Anuncian primer anticuerpo que inhibe un 100% al coronavirus: actuaría como un “escudo protector”

FOTO: AFP

Se trata de un anticuerpo que en estudios pre clínicos, demostró proteger a todas las células sanas tras cuatro días de incubación. De pasar las pruebas pertinentes en laboratorio y obtener los permisos correspondientes, podría ser producido con 200 mil dosis mensuales.


“Este virus estará con nosotros por mucho tiempo”. Así lo afirmó hace algunos días la Organización Mundial de la Salud, evidenciando un escenario que en los próximos años será cada vez más habitual, y en el que tendremos que acostumbrarnos a vivir con la enfermedad.

Para ello, centenares de científicos en el mundo intentan desarrollar diversos medicamentos, ya sea como una vacuna que ayude a generar la llamada “inmunidad de rebaño”, u otros fármacos que puedan frenar el avance mortal de la pandemia, que acumula más de 305 mil muertos en el mundo, 394 de ellos en Chile.

Dentro de ellas existen varias terapias que pueden emplearse para aumentar las posibilidades que una persona se recupere. Pueden ser medicamentos desarrollados para otras enfermedades, células madre, transfusiones de plasma de pacientes que ya superaron el virus o medicamentos basados en anticuerpos, que buscan entregar un resultado similar a la protección generada con la transfusión de plasma.

Precisamente este último procedimiento fue anunciado hoy por la empresa biotecnológica Sorrento Therapeutics, que afirma haber encontrado "un potente anticuerpo anti-SARS-CoV-2” que puede evitar completamente que el virus se una a las células ACE2. En las pruebas de laboratorio, el anticuerpo, de nombre STI-1499, ha sido capaz de inhibir en un 100% el virus en células sanas después de cuatro días de incubación.

La espiga

Para entender este avance, lo primero es saber cómo el virus ataca nuestras células. Uno de los aspectos más reconocibles del nuevo coronavirus es la capacidad de unirse a ellas a través de una proteína espiga que a su vez, se une a los receptores ACE2 del paciente, ingresando a la célula. Ésta descifra la información genética del virus para crear más y más copias del virus, muriendo en el proceso, mientras que las nuevas réplicas se liberan en el cuerpo, iniciando la infección celular.

Por otro lado, el sistema inmune detecta los patógenos y los combate, permitiendo que incluso existan personas que sin saberlo, contrajeron coronavirus y se recuperaron, sin prácticamente ningún síntoma. Esto ocurrió porque el sistema inmune eliminó el virus antes de causar complicaciones, y los anticuerpos resultantes podrán hacer frente a la enfermedad en el futuro, proporcionando inmunidad contra COVID-19 durante un tiempo desconocido.

Pues bien, en eso se basan los tratamientos con plasma. Básicamente, se emplean anticuerpos de donantes para tratar a otros pacientes con sistemas inmunes más débiles. Sin embargo, esta terapia depende de donaciones y otros factores, por lo que muchos laboratorios se enfocan en medicamentos de anticuerpos monoclonales. Uno de ellos es STI-1499.

Sin miedo

De acuerdo a Sorrento Therapeutics, en el proceso analizó “miles de millones de anticuerpos en su biblioteca patentada de anticuerpos humanos”, identificando a los candidatos que pudiesen unirse a la proteína de la espiga del SARS-CoV-2, encontrando que una docena de ellos bloqueaba la interacción entre esta proteína, (llamada S1), y ACE2.

Entre ellos, se descubrió que “STI-1499” tuvo la capacidad de “bloquear completamente la infección por SARS-CoV-2 de células sanas en los experimentos”, según aseguran.

“En realidad estamos muy impresionados con los datos”, dijo el Dr. Henry Ji, fundador CEO de la compañía. “Uno de los anticuerpos es tan poderoso que a una concentración muy baja es capaz de prevenir completamente el 100% de la infección o inhibirla. En nuestros estudios, ni siquiera un virus escapó del anticuerpo".

“La diferencia entre un anticuerpo y una vacuna es que esta última toma una proteína del virus y genera material en el paciente que luego es atacado por el sistema inmune. Pero no todos los pacientes responderán a una vacuna. Algunos tendrán un 10% o 20% de eficacia, otros tendrán un 90%. Pero hasta que se hayan realizado grandes ensayos y evaluaciones, no sabremos en qué medida funciona. Un anticuerpo brinda protección instantánea contra el virus", indican los investigadores.

En sus resultados, el virus fue neutralizado incluso en dosis bajas de anticuerpos, permitiendo ser el primer anticuerpo que espera ser utilizado en un potencial “cóctel de anticuerpos” desarrollado junto a Mount Sinai Health System de New York, y que además, tiene como objetivo tratar posibles mutaciones del coronavirus, o bien funcionar como terapia independiente.

“Si tenemos el anticuerpo neutralizante en su cuerpo, no necesitamos el distanciamiento social. Podemos abrir una sociedad sin miedo”, dijo el Dr. Ji a Fox News.

"Cuando el anticuerpo impide que un virus ingrese a una célula humana, el virus no puede sobrevivir. Si no puede ingresar a la célula, no puede replicarse. Esto significa que si evitamos que el virus llegue a la célula, el virus finalmente desaparece. El cuerpo elimina ese virus”.

“Esta es la mejor solución”, dijo. “El objetivo de una vacuna es generalizar un anticuerpo neutralizante. Entonces, si ya tienes uno, no necesitas que el cuerpo genere uno a partir de una vacuna. Ya lo has proporcionado. Estás eliminando el intermediario”, sostuvo.

Un largo camino

Según el Dr. Michel Serri, infectólogo de Clínica Dávila, “esto es un estudio pre clínico; lo que ahora deben hacer los investigadores es generar el anticuerpo para uso clínico, y del mismo modo que las vacunas, averiguar qué dosis se usan o cómo se usan, y probar que no se generen efectos adversos u otros problemas, esperando su aprobación y distribución".

“Esta técnica de anticuerpos se usa en oncología, hematología y enfermedades auto inmunes, aunque en este caso actúa específicamente contra una proteína que es por donde el virus se une a la célula, bloqueándola para que no se una al receptor, evitando que se genere una infección”.

“Contra este virus hay varios otros estudios que se enfocan en generación de anticuerpos, siendo los más promisorios quienes se dirigen contra la espiga. Nosotros usamos un anticuerpo contra una sustancia que genera la “tormenta inflamatoria” del paciente y hace que se agrave, pero directamente contra el virus, ninguno hasta ahora”, señala.

Serri indica que este procedimiento se asimila al plasma convaleciente: "lo que se hace es entregar anticuerpos de pacientes que ya hicieron la infección y se usan en pacientes con la infección activa, pero la diferencia es el momento. En el plasma convaleciente uno ya esta infectado y el virus se está replicando, por lo tanto se bloquea la diseminación. En este caso va directamente a prevenir la infección porque el virus está ingresando al cuerpo, impidiendo que entre en un receptor específico”.

¿Se podría usar en un paciente infectado? El especialista indica que si bien en las pruebas in vitro el anticuerpo funciona, aún no se sabe en quién se va a emplear y cuándo: “depende del enfoque y el tipo de desarrollo; se debe diseñar el trabajo y buscar la población, si buscan prevenir a personas infectadas los primeros días, después, en cuarentena u otros. Posteriormente se diseña el trabajo y según aquello se focaliza el trabajo”.

“Después hay que ver los resultados del estudio: puede ocurrir que no funcione con síntomas o prevenga la mortalidad, pero sí haga que el paciente este menos tiempo internado, por ejemplo”.

Según Sorrento Therapeutics, la investigación será publicada para su revisión por pares en los próximos días. De ser una técnica efectiva y segura para las personas, podrían producirse hasta 200 mil dosis mensuales, llegando a un millón en espera de la aprobación de las autoridades sanitarias.

La compañía dijo que pediría a los reguladores una “evaluación prioritaria y una revisión acelerada” de su candidato a anticuerpo. Agregó que esperaba recibir el apoyo del gobierno y asociarse con una compañía farmacéutica para ampliar la fabricación de su producto, si los estudios clínicos lo consideran exitoso.

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