Iván Rossi (25) es un volante atípico. No por sus cualidades técnicas, que lo llevan a Colo Colo para reemplazar al lesionado Carlos Carmona. "Mi fuerte es el primer toque, el pase en la salida. Me siento más cómodo jugando como volante tapón. Me siento más cómodo ahí, siendo un jugador que sirve para darle salida al equipo", se describe, una autodefinición que responde al perfil de volante defensivo que se forma en Argentina. No le complica si la función debe cumplirla solo.

La rareza de su perfil responde a su personalidad. A diferencia de la inmensa mayoría de los futbolistas, el volante formado en Banfield, quien llega cedido y con una opción de compra por US$ 1 millón después de que Marcelo Gallardo le dijera que no lo iba a considerar en el plantel de River Plate, Rossi no se desvive por el balompié. "El fútbol es un trabajo. Lo tomo así. Con la mayor responsabilidad, eso sí, por lo que intento hacer lo mejor. Pero no estoy todo el día pensando en fútbol. Me gusta jugar a la pelota, pero no soy un apasionado", explica durante la presentación que se realizó ayer por la tarde en la sala de prensa del estadio Monumental.

Igualmente, aclara que llega a Macul consciente de la responsabilidad que implica defender a un club como el Cacique. "Sé que acá habrá presiones", dijo. "Estoy en el más grande de Chile… Y en los grandes siempre te van a criticar. Pero hay que trabajar fuerte para obtener los resultados", se propone.

En la misma linea, aclara que está en condiciones para jugar. Incluso frente a Unión Española, el viernes, en el Monumental, si el técnico albo Mario Salas lo convoca para ese encuentro. "Quiero jugar lo antes posible. Vine para jugar, pero será decisión del técnico. Él decide qué es mejor para mí y para el equipo", asegura igualmente, poniéndose a disposición para sumar minutos: "He trabajado bien. Me he estado preparando, a la espera de esta oportunidad", explica. Ese acondicionamiento lo realizó al margen del plantel millonario.

Rossi se formó en Banfield, al que defendió entre 2013 y 2016. El último año fue adquirido por River Plate, pero en dos temporadas en Núñez tuvo escasa participación. En ese período, en la Superliga, la principal competencia transandina, actuó en apenas 13 encuentros. La última campaña la desarrolló en Huracán. Disputó 23 partidos, 22 de ellos como titular, y no marcó goles. Fue amonestado en 10 oportunidades, sin expulsiones.

Rabello, solo ofrecido

En tanto, Marcelo Espina, director deportivo de los albos, admite que Bryan Rabello fue ofrecido al club y relativizó el acercamiento con Rosario Central por Leonardo Gil. "Ni siquiera fue una negociación. Uno sondea un montón de veces, pregunta, pero eso no significa interés", precisa.

También explica el cambio de estrategia, después de haber declarado que el plantel albo tenía una estructura anual. "Hay urgencias que cubrir. A partir de eso, no levantamos el teléfono hasta el día de hoy para contratar a nadie más. No tienen nada que ver los resultados. Ahora prefiero no decir nada mejor sobre si está cerrado el plantel", concluye.