El compromiso entre las selecciones de Irán y Estados Unidos era observado atentamente por el mundo entero. Y no sólo porque su choque definiría en gran parte cómo quedarían los clasificados a octavos de final en el Grupo B, sino también por los líos externos que rodeaban el encuentro,

Hablamos de la pelea virtual entre los entrenadores Jurgen Klinsmann y Carlos Queiroz y la distorsión de la bandera del país islámico, por parte de la federación americana, que habían encendido la previa y ahora buscaban resolverse en cancha.

Lo que nadie presagiaba, ni cuando el combinado de las estrellas y las rayas dominaba sin contrapeso, era que la apertura de la cuenta sería tan dolorosa (38′). Es que tras un gran cambio de frente y una habilitación de cabeza de Sergiño Dest, Christian Pulisic inflaría las redes y chocaría de frente con el portero iraní, Alireza Safar Beiranvand.

Tan fuerte fue el encontrón entre ambos jugadores, que el futbolista del Chelsea no puso pararse y la celebración de la anotación se remitió al llamado del cuerpo médico. El mismo que ingresó con camilla y todo para atender al delantero, el cual estuvo varios minutos tirado en el césped del estadio Al Thumama.

Lamentablemente para él, tuvo que ser reemplazado en el entretiempo y Brenden Aaronson tomó su lugar. Recordemos que con la apertura de la cuenta, Estados Unidos está clasificando a octavos de final y deja fuera a los del Golfo Pérsico.

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