Los perros y gatos sí se contagian; los ojos son un importante reservorio del Sars-Cov-2; hablar puede ser peligroso: tres cosas que aprendimos del coronavirus esta semana

FOTO: AFP

Dos estudios, uno de ellos publicado en la prestigiosa revista Nature, intentaron zanjar cuál es la posibilidad que una mascota se contagie de coronavirus, y el resultado fue concluyente: sí pueden. Revisa qué implicancias tiene este hallazgo.


Ya sabíamos que los ojos constituían un expedito pasaporte de ingreso al cuerpo para el coronavirus. Lo que no sabíamos es que la conjuntiva, la membrana que recubre el párpado, juega un rol fundamental, que explica en parte, la extrema eficacia del microscópico patógeno.

El 23 de enero, una italiana proveniente de Wuhan (China), fue uno de los primeros casos en su país. La mujer reportó tos seca, dolor de garganta y congestión nasal. Pero algo más llamó alertó a los médicos: una fuerte y persistente conjuntivitis.

Los científicos descubrieron rastros del virus que permanecieron hasta el día 21, según un reciente informe. Tras cinco días los exámenes continuaron con resultados negativos, hasta que el día 27 y ya sin rastros en su nariz, sorpresivamente el virus volvió a dar positivo, pero esta vez en su área ocular.

Meses después, los científicos concluyeron en dos estudios, que “los receptores humanos que interactúan con el virus para que ingrese al cuerpo y genere la infección están presentes en la conjuntiva”.

Por ello, los científicos estiman que la eliminación del virus ocular constituye un mecanismo significativo para evitar la infección de otras personas.

Entrevistado por Qué Pasa, José Luis Liebbe, oftalmólogo de la Clínica Dávila, señala que “el estudio es interesante porque es de los primeros que muestran que en las células conjuntivales existe el mismo receptor presente en las células de la mucosa bronquial, que es donde el virus se acopla. Ahora tenemos el mecanismo molecular por el cual sabemos cómo se infectan”.

El peligro de hablar

Toser, estornudar. Son las dos fórmulas más efectivas de contagio. También se sabía de la posibilidad del habla en esta transmisión, pero ahora un nuevo estudio del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de EE.UU .(NIDDK, su sigla en inglés), comprobó el real impacto de esta práctica en la propagación del coronavirus.

La investigación dice que al hablar, se proyectan microgotas invisibles de saliva que pueden contener partículas virales. Cuanto más pequeñas son, más tiempo permanecen en suspensión en el aire, mientras que los más pesados, por efecto de la gravedad, caerán más rápido al suelo.

Para probar el poder de expansión de esta práctica, los investigadores hicieron que una persona repitiera en voz alta la frase “mantente sano” durante 25 segundos dentro de una caja cerrada. En el experimento, un láser proyectado en la caja iluminó las gotas, permitiendo que fueran vistas y contadas.

Las gotas permanecieron en el aire durante un promedio de 12 minutos.

Los perros y gatos sí se contagian

Había indicios que podían. Hubo algunos casos documentados en Hong Kong, luego en Corea del Sur y más tarde en Bélgica y EE.UU. Para determinar si las mascotas, como perros y gatos pueden o no contagiarse, dos grupos de científicos realizaron nuevas investigaciones, con resultados bastante concluyentes.

El primer estudio, realizado en gatos, fue publicado en el New England Journal of Medicine por investigadores de EE.UU. y Japón, y demostró que los felinos sanos que interactuaron con gatos que tenían coronavirus contrajeron el virus en un rango que varió entre uno y tres días después de la exposición.

Según la investigación, ninguno de los seis gatos que formaron parte del estudio tenía síntomas, y todos se recuperaron del virus menos de una semana después de haber sido infectados.

Los investigadores concluyeron que la posibilidad de que los gatos domésticos contraigan el virus de sus dueños eran aún mayores que hacerlo desde otro gato.

El otro estudio, realizado con perros y publicado en Nature, concluyó que los perros que en Hong Kong aparecieron como los primeros infectados “probablemente contrajeron la infección de sus dueños”.

A man wearing a face mask for protection against the coronavirus, holds his dog on his shoulder in Ankara, Turkey, Monday, May 11, 2020. Shopping malls, barber shops, hairdressers and beauty salons have reopened for business across Turkey for the first time in seven weeks as the country gradually eases restrictions aimed to prevent the spread of the new coronavirus.(AP Photo/Burhan Ozbilici)

Así lo demostró un análisis de las secuencias genéticas virales de los canes, que reveló que eran idénticas a las de las personas infectadas. Los investigadores sospechan que la infección había pasado de los dueños a los perros, y el vínculo genómico directo respalda tal teoría.

La investigación concluyó que aunque el análisis confirma que las personas con coronavirus pueden infectar a los perros, la probabilidad que ocurra es baja. En el estudio, sólo 2 de los 15 perros que vivían con personas infectadas contrajeron la enfermedad.

Sin embargo, pese a que el estudio no mostró evidencia que los perros puedan transmitir la infección a otros perros o personas, advirtieron que era imposible estar seguro en qué dirección puede viajar el virus. Por ello, recomendaron que ante la falta de evidencia concluyente, es mejor "mantener una mente abierta”.

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