de 3 porciones de fruta y más de 2 porciones de ensalada al día. Ojalá más”.
  • Aumentemos la frecuencia de legumbres de dos a cuatro veces a la semana, ya sean guisos o ensaladas, y que aumentemos la cantidad de frutos secos y frutos secos.
Foto: Vinculación con el Medio USS
Fabiola Fuentealba Arévalo, investigadora principal del estudio, junto a estudiantes de Nutrición , USS sede Concepción. Foto: Universidad San Sebastián.

A pesar del éxito de la recolección de datos, “es importante tener en cuenta la naturaleza transversal de este estudio y, por lo tanto, los resultados deben analizarse con precaución, sin establecer causalidad entre ellos” añade.

Estos datos, de acuerdo a la investigación, son cruciales para el desarrollo de políticas de salud pública y estrategias de cambio de comportamiento para mejorar la calidad de la dieta, especialmente la ingesta de fibra dietaria a lo largo del ciclo vital.

En el futuro se espera continuar con el diseño de prototipos de pan con diferentes proporciones de fibra aportadas por diversas fuentes, haciendo mezclas que incorporaban otras matrices como pan elaborado con diferentes proporciones de harina integral, en reemplazo de harina refinada y proporciones de ingredientes, que posteriormente serán sometidos a evaluación sensorial y análisis bromatológicos con equipamiento de la Universidad.

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