Mario Salas recibió en su despedida de San Carlos de Apoquindo el reconocimiento que reclamaba su aporte a la historia de Universidad Católica. "Estoy muy agradecido de toda la gente. Todo esto ha sido hermoso. Tengo solo palabras de  agradecimiento para toda la familia, para este cuerpo técnico. Gracias a todos por lo que pasó. Gracias a ustedes y ojalá que podamos seguir comunicándonos en otro lado", dijo después de la contundente victoria cruzada sobre Palestino.

El Comandante se despojó de la imagen de duro para admitir las sensaciones que lo recorrían en su último duelo en San Carlos de Apoquindo. "Hay cierta melancolía, cierta pena. Lo más difícil ha sido poder ganar, pero toda esta red emocional, conformada por nuestras parejas y padres te contiene. Seguimos todos juntos. No abandonamos el barco", añadió.

Luego recordó los momentos más significativos que atravesó en la UC. "El empate con Iquique fue el más duro (que los privó de obtener el título del Clausura 2015). El partido con Audax (que valió el título del Clausura 2016 para los cruzados), nunca lo voy a olvidar", sentenció.

Salas agradeció el apoyo de los hinchas. "Esta gente cuando quiere levantar al equipo, lo hace. Y es tan fácil, pero a la vez tan difícil", declaró.

También enfatizó en que desde ahora comienza la búsqueda de nuevos desafíos. "Tenemos la idea de seguir trabajando. Esperamos que nos lleguen ofertas, pero hasta el domingo tenemos cierta responsabilidad con el campeonato y esperamos terminar el domingo ganando", afirmó.

Finalmente, reclama su lugar en la historia del club estudiantil. "Creo que el trabajo y el profesionalismo se me ha reconocido. Siento que hicimos historia. Se nos trajo en un momento difícil de la Católica, le dimos un rumbo a la Católica. La pasada por este club no se va a olvidar Trascendimos en Católica, dejamos una gran huella", sentenció.