El relato radial que quebró a Lionel Messi y que repasa su lucha por brillar con la camiseta de Argentina: “Nos pusimos a llorar”

Lionel Messi y su esposa, Antonela Roccuzzo, se emocionaron con una transmisión radial.

El campeón del mundo y su pareja no pudieron contener las lágrimas ante un escrito sobre la migración y el amor a la patria que fue transmitido por una emisora transandina.



Lionel Messi demuestra sus sentimientos. La Pulga lo hizo patente en la jornada de este jueves en Argentina. El campeón del mundo comienza a dimensionar el logro que tiene contento a todo su país: el título mundial.

Todo comenzó con un poema. Una alabanza. Un elogio más para el jugador que tuvo que abandonar Argentina cuando aún era un niño e ir a España a buscar un sueño. El mismo que este año cumplió: Volver a su patria con la Copa del Mundo entre sus manos.

Fue en el espacio que lidera Andy Kusnetzoff, donde el literato Hernán Casciari leyó su relato titulado “La valija de Lionel”. Un escrito simple de un hombre que también supo lo que era abandonar su hogar para probar suerte en España y que está convencido de que “hay dos clases de inmigrantes: los que guardaban la valija en el ropero ni bien llegaban a España,y dicen ‘vale’, ‘tío’ y ‘hostias’. Y los que teníamos la valija sin guardar, manteníamos las costumbres, como por ejemplo el mate o el yeísmo. Decíamos yuvia, decíamos caye”.

Y a estos últimos pertenece Lionel. Porque el hombre que se lo ganó todo con el Barcelona y que hoy la rompe en el PSG, jamás dejó de ser transandino. “Y todos disfrutamos ver a Messi volver a casa con la Copa del Mundo en su valija sin guardar... Esta historia épica no hubiera ocurrido nunca si el Lionel hubiera escondido su valija en el ropero. Si de chico hubiera sucumbido al ‘vale’ y al ‘hostia, tío’. Pero nunca equivocó su acento ni olvidó su lugar en el mundo”, afirmó Casciari.

Lo que no imaginaba el escritor es que la esposa del futbolista, Antonela Roccuzzo, lo escuchaba al otro lado de la transmisión. Y lo hacía emocionada. Rápidamente buscó la forma de reproducirlo en sus redes sociales, de que su marido lo escuchara, de que estas palabras no se perdieran en la vorágine de las comunicaciones. Y lo logró. Messi lo escuchó.

Sin pensarlo y para la sorpresa de Kusnetzoff y Casciari, el heredero de Diego Armando Maradona les mandó un audio y ahora la emoción la transmitían sus palabras. “Nos pusimos a llorar los dos cuando escuchamos el cuento. Le quiero agradecer y decirle que nos hicieron emocionar”, dijo el múltiple ganador del Balón de Oro. Luego dio las gracias y agregó que “Anto me mostró lo de Hernán, lo que escribió, cómo lo contó, fue impresionante, nos pusimos a llorar los dos porque es algo muy cierto todo lo que cuenta, muy emotivo y quería mandarle un saludo a los dos”.

Las lágrimas de los aludidos lo dijeron todo. Y esa valija que hoy alberga el trofeo más importante de la disciplina le hizo espacio a la humildad de una estrella que jamás olvidó que fue migrante.

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