Este viernes 7 debutaba en Tokio 2020 la última de los 15 chilenos clasificados hasta ahora a los Juegos Olímpicos. Se trata de Karen Roco, que junto a María José Mailliard, quien participaba antes en el single, competirían en el C2 500 en el canotaje. La espera, ahora, será de justo un año para Roco, aunque asegura que puede ser para mejor.
“Yo creo que esta esperar al final va a ser positiva, porque tenemos un año para seguir mejorando aún más”, dice la canoísta justo después de que le realizarán el examen PCR semanal para cuidar a Curauma del Coronavirus.
Aunque lo mira con buenos ojos, de todas maneras la constitutana manifiesta que la tranquilidad mental no es total. "Tengo sentimientos encontrados, es súper raro, porque ahora estamos en la incertidumbre de si los Juegos Olímpicos se realizarán o no".
Tiene razones para preocuparse Roco, pues algunas partes del plan de retorno se están cayendo. “El Mundial de Hungría, en septiembre o diciembre, va, ya nos llegaron las bases para la inscripción, pero el concentrado que teníamos visto en Colombia, ahora en agosto, se suspendió, no nos dejaron entrar a ese país”, cuenta.
En la laguna de la Región de Valparaíso la dupla ha podido volver a los entrenamientos desde que se empezaron a entregar los permisos únicos para poder practicar. “Es una felicidad que ni te explico, el agua es nuestro hábitat”, señala la deportista, quien vivirá en Japón su primera experiencia con los cinco anillos.
También es motivo de alegría que la dupla pueda entrenar con canoas nuevas, las que estaban guardadas por problemas administrativos. “Estamos entrenando súper fuerte y más motivada que nunca porque estamos ocupando las embarcaciones nuevas, que estaban guardadas”, celebra Roco.