No es un tema nuevo. Desde antes que Donald Trump ganara la nominación republicana y compitiera directamente con Hillary Clinton, la idea de crear un tercer partido rondaba entre algunos republicanos. Muchos lo criticaban abiertamente y no estaban dispuestos a darle su apoyo.

Y ahora, frente a las diversas discusiones al interior del conglomerado oficialista y con el mandatario acercándose a los demócratas, la posibilidad de dividirse y crear un nuevo partido político se está viendo como una posibilidad real.

Según historiadores, analistas políticos y los mismos republicanos, el partido ha llegado a tal punto que se enfrenta a la amenaza de escindirse.

La elección de Trump sigue molestando dentro de su partido. Según analistas estadounidenses, la cooperación es prácticamente inexistente, "dejando al Presidente y su partido con muy pocas victorias legislativas hasta el momento", señala el diario The New York Times.

El hecho de que se haya aproximado a los demócratas enfureció a muchos conservadores y cuestionó la lealtad política que tiene Trump. Ahora, sus correligionarios se preguntan cuál será la nueva alianza o el cambio de postura que realizará el Presidente.

Además, Trump ha sido un duro crítico de dos líderes clave de los republicanos: el jefe de la Cámara de Representantes, Paul Ryan y Mitch McConnell, líder de la mayoría en el Senado.

Según el Times, a pesar de toda la incertidumbre que ha creado, Trump ha logrado algo que podría redefinir el sistema de partidos que ha regido a la sociedad estadounidense. "Está abriendo una apertura, intencionalmente o no" para la formación de un nuevo conglomerado.

El hecho de que en las internas de su partido no haya tenido el consentimiento de todos los miembros y que muchos lo criticaran abiertamente, cambió la concepción y el paradigma de las primarias. Ahora, podría cambiar el duopolio político que existe en el país.

A pesar de que las barreras para el ingreso de un tercer partido son altas, la agenda de Trump y su origen político podría ayudarlo a construir uno.

Sin embargo, según la revista The Atlantic, no existe evidencia de que el Presidente quiera crear una alternativa a los partidos Demócrata y Republicano, e incluso si lo hiciera, sería sumamente "inadecuado para él". Esto, porque los terceros partidos están desafiados en la política estadounidense a la falta de compromiso ideológico y al propio Trump.