¿Un submarino nazi? Misterio por sorpresivo hallazgo en Argentina

Un grupo de investigación asegura que descubrió un submarino de origen alemán, nave que lleva hundida en aguas argentinas desde finales de la Segunda Guerra Mundial, y se encuentra a kilómetros de la costa de la ciudad balnearia de Quequén.

Se trata de un trabajo a cargo de la agrupación trasandina llamada Eslabón Perdido, la que es liderada por el investigador especializado en la presunta llegada de Adolf Hitler a Argentina, Abel Basti, quien en su canal de Youtube compartió el material del hallazgo, fruto de meses de trabajo.

En sus palabras, este formó al grupo para buscar los submarinos de Hitler que habrían arribado a Argentina en 1945, cuando estaba terminando la Segunda Guerra Mundial.

Para su planteamiento, Basti se basó en documentos de la Armada Nacional que daban cuenta de la presencia de naves alemanas en Argentina durante dicho año, donde el país habría sido el destino de los germanos para encontrar refugio, donde posteriormente se prepararía el hundimiento de las naves para ocultar la evidencia.

Desde Eslabón Perdido también consideraron la existencia de testimonios de pescadores y pobladores del lugar recogidos por diarios de la época relacionados con el tema.

Abel Basti también destacó la existencia de documentos desclasificados del FBI que aseguran que Adolf Hitler escapó a Argentina en un submarino transoceánico.

Con tales antecedentes, la búsqueda del grupo se enfocó en el área ubicada a 11 kilómetros de la ciudad Necochea, frente a las playas de Costa Bonita y Áreas Verdes, lugar donde según prensa de la época ocurrió un desembarco alemán que transportaba jerarcas nazi.

Luego de un año de búsqueda se identificó un naufragio, el que no se encontraba registrado, a 28 metros de profundidad y a unos 4 kilómetros de la costa..

Tras recoger la serie de datos, Abel Basti denunció el hallazgo a la Prefectura Naval Argentina el 9 de marzo de este año.

Desde la entidad se realizó una expedición para grabar los restos de la embarcación empleando un vehículo remoto subacuático (ROV) y contando con el trabajo de 12 buzos de profundidad.

Las imágenes captadas muestran un navío destruido y, luego de ser analizadas por el organismo, se concluyó que por los daños que presentaba no se podía determinar si se trataba de un buque o un submarino.

No conforme con la respuesta, el investigador recurrió a los ingenieros navales Juan Martín Canevaro y Andrés Cuidet, quienes revisaron las filmaciones y concluyeron que las partes identificables de la nave confirmaban que se trataba de un submarino.

Con todo, Eslabón Perdido también contó con la colaboración de la Liga Naval Italiana, expertos internacionales especializados en identificar naufragios correspondientes a la Segunda Guerra Mundial, quienes con sus propias pericias confirmaron que se trataba de un submarino.

En el video de Eslabón Perdido, el investigador también señala que “la pericia italiana agrega además un dato inquietante: el caso presenta signos de haber sido deliberadamente explotado, posiblemente con la finalidad de borrar evidencias”.

El medio argentino Infobae se contactó con la Prefectura Naval Argentina, quienes aseguraron que corroboraron el hallazgo de la estructura y también realizaron su propia investigación al respecto.

Dicho medio también informó que los datos recopilados fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación (INAPL) y del Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la Provincia de Buenos Aires (CREPAP).