Es un club que reúne todo. Títulos, dinero, tradición, momentos trágicos, ídolos y popularidad. Manchester United, la nueva casa de Alexis Sánchez, se transformó en un equipo legendario a partir de la segunda mitad del siglo XX y hoy es, pese a las recientes temporadas de claroscuros, una marca que atrae inversionistas, auspiciadores y millones de hinchas en todo el mundo.

Los números impactan. De acuerdo con una encuesta realizada por Kantar, compañía inglesa de investigaciones de mercado (competencia de GfK, Nielsen e Ipsos), los Diablos Rojos cuentan con 659 millones de seguidores, de los cuales 325 millones corresponden al Extremo Oriente, 173 millones en el Medio Oriente y Africa, 90 millones en Europa y 71 millones en América. Se trata, por cierto, de la proyección realizada sobre una base de 54 mil personas de 39 países.

Punto clave en este crecimiento fue la conquista asiática, y China en particular, en la que Manchester United fue pionero, superando a Real Madrid y Bayern Múnich, sus competidores directos.

Para alcanzar tal éxito, los ingleses contaban con una batería de estrellas de la década del 90, como Eric Cantona, Ryan Giggs, David Beckham, Paul Scholes y los hermanos Neville. El esfuerzo, obviamente no se detuvo y con los años se sumarían Wayne Rooney y Cristiano Ronaldo, como los más emblemáticos.

Se trataba, en todo caso, de continuar una tradición de éxitos que comenzó a cimentarse tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, pues en el período previo apenas registró dos coronas de 38 posibles, en Primera División.

El arribo a la banca de Matt Busby, exjugador del Liverpool, marca el despegue: comienzan a llegar nuevas coronas y se forma un plantel legendario, conocidos como Busby Boys, que sufriría en febrero de 1958 un accidente aéreo en Múnich que les costó la vida a ocho futbolistas y otras 15 personas, entre directivos y periodistas. La tragedia, uno de cuyos sobreviviente fue Bobby Charlton se produjo cuando el club participaba en la Copa de Europa de Clubes, torneo al que se oponía la federación inglesa (FA). En ese sentido, el United mostraba ya su condición de adelantado, al reconocer la importancia de la internacionalización.

Luego de algunas temporadas de confusión (incluido un descenso en 1974), arribó otra figura señera: el escocés Alex Ferguson, en 1986, con quien alcanza 38 títulos, incluidos Premier League, FA Cup, Community Shield, Champions League, Recopa de Europa, Supercopa de Europa e Intercontinental.

Fueron temporadas gloriosas las que alzaron al club del noroeste de Inglaterra como uno de los más poderosos del mundo y el más fuerte de Inglaterra, dejando atrás a sus rivales más notorios, como los vecinos de Liverpool o los londinenses de Arsenal.

Manchester City, en este sentido, no resiste la comparación. Es un fenómeno reciente, marcado por el ingreso de inversiones del Medio Oriente, aunque en términos de popularidad, está casi totalmente equiparado con el United en la conurbación del Gran Manchester.

Incluso en el plano financiero, el Man-U es el primero del mundo, según el ranking elaborado por la revista Forbes, con un avalúo de US$ 3.689 millones. Supera a Barcelona (3.640), Real Madrid (3.580), Bayern Múnich (2.710) y Manchester City (2.080).

Pero no todo es dinero. Los ingleses son muy celosos de sus tradiciones y prueba de eso fue el conflicto que representó el ingreso de la familia estadounidense Glazer a la propiedad del club, lo que fue resistido por un buen porcentaje de hinchas.

Finalmente, el cambio pareció no afectar el andar del club ni el respeto por su historia, con Bobby Charlton y Alex Ferguson entre sus directores.