Un concierto fue el que disparó en el músico y periodista Gonzalo Planet, la idea de revisar la historia de El resplandor. Se trata del primer álbum en solitario que Carlos Cabezas publicó hacia 1997 a un lustro del cierre de la primera etapa de Electrodomésticos. Tras años sin tocar ese material, en 2018 Cabezas volvió a interpretarlo en un show en Teatro Biobío. El registro del concierto se volvió a su vez un álbum en vivo, hasta ahora la única posibilidad de escuchar esas canciones en las plataformas digitales.

Planet vivió en tiempo real la salida de El resplandor. “Recuerdo patente el momento en que se publicó el álbum y el impacto que me generó escucharlo -dice a Culto-. Lo vi en escena también en esos días, era realmente demoledor. Aún tengo el CD que compré en 1997. Entonces cuando Cabezas anunció hace cuatro años una serie de conciertos para reinterpretarlo, el editor Daniel Madrid tuvo la idea de producir esta publicación y me invitó a escribir los textos, una maravilla”.

Archivo Histórico / Cedoc Copesa

Así surgió la idea de plasmar el proceso de aquel disco en un libro. Cuando le plantearon el proyecto a Cabezas, este no dudó. Que Planet sea también músico (integra la banda Matorral), le dio tranquilidad, dice. “Él entiende lo que significan los procesos creativos, lo que significa hacer un disco. Me parece que tiene una aproximación muy honesta. Entonces, creo que ha sido un proceso entretenido y el resultado encuentro que está bastante distinto, novedoso”, señala al teléfono con Culto.

Editado por Libros del Pez Espiral, el volumen El resplandor cuenta con los testimonios del mismo Cabezas, la pluma de Planet y las fotos de Alejandro Barruel, quién hizo las imágenes originales de la portada y el inlay. Este último es un profesional del lente de larga trayectoria que retrató a nombres como Los Prisioneros, Lucybell, Machuca, Los Ex, La Ley, Illapu, entre muchos otros.

El libro está construido sobre la historia del álbum: desde aquellos días en que Cabezas escribió las canciones en Tongoy, a las sesiones en su estudio Konstantinopla, en que participaron músicos tan diferentes como Sergio “Tilo” González, Cristián Heyne, Iván Molina, Michel Durot, entre muchos otros. La narración se engarza con un rico soporte de archivo fotográfico y las letras manuscritas originales de las canciones, rescatadas para la ocasión por el mismo Cabezas. “Por ahí estaban, dentro del desorden que uno tiene normalmente hay un cierto orden básico”, cuenta el músico.

Carlos Cabezas y Michel Durot, en Konstantinopla. Foto: Alejandro Barruel

Se trata de un texto que demoró en cuajar. “El proyecto tomó unos cuatro años en ver la luz, con algunas pausas obligadas producto de la pandemia -explica Planet-. El texto se cerró bastante rápido, construido en base a testimonios del propio Cabezas y otros involucrados en la grabación del disco, entre otros, Mauricio Melo -en ese entonces en Los Santos Dumont-, Tilo González de Congreso y Arturo Duclos, quien elaboró muchas piezas gráficas para Electrodomésticos en los años ochenta y se encargó del arte de El resplandor. Fue fantástico conversar con todos y escuchar de primera fuente sus testimonios en torno a este disco al que claramente le tienen un cariño particular”.

Eso sí, el mismo diseño del proyecto generó a su vez la mayor dificultad. “Diría que lo más complejo sucedió desde el punto en que se entendió que la publicación no sería un libro tradicional con un texto solo acompañado de fotos, sino que la narrativa consistía en una construcción entre imágenes y palabras de mutuo e indivisible complemento -apunta Planet-. De ahí en adelante la diagramación y el diseño gráfico determinaron el rumbo del libro, con exigentes jornadas de ensayo y error para dar con el resultado imaginado. Eso demoró muchísimo, un proceso quizá análogo a lo que vivió el mismo Carlos Cabezas cuando grabó el disco El resplandor y le costaba mucho soltarlo, darle el corte final”.

Carlos Cabezas en 1997 Archivo Histórico / Cedoc Copesa

También hay registro de archivo. “Recuerdo que escuchaba mucho la radio también, solía grabar entrevistas y presentaciones en cassettes que aún conservo. Revisando algunos encontré una entrevista de Carlos Cabezas en radio Zero del mismo día que lanzó El resplandor, está en parte transcrita en este libro. También encontré una grabación de un show en vivo de Cabezas en un aniversario de radio Concierto, una interpretación realmente fenomenal y cuyo registro entiendo no está disponible al menos de manera pública”, dice Planet.

Para Cabezas, aquel disco marcó un momento decisivo de su carrera. “Fue el primer trabajo solo que hice. Eso te obliga a tomar ciertas decisiones de manera personal, te empuja a formar un poco más el carácter de lo que sea que estés haciendo, te propone desafíos que son interesantes, porque se enriquece de otra manera. Hay una manera de desarrollar procesos creativos que hable de cómo tú absorbes y transmites lo que sientes”, explica.

Al momento de grabar El resplandor, Cabezas acumulaba una larga experiencia como ingeniero de grabación. En el estudio Konstantinopla (ubicado en Marchant Pereira 2895, Ñuñoa), trabajaba en encargos para cine y publicidad, además de grabar a otras bandas. Por allí pasaron nombres capitales de los años noventa como Los Tres, Tiro de Gracia, Yajaira, Los Santos Dumont, y hasta Los Bunkers, quienes grabaron ahí su primer disco. Toda esa historia está plasmada en el libro porque de alguna forma también contribuyó a trazar el camino. “Vas adquiriendo herramientas para el momento en que hay que grabar, mezclar y todo eso. Es una aprendizaje que te ayuda para poder articular un lenguaje musical, un lenguaje sonoro”, dice Cabezas.

Carlos Cabezas Foto: Alejandro Barruel

Eso sí, el músico suelta una risotada cuando se le pregunta por el estatus de disco de culto de El resplandor. En su momento tuvo un único tiraje muy acotado de mil CD y 500 cassettes, y ciertamente, sencillos como Bailando en silencio o Lo mejor de ti, están lejos de un single convencional. “Sabíamos que estábamos haciendo cosas que no eran del gusto masivo, ni mucho menos. Entonces nunca esperé una gran recepción, tampoco es que nos sentimos abrumados porque no hubo una gran recepción en esa época, era como lo normal. Creo que en el tiempo se ha sostenido bien el disco. No está anclado en una moda específica o en una tendencia estilística específica, entonces eso hace que flote mejor”.

Para Gonzalo Planet, el libro de alguna forma hace justicia al disco. “La trastienda del álbum corre en paralelo a un momento particular de la música chilena en los años noventa, cuando Los Tres se convirtieron en la enorme banda que son, cuando Los Jaivas volvieron a Chile de manera definitiva, cuando se publicaron discos con altos presupuestos por sellos trasnacionales dispuestos a ello. También es parte de la caída de esa liquidez aparentemente ilimitada. Son varios tópicos los que confluyen en el disco El resplandor, por ejemplo, la manera en que Carlos Cabezas entiende la composición musical, eso fue muy revelador conversarlo con él en profundidad y plasmarlo en el libro. Creo que este libro le hace bastante justicia a ese gran disco que tantos admiramos. Quizá la justicia completa vendrá cuando el álbum finalmente se reedite como corresponde”.

El libro El resplandor se lanzará este sábado 9 de diciembre, en el marco de la Feria Pulsar. La cita es en la sala Pedro Prado del Centro Cultural Estación Mapocho, a las 17:00 horas, con presencia de Carlos Cabezas, Edita Rojas, el fotógrafo Alejandro Barruel y Gonzalo Planet. Mientras, Cabezas está dedicado a terminar el proceso del nuevo disco de Electrodomésticos, Mirar la luz, el que saldrá el próximo 6 de marzo de 2024 y tendrá lanzamiento el 5 de mayo con un show en Teatro Oriente, cuyas entradas están disponibles vía Puntoticket.

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