El Doctor Valdés y la historia de la intervención de una bandera en camilla: “Deseo bajar el extremismo que veo en las calles”

El conocido cirujano plástico sorprendió con una comentada intervención en La Moneda, con una bandera chilena en un pabellón quirúrgico, a modo de un mensaje para la ciudadanía. Es un paso en su faceta de artista, forjada a partir de su admiración por los antiguos griegos y los humanistas del renacimiento. “No hago figuras decorativas, hago escultura con un contenido potente”, asegura a Culto.


La precisión y el manejo del bisturí le dieron al doctor Héctor Valdés (1969) una posibilidad con el cincel del escultor. Fue en su adultez cuando uno de los cirujanos plásticos más reputados del país decidió darse una oportunidad en el arte, abriendo un espacio para una vocación que, según dice, siempre estuvo latente.

“Yo soy cirujano, pero siempre tuve un interés enorme por el arte -cuenta al teléfono con Culto-. Soy médico un poco por presión familiar, yo quería ser arquitecto y dedicarme al arte después, pero la presión de mis padres fue por una carrera un poco más formal; en esa época se consideraba más seguro una profesión algo más clásica”.

En el joven Héctor Valdés, el arte era un mundo que miraba a lo lejos con los ojos del deseo. Pero, poco a poco, fue dando algunos pasos. “Yo siempre tuve esta afición, soy coleccionista, soy un gran amante del arte, he leído mucho sobre ello. Al final, a los 58 años, decidí hacer la carrera de escultura en España”.

Según el médico esa decisión no le resultó difícil. “Cuando ya tienes más edad y una vida profesional, laboral y social más hecha, tienes más información”, dice. Pero, como un veinteañero recién egresado de las aulas, tuvo que enfocar su estilo. “Al principio cuando, recién terminé la carrera, estaba viendo cuál iba a ser mi camino, porque los artistas tienen un sello característico, no lo tenía claro. Entonces me di un paseo por la escultura, acoger abstracciones, descomponer figuras, pero al estar tan cerca de la figura humana, comencé a trabajar el cuerpo humano”.

¿En qué punto se encuentran el cirujano y el escultor?

La medicina da mucha humanidad, mucho humanismo y también sensibilidad, porque estás cerca de la muerte, del dolor y de la enfermedad. Cerca de problemas asfixiantes que viven las personas y las familias. Pero sobre todo, ser cirujano siempre te da una esperanza para componer, quitar el órgano dañado. Piensas en la reparación y lo consigues en la mayoría de las veces. Hay una estrategia para enmedar el problema, lo que te genera una actitud tridimensional para abordar el tejido y el cuerpo, y eso, llevado a la escultura, pues me facilita y me suma tremendamente.

¿Por qué?

Porque la escultura se me hace tremendamente más fácil. Cuando hice mi curso de escultura, yo reconozco que mis colegas de estudios se estresaban muchísimo doblando el metal, que la resistencia, que de repente no permitía fracturarlo; en cambio yo después de mover un tejido que tiene que estar vivo, vital, funcionando, afortunadamente para mí, coger un metal y estresarlo como escultura, no me provoca ningún estrés. El material inerte lo trato con demasiada soltura. Eso es lo que he descubierto en este camino.

Como aficionado que cruzó la línea hacia el creador, el doctor Valdés tenía sus preferencias. “Soy un enorme lector, absorbo influencias. Pero, para llegar a esto, a mí me interesaba tener un mensaje. No hago figuras decorativas, hago escultura con un contenido potente. Mi inspiración son los grandes pensadores, en filosofía he leído bastante. Es muy interesante lo que hacían los filósofos; qué hacemos, adónde vamos, el problema del alma, es lo que hacían los antiguos griegos, pero también el oriente. Entonces vas sumando, es una busqueda de la existencia, es lo que pasa un poco en Chile; qué es lo que quiere la sociedad. Mi escultura, por eso, tiene mucho de pensamiento”.

¿Qué le llamó la atención de los antiguos griegos?

En los escultores griegos, su interés en la figura humana. No es una causalidad, porque eran una sociedad tremendamente avanzada; desarrollaron la democracia, la libertad individual, un sistema político. Por eso se llegó a esa maravillosa escultura, no fue un accidente. Una sociedad es la suma de éxitos y de propuestas positivas. Eso desarrolló la riqueza cultural de los griegos.

El interés del doctor Valdés por la historia no se detiene en la antigua Hélade. “Después, la Europa del renacimiento, con Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, que eran hombres muy completos, no eran solo artistas, eran científicos, matemáticos. Para contar algo bien, tienes que ver el mundo no solo en la página de tu interés. Es la línea del Humanismo por donde me siento más cómodo”.

Una bandera golpeada

Hace unos días, el doctor Valdés hizo noticia por una comentada intervención. Frente al palacio de La Moneda, el artista instaló una escultura que muestra la bandera chilena yaciente en una camilla, con la estrella sobresaliente. La rodean los focos que simulan un pabellón quirúrgico. Habituado a los diagnósticos, la llamó “Estado crítico”.

El pabellón tricolor, de 2 x 2,20 metros, fue instalado en diferentes lugares de la capital: pasó por la Plaza Baquedano, el Museo Nacional de Bellas Artes, El Cementerio General, la Plaza de la Ciudadanía, la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y la Dirección Nacional del Trabajo.

Según Valdés, este trabajo es su mirada personal sobre la crisis social y política que vivió el país desde octubre de 2019. “Todas las sociedad han pasado por crisis, le pasó a Alemania, a varios países en Europa -recuerda, haciendo algo de Historia-. A veces tenemos señales y las ignoramos, todos, no solo los políticos. Son ollas de presión que revientan. En ese proceso que ha tenido Chile, hay símbolos que reúnen a los habitantes de un país”.

¿Considera usted que el país está en estado crítico?

Creo que el concepto país, la localización, el himno, se están cuestionando. Eso debilita el concepto nación, y tristemente, todos hemos colaborado. desde las autoridades ecelsiásticas, a nivel político de uno y otro bando, a nivel individual, a nivel económico con grupos que solo han mirado su propio interés. Todos hemos enfermedado a nuestra sociedad y mucha gente está desilusionada con el proyecto país; eso es lo que represento con la bandera, una bandera golpeada por muchos, sin color político, sin religión.

¿Qué buscaba entonces con esta intervención?

Yo lo que más deseo, es bajar el grado de extremismo mental, radical en el que nos estamos transformando. Uno lo ve en las calles, las personas están muy agresivas. Hemos hecho una coraza alrededor nuestro, una suerte de fortaleza; cuando parece que algo amenaza la gente reacciona, me ha sorprendido verlo tanto en hombres y mujeres. hay un agotamiento, una desesperanza. tenemos que volver a creer en nosotros mismos. Lo único que quiero es infundir una creencia en volver a afirmarnos en este proyecto que compartimos”.

Por ahora, el doctor Valdés está trabajando en una nueva intervención. “Estoy preparando una serie de esculturas, casi cuarenta. Todas con contenido social, muy interesante. Las presentaré el próximo año”.

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