Faltan apenas 72 horas para el inicio de los XI Juegos Sudamericanos y Cochabamba presenta aún un aire aletargado. Gran parte de los deportistas que componen las delegaciones no han llegado y la verdadera actividad se concentra en las instalaciones deportivas.

Más allá de las suspicacias que continúa generando, a nivel de infraestructuras, la Represa La Angostura, el espacio destinado al desarrollo del esquí náutico, las obras en otros recintos tampoco parecen marchar al ritmo adecuado. Es el caso de la cancha 2 del Complejo Félix Capriles, la llamada a acoger el hockey césped, donde los trabajos se concentran todavía hoy en la superficie de juego. O la del básquetbol 3x3, de cuyo aspecto final sólo puede adivinarse el esqueleto. El Coliseo José Villazón (lucha y judo) o el Grover Suárez (taekwondo y halterofilia), en contrapunto, avanzan, tal y como pudo comprobar La Tercera, a un ritmo más auspicioso.

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La futura cancha de básquetbol 3x3. Foto: Denís Fernández.[/caption]

Los que sí que lucen preparados para la cita son los tres recintos de los Odesur con nombre de presidente; el Coliseo, el Coliseo Polifuncional y el Coliseo Polideportivo Evo Morales.

Para llegar al más grande de ellos hay que desplazarse a Quillacollo, un municipio eminentemente rural situado al oeste del centro urbano y en donde el ritmo -y el paisaje- se vuelven más lánguidos todavía. Varios graffitis con lemas como "Evo Sí" o "Evo, presidente, 2025", engalanan las polvorientas calles que desembocan en el escenario que albergará el básquetbol. Un busto del gobernante, retratado también en la mayoría de las puertas, preside la fachada del edificio, su edificio; el Polideportivo Olímpico Evo Morales Ayma.

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Foto: Denís Fernández.[/caption]

En la vecina localidad de Vinto, tierra de manzanos, se encuentra el Coliseo Evo Morales, una de las sedes de los pasados Juegos Plurinacionales de Bolivia, trasladada ahora al Estadio Félix Capriles, la casa suramericana durante las próximas semanas del fútbol masculino y el hockey césped. Un edificio anexo al estadio, rebautizado como Coliseo Polifuncional Evo Morales, será testigo de la lucha en bádminton y tenis de mesa. "¿Por qué cree que todos los coliseos llevan el nombre de Evo? Porque si se llamara Quillacollo, a secas, no llegaría el dinero. Todo es política", argumenta al respecto Luis Céspedes, taxista y cochabambino de cuna.

En el sector de la costanera, atravesada por el río Rocha, prácticamente seco en esta época del año, también florecen algunas sedes. Y los murales se suceden. "Todos somos Evo", reza uno situado muy cerca de un cartel en que la ciudad sede es presentada como la "tierra de campeones". Aunque como en Iquique, ni siquiera los propios lugareños terminen de encontrar del todo apropiado el sobrenombre. "Es que acá en Bolivia el que quiere ser deportista tiene que serlo por las suyas, con su dinero, nadie le ayuda en nada", protesta Antonio, empleado de un restaurante, antes de señalar la natación como uno de los deportes en los que mayores esperanzas alberga la delegación local.

Y mientras en el sudeste de la ciudad, en un sector bajo dominio militar, la flamante Villa Suramericana -compuesta por 14 bloques de edificios de 12 pisos cada uno que desentonan notablemente con el entorno- aguarda la llegada inminente de las delegaciones, en el viejo centro virreinal los empresarios hacen cuentas alegres. "Está la ciudad media alborotada ya, esperando a que llegue el sábado, porque esto va a traer seguro movimiento económico a la ciudad", asegura, esperanzada, Chela, la octogenaria dependienta de una ferretería situada en la Avenida San Martín, junto a un mural en el que puede leerse el apodo oficial de la urbe: Cochabamba, la ciudad de todos. La sede de los Juegos de Evo. La capital continental del deporte.

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El busto de Evo Morales frente al Coliseo Deportivo Evo Morales. Foto: Denís Fernández.[/caption]

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La futura cancha de hockey césped. Foto: Denís Fernández.[/caption]