De los clavos a un barco: Yoko Ono es eterna

De los clavos a un barco: Yoko Ono es eterna

Yoko Ono: Music of the Mind se llama la muestra que el Tate Modern de Londres presenta desde esta semana. Recopila cerca de 200 trabajos entre instalaciones, objetos, vídeos, fotografías, esculturas, documentos sobre sus performances, entre otros. La idea es rescatar su legado como una de los nombres importantes del arte contemporáneo.


La anécdota data de noviembre de 1966. Un día antes de que inaugurara su exposición Yoko en Indica, la artista japonesa Yoko Ono se encontraba dando los últimos retoques a la muestra en la Galería Indica, de Londres. Invitado por el dueño del lugar, John Dunbar, acudió John Lennon a conocer la muestra y a la artista. Yoko apenas sabía del fenómeno de los Beatles, por lo que vagamente supo quién era el visitante. “Lo definí como ‘de buena apariencia’”; dijo años después. La idea de que alguien viera la muestra antes de la inauguración fastidió un poco a Ono, pero se dejó llevar.

En un momento, Lennon se fijó en un invitación de la pared: “Clava un clavo”. Entusiasta, preguntó si podría hacerlo. Yoko le dijo que no, porque la muestra abría al día siguiente. Dunbar intercedió y finalmente Yoko dijo que sí, siempre y cuando pagara cinco chelines. Según el biógrafo Philip Norman, la respuesta de Lennon, en su habitual registro entre creativo e ingenioso, fue: “Bueno, te daré cinco chelines imaginarios y clavaré un clavo imaginario”.

Yoko Ono trabajando en Mend Piece, 1966.

Hoy, la posibilidad que tuvieron los visitantes de la Indica en 1966 vuelve a estar presente. Quienes acudan a la Tate Modern, el Museo Nacional Británico de Arte Moderno en Londres, podrán volver a clavar un clavo en la pared. Sí, porque esa instalación es parte de la exposición Yoko Ono: Music of the Mind que desde esta semana estará disponible hasta septiembre en el citado museo. Se trata de una muestra retrospectiva, la mayor que se le haya dedicado a la japonesa, actualmente de 91 años, y que se ha hecho un nombre como referente en el arte contemporáneo.

Esta exposición es una celebración de Yoko Ono como artista. Es cierto que John Lennon fue un colaborador muy importante para ella, pero estamos muy felices de poder mostrar su arte”, afirmó uno de los comisarios de la exposición, Andrew de Brun. Es que el mismo Lennon comentó alguna vez que su esposa era “la artista desconocida más famosa del mundo, todos saben su nombre pero nadie sabe qué hace”.

La muestra abarca 200 trabajos entre instalaciones, objetos, vídeos, fotografías, esculturas, documentos sobre sus performances, música y actuaciones realizadas a lo largo de siete décadas. En su mayoría, se requiere la participación del espectador. Por ejemplo, se encuentra Add Color (Refugee Boat) que comenzó como un barco completamente blanco en una habitación completamente blanca. La instrucción de Ono para este trabajo colectivo es : “Tan azul como el océano. Estás invitado a contribuir con tus esperanzas y creencias en azul y blanco”.

Parece muy actual, pero Yoko desarrolló la idea en 1966, justamente en la muestra de la Indica Gallery. En la ocasión invitaba a su público a añadir colores a pequeños lienzos en blanco para hacer una obra de arte colectiva. “Ono nos invita a considerar el impacto la acción colectiva puede tener -señala la guía de la exhibición-. El trabajo resume su creencia en la agencia humana y su comprensión de que ‘estamos compartiendo este mundo y compartir nuestra responsabilidad por él”. El barco, agrega la guía, se explica porque Ono “concibió la obra después de sentirse conmovida por la cobertura de la prensa internacional sobre los cientos de miles de refugiados que arriesgan sus vidas para viajar a Europa por mar”.

También se encuentra un video de su peformance Pieza cortada (1964 y 1965), un trabajo que presentó primero en Japón y luego en Nueva York. En el escenario, Ono aparecía envuelta en un vestido negro y dejaba unas tijeras a su lado, para que el público le fuera cortando la ropa. Con ello, intentaba llamar la atención sobre la violencia ejercida por la sociedad contra las mujeres. Posteriormente, ha continuado con la peformance. “Ella afirma que su actuación en París en 2003 fue ‘contra la discriminación por edad, contra el racismo, contra sexismo y contra la violencia’. Ella también ha invitado a otros. para interpretar la obra, incluida la violonchelista y artista Charlotte Moorman y, más recientemente, músico y productor”, señala la guía.

También se encuentran las “instrucciones”. Por ejemplo, las Instrucciones para construir un cuadro en tu cabeza. “Observa atentamente tres cuadros. Mézclalos bien en tu cabeza”.

También se exhibe el cortometraje Fly, de 24 minutos, donde unas moscas se posan sobre una mujer, la actriz Virginia Lust. “Deja que una mosca camine sobre el cuerpo de una mujer desde los pies hasta la cabeza y salga volando por la ventana”, repite la voz de Yoko, de fondo, suena un guitarra tocada por Lennon. Fue una de las primeras colaboraciones juntos cuando llegaron a vivir a Nueva York, en 1971. “Ono describe tanto el cuerpo de la mujer como la mosca como representaciones de ella misma -señala la guía de la muestra-. La mosca tiene asociaciones de suciedad y descomposición y al mismo tiempo encarna el concepto de espíritu libre. Ono explora con frecuencia el vuelo como un acto físico y un concepto metafórico. Ambos actúan como símbolos de liberación y empoderamiento”.

A Fly lo acompaña Freedom, de solo 1 minuto, donde se aprecia los esfuerzos de Yoko por sacarse su sostén. “La película actúa como un comentario sobre la lucha de las mujeres por escapar de las limitaciones sociales. Poco después de hacer la película, Ono escribió su manifiesto de 1971, La feminización de la sociedad , señalando: ‘Si intentamos lograr nuestra libertad dentro del marco de la estructura social existente, los hombres, que dirigen la sociedad, seguirán haciendo un papel importante”. gesto simbólico de darnos un lugar en su mundo’”.

Fly, de Yoko Ono. Tate Gallery.

Actualmente, según reveló el Daily Mirror en febrero del 2023, Yoko Ono decidió pasar el resto de sus días retirada en su granja de 243 hectáreas en Catskill (Franklin, Nueva York). Ella compró el predio junto a Lennon en 1978, ubicado a unos 150 km de Nueva York. El matutino El Mundo aseguró que Ono necesita cuidados especiales de manera permanente debido a una enfermedad que no se ha detallado.

De hecho, su última foto en público fue de enero de 2019 cuando acudió en silla de ruedas a la marcha de las mujeres en Nueva York. Su vocero, Ellitot Mintz, ha comentado en alguna ocasión que “su estado de salud se ha ido deteriorando, pero como el de cualquier persona a esta edad”. De alguna manera, su retrospectiva se entiende en este contexto del otoño de la vida de la japonesa.

Sigue leyendo en Culto

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.