Lewis Hamilton le devuelve el golpe a Sebastian Vettel. Con pericia. Con suerte. El inglés se quedó con el GP de Alemania tras remontar desde la 14° posición y gracias a al abandono del piloto de Ferrari, que de la manera más impensada chocó su bólido cuando lideraba la carrera. Mercedes y Hamilton vuelven a liderar el Mundial.

Parecía que sería una jornada tranquila para Vettel y Ferrari. Luego de romper los récords de Hockenheimring durante la jornada sabatina, al piloto alemán le auguraba una victoria segura si es que nada extraño intervenía en sus planes. Sin embargo, fue la lluvia la que se encargó de alterar las estrategias de los equipos y sacó lo peor de la escudería de Maranello.

Con la segunda vuelta corriéndose, la clasificación mostraba a Vettel sacando ventaja en el primer lugar, Bottas acelerando para pegársele lo máximo, y con Verstappen presionando con insistencia a Raikkonen. Más atrás, Hamilton volaba.

Para la cuarta vuelta, el astro de Mercedes ya estaba décimo. En la vuelta 10 se colocó séptimo. Y en la 14 ya estaba quinto. Desde ahí la escalada costaría más, teniendo por delante a los dos Ferrari, su compañero de Mercedes y al joven de Red Bul..

Pese a que lucía una carrera sin mayores complicaciones para Vettel, sus neumáticos le trajeron problemas. Debido al bloqueo de una de sus ruedas delanteras debió ingresar a pits, quedando cuarto. El graining de sus superblandos le valió un susto, así que optó por blandos.

Cerca de la mitad de la carrera, la lluvia amenazaba. Para la vuelta 40, y luego de que los directores de Ferrari obligaran a Raikkonen a dejarlo pasar, Vettel retomó la punta. Hamilton seguía sin pasar a pits, por lo que sus neumáticos blandos estaban en su punto crítico. Estaba clara la estrategia: el inglés esperaba por la lluvia.

Pero en la 43 el oriundo de Stevenage hizo su parada e instaló superblandos: en la escudería alemana creía que no llovería, o que si lo hacía, no causaría estragos. Hamilton se reincorporó y salió quinto, por detrás de Verstappen. "Lluvia ligera en la curva 6, pero no te afectará", le comunicaban por radio al inglés.

Para la 50 la lluvia estaba desatada y los pilotos que optaron por los ultrablandos patinaban sin remedio. "En tres minutos terminará de llover", le informaban a Hamilton, que con sus neumáticos inapropiados igualmente se mantenía al acecho. Raikkonen, debido al asfalto, sufrió una patinada que le cedió su puesto a Bottas.

Y en la 54 vino la catástrofe: Vettel se fue contra la barrera en una curva y no se pudo recuperar. Al momento del impacto golpeó con todas sus fuerzas el volante. La indignación e impotencia se apoderaron del alemán. Casi en lágrimas pedía disculpas.

El Safety Car hizo su ingreso, quedándose hasta la 58. La carrera se reinició endemoniada, con Hamilton en la primera posición y Bottas cubriéndole las espaldas, pese a que la intención del finlandés era sobrepasar a su compañero. Raikkonen, tercero.

La lluvia volvió durante las últimas tres vueltas, pero nada imposible para el inglés, que registraba otra vuelta rápida como si nada. La carrera ya era suya. Su primera victoria estando fuera del top seis en la largada; una victoria que reivindica a su escudería y hace olvidar los malos momentos de las carreras pasadas. Un golpe en el mentón para Vettel, que no pudo confirmar el asalto a Silverstone, en Gran Bretaña.