Cuando se le pregunta por su inglés, Julio Bascuñán (39 años) responde "excellent". El árbitro nacional, que estará presente en el Mundial de Rusia 2018 junto a sus ayudantes Carlos Astroza y Christian Schiemann, se da el tiempo para confesarse. A medias, eso sí, porque los temas polémicos los evita. La foto se hace frente al Palacio de La Moneda y la conversación tiene lugar en un café cercano. Bascuñán llega ataviado con colores claros y utilizando lentes de sol en un día particularmente nublado. Su reloj inteligente le avisa de una llamada que ignora para centrarse a fondo en las preguntas.

Acá se denigra a los árbitros. ¿Cuál ha sido tu fórmula para ser considerado por la FIFA para ir al Mundial?

De por vida el arbitraje nacional ha sido mal mirado, injustamente. Han existido grandes árbitros en la historia, tú mismo eres uno de ellos. Y no podemos desconocer lo que hizo Enrique Osses: fue mundialista y estuvo en muchas copas internacionales. Nos pasó esa posta. Y tenemos que asumirla. Con trabajo, dedicación, mucho esfuerzo, postergando la familia, hasta llegar a este puerto. Pero gracias a Dios se pudo, aunque con muchos seminarios de por medios y muchas pruebas físicas.

Todos manejamos distinto las críticas. ¿Cómo manejas las que te llegan tras un error?

A situaciones específicas no me voy a referir. Sí te puedo decir que uno debe estar preparado para las críticas. Para un día bueno o malo. En el arbitraje no puedes dejar contentos a todos, siempre alguien se va a sentir más herido. Pero uno debe estar preparado y abstraerse de todo eso. Yo la manejo dedicándome y enfocándome a otra cosa. Y en estos días estoy enfocado en trabajar, realizar análisis de videos, prepararme en el idioma y todos los aspectos que ayudan a un árbitro no sólo para ser bueno dentro de la cancha, sino también fuera de ella.

¿En las actuaciones de los árbitros se refleja el trabajo de la Comisión de Arbitraje?

La Comisión ha hecho un trabajo muy bueno. Y es lo que la gente no sabe: todo el trabajo físico, teórico y práctico. Hoy la Comisión trabaja de manera muy similar a lo que se hace en FIFA. Ossses es instructor FIFA y ha estado en los últimos seminarios. Entonces trae todo muy fresco y todo eso se replica acá. Pero hay que seguir trabajando, no hay dudas. El arbitraje es cíclico.

¿Cíclico? Pero las decisiones tomadas no son las mejores. Y eso ha mermado que aparezcan nuevas figuras. Chile tiene la posibilidad de tener siete árbitros internacionales, pero solo cuenta con cinco. Algo dice eso.

Sólo te voy a responder que así como lo hizo Enrique conmigo, al darme la oportunidad de tomar la posta, debemos seguir trabajando para hacerlo con los que vienen.

¿Y la ANFP? ¿Sientes que necesita invertir más, profesionalizar más el arbitraje chileno?

A eso no me voy a referir.

¿Y el VAR? ¿Cómo proyectas a Chile en este tema?

El VAR es importante. Hoy en día podemos decir que es un gran soporte al arbitraje.

¿No quita la esencia al fútbol?

Para nada. Al contrario, creo que se acabarán las situaciones en donde cometer errores. O esos errores graves disminuirán. Es un soporte que tenemos ante situaciones críticas.

Los árbitros desde los monitores sólo sugieren decisiones al central. La última decisión seguirá siendo del principal

Así es. Hay algunas cosas más sencillas, como cuando se observa si la pelota salió o no. Pero las decisiones donde se requieren apreciaciones, siempre pasan por el árbitro principal.

Se habló muy fuerte durante la semana de que el fútbol chileno es lento. Que se cometen muchas faltas. ¿Crees que hay deslealtad de parte de los jugadores? En cuanto a fingir, simular…

No me voy a referir a eso.

Pues nada. ¿Qué sentiste cuando te notificaron que irías al Mundial?

Es una enorme responsabilidad, porque no sólo representamos al arbitraje chileno, sino al fútbol chileno. Fue una alegría inmensa. Veníamos trabajando para esto. Ya habíamos hecho un par de seminarios donde aún todo era incierto, y la confirmación dio lugar a la alegría. Aunque esa alegría la tomamos con la responsabilidad de seguir trabajando. Debemos considerar que todavía restan dos meses para el Mundial. Y en este tiempo debemos seguir arbitrando, preparándonos y dar otras pruebas físicas.

En base a eso, ¿cuál es tu rutina diaria de preparación?

Nosotros trabajamos los cinco días a la semana, y eso la gente no lo sabe. Siempre dicen que el árbitro llega a dirigir el partido y punto. Y no. Es un trabajo previo que no sólo lo hacemos nosotros como terna mundialista, sino también la mayoría de los árbitros, que tres a cuatro veces a la semana deben estar entrenando. Y para ese entrenamiento tenemos preparadores físicos, kinesiólogos, masajistas y apoyo sicológico; con lo que se hace todo un soporte bastante fuerte para nosotros. Y también estamos preparándonos con el idioma, el análisis de video, porque el día de mañana tendremos que dirigir partidos que serán importantes.

¿Sólo trabajan el inglés?

Sí. Tú sabes que Carlos es traductor, entonces tenemos una gran ayuda con él. Vemos jugadas y las hablamos en inglés. Toda la parte técnica la podemos hacer con él. Pero aparte, tanto Christian como yo tomamos cursos de idioma y ya llevamos un par de meses dándole fuerte. Recordar que todos los seminarios FIFA se hacen en inglés, entonces ya para eso requiere un conocimiento intermedio del idioma. En las competencias FIFA se trabaja con árbitros de todo el mundo y el idioma oficial con el que se trabaja es el inglés.

¿Qué esperas del Mundial?

Primero, ser agradecido de Dios. Estar allá es una recompensa y obviamente espero estar al nivel de la responsabilidad encomendada. Poder dirigir un partido importante, estar en cancha y poder representar al arbitraje chileno de buena forma.

El jugador chileno no entiende que el árbitro es quien manda y que sólo debe acatar. Pero a los árbitros les está costando imponer el sentido de autoridad. Pasa con los equipos grandes, cuyos jugadores van donde ustedes, los rodean, los tocan, y quedan impunes. ¿Falta ser más duro, sin importar el nombre o el club?

Estamos trabajando para que no ocurran esos episodios. Todos muchas veces hemos pecado de aceptar una inconducta. Pero es lo que no debe pasar. Tenemos que ser fuertes en el arbitraje y tomar las medidas disciplinarias que corresponden, sea quien sea.

¿Cuáles son las claves para dirigir un clásico?

La confianza en uno. Los nervios siempre van a existir, es un partido aparte. Pero en Chile los árbitros están preparados para poder dirigir cualquier tipo de partido. Tenemos grandes árbitros internacionales. Desde mi experiencia, lo mejor es no hacer nada anormal. Tienes que trabajar, entrenar, tener una buena alimentación e hidratación.

A ver. Los que hemos dirigido clásicos sabemos que es especial. O una Libertadores, una Copa América. ¿Existen todavía las maripositas en el estómago antes de un partido así?

Si no existieran, tendríamos que retirarnos.

Obvio, estamos vivos.

Por supuesto. Siempre tiene que existir esa ansiedad. Esas ganas de dirigir y estar en la cancha, sea el partido que sea. Obviamente hay partidos que tienen otra relevancia, pero uno siempre debe estar preparado y concentrarse para hacerlo de la mejor forma posible.

¿Y Julio Bascuñán está preparado para asumir la responsabilidad del Mundial y de lo que venga?

Hemos trabajado para asumir las responsabilidades que se vienen. Y hemos hecho un camino sumamente largo para poder estar al nivel que se requiere. Como todo en la vida, uno debe seguir trabajando y aprendiendo. Debe ser lo suficientemente humilde para reconocer que siempre tiene que estar aprendiendo, incluso después del retiro, para mejorar.

Con respecto a ese aprendizaje, como Comisión, ¿han realizado algún mea culpa?

Es que si haces un mea culpa estás asumiendo que hay algo. Siempre se trabaja, semana a semana. Con revisión de videos, con clases prácticas, y es un trabajo invisible para el que no quiere ver. Pero está.

¿Sientes que tu participación en el Mundial es un reconocimiento al buen trabajo arbitral que se hace en Chile?

Es un reconocimiento al trabajo que hemos venido realizando. Es un proceso, y dentro de él hemos tenido altos y bajos, partidos buenos y partidos malos. Pero ha sido una regularidad. Hoy todo lo que hacemos se ve. Todo nuestro esfuerzo se ve. Y no tienes que trabajar al ciento por ciento, sino al 120 por ciento, para poder hacerlo de la mejor manera.

Con la participación en el Mundial, ¿cumples el objetivo de todo árbitro y empiezas a pensar en lo que se viene después?

Sólo pienso en seguir trabajando. Tengo 39 años, para el Mundial tendré 40.

Para el próximo Mundial en Qatar tendrás 44, alcanzarás a estar.

Así es, quedan cuatro años para el otro Mundial, y está la posibilidad de poder dirigir por la edad. Pero siempre he dicho que estos son procesos que hay cumplir y los otros árbitros también tienen que vivirlos. Pero no sé qué puede pasar. Sólo pienso en el Mundial y luego te vas planteando objetivos de corto y mediano plazo.

¿Seguir ligado al arbitraje?

¡Es que no me retires, pues! Si todavía no me pienso retirar.

La pregunta es directa, ¿después del Mundial, piensas en ser parte de la Comisión de Árbitros?

Después del Mundial tengo que seguir trabajando. Todavía tengo objetivos que hay que realizar. Quizás se pueda traspasar la experiencia que ganaremos en este proceso. Hay gente joven y nueva a la que le podemos ir entregando nuestro conocimiento.

Sí, pero yo me refiero más a la parte técnica. Serás el único árbitro experto en la aplicación del VAR en Chile. Perfectamente podrías integrar la Comisión por esa especialidad, haciéndote cargo de la formación de los árbitros en el uso de esta herramienta.

Sí, pero ni siquiera está implementado, así que no podemos pensar ni siquiera en pasado mañana. Pensemos en mañana, y ese es el Mundial. Después nos sentaremos a conversar.

¿Qué dice de Enrique Osses?

Referente. Último mundialista, el mayor de mis respetos para él. Gran árbitro.

¿Dios?

La fortaleza. La ayuda. El sostén cuando pasas malos momentos.

¿La familia?

El propósito para seguir adelante.

¿Un árbitro tiene amigos?

Pocos amigos.

En el arbitraje son pocos.

Poquísimos. Es que no hay mucho tiempo para generar amistades. Pero los amigos son los que te alientan para seguir adelante en los momentos complicados.

¿Y cuando el amigo critica?

Hay que aceptarla.

¿No duele más la crítica del amigo?

Creo que se toma mejor la crítica del amigo. Nosotros mismos hemos conversado un montón de veces y hemos hablado y me has criticado mucho. Pero eso te ayuda a crecer. Cuando las críticas son buenas te estancas y no te dejan avanzar. Pero cuando son positivas en cuanto a crecer, te permiten mejorar.

¿Un mensaje para la gente del fútbol?

Que vean el trabajo que hay detrás. Agradecer a los medios que se han preocupado del proceso y han aportado con críticas positivas. Nosotros trabajamos para el fútbol y queremos hacer las cosas de la mejor manera.