José Ramón Valente: “No están los tiempos para pensar en pedirle más recursos a la ciudadanía”

16/11/2022 FOTOGRAFIAS A JOSE RAMON VALENTE FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Según el economista, el 2,7% del PIB que espera recaudar el Gobierno es "ofensivo para los chilenos", pues "hay tanto espacio para cuidar y usar mejor la plata que ya tiene el Estado".


Dos proyectos de ley para un nuevo pacto fiscal que recaude unos US$8.000 millones, que equivalen a 2,7% del PIB, es lo que anuncia la mañana de este martes el Presidente de la República, Gabriel Boric, en cadena nacional.

Si bien los anuncios y la recaudación se moderaron respecto de la iniciativa rechazada en marzo de este año, existen una serie de cuestionamientos. El economista y exministro de Economía del segundo gobierno de Sebastián Piñera, José Ramón Valente, sostiene que “como están las cosas hoy en el país, donde los ciudadanos hemos entendido que hay, primero, un uso ineficiente de las platas que tiene el Estado, con una cantidad enorme de programas que básicamente están mal evaluados, donde tenemos un nivel de merma producto de corrupción que hemos visto las últimas semanas; la verdad creo que no están los tiempos para pensar en que hay que pedirle más recursos a la ciudadanía, sino que la ciudadanía nos va a pedir, primero, que usemos eficientemente esos recursos”.

En su análisis, cualquier reforma que implica más impuestos pasa por una serie de puntos que deben ser analizados y evaluados.

-“Más bien se podría pensar en cuatro estaciones, y secuenciales, no todas al mismo tiempo. Primero, hay que recobrar confianza y credibilidad, y eso pasa por eliminar los temas de corrupción y mostrarle a la ciudadanía que la plata que tiene el gobierno se está gastando bien. La segunda etapa es la eficiencia del gasto, respecto de la Ocde por ejemplo tenemos mucho más gasto en salarios que el promedio, tenemos un aparato público que está sobredimensionado. Tercer elemento es atacar la informalidad, tenemos tasas de impuestos altas pero que las paga poca gente. Informalidad y evasión serían ese tercer elemento. Y recién el cuarto punto, una vez que hayamos obtenido credibilidad, eficiencia y hayamos eliminado informalidad y evasión, es ver si para las necesidad que queremos cubrir, nos alcanza o no. Ahí recién decidimos si tenemos que subir los impuestos”.

“La idea del gobierno de lanzar un proyecto completo no me hace sentido, me hace sentido avanzar en etapas e ir demostrando que esas etapas se van cumpliendo. No me parece que este pacto deba realizarse de una vez, me parece que secuencial”, dice Valente.

Pero se anunciaron dos proyectos de ley, no es uno...

-No es un tema de los proyectos, es un tema de que demuestren que se recaudó porque se disminuyó la informalidad y la evasión, y una vez que se desmontó, entonces se pueden subir impuestos, eso no es un problema de días, o semanas o meses, sino que de años. Y no es de estrategia legislativa. No creo que estemos hoy en una situación de subir la cantidad de plata que le pedimos a la sociedad chilena.

¿Es realista la meta recaudación de US$8 mil millones o 2,7% del PIB, similar a la del proyecto rechazado?

-No es necesario, es un descriterio y es ofensivo para los chilenos pedirles más recursos sabiendo que hay tanto espacio para cuidar y usar mejor la plata que ya tiene el Estado.

¿No son realistas entonces?

-Más que realistas, insisto, tenemos un problema que sigue estando en la retórica. La vocera hace semanas atrás dijo que no podemos remplazar el impuesto a los súper ricos con un impuesto a la clase media alta. Hay un problema conceptual que no termina de entender el gobierno: no existe un modelo de sociedad con altos beneficios sociales que sólo lo paga el 1% de la población. Existen dos modelos que funcionan: uno es el europeo con beneficios sociales altos e impuestos que pagan todos y beneficios que reciben todos, y que deriva en una baja tasa de crecimiento en el largo plazo. El otro modelo tiene beneficios sociales acotados con impuestos bajos y altas tasas de crecimiento, que es el de Nueva Zelanda, Irlanda y Estonia. El tercero, que plantean ellos, no existe, es una utopía, con altos beneficios sociales que paga el 1%. Eso no existe.

También se habló de medidas proinversión y formalidad, y reducir en un tercio el tiempo de tramitación de proyectos, todo por 0,5% del PIB. ¿Le parece correcto?

-He seguido al ministro Grau, que le ha dado continuidad al proyecto que desarrollé cuando era ministro de Economía, que era el programa GPS. Está perfecto, pero insisto, hagamos eso, veamos si funciona, si hay más crecimiento y después vemos lo de los impuestos. Me parece fantástica esa parte, y hay varios aspectos destacables, como aumentar la formalidad, una menor evasión, e incentivos a la inversión por la vía eliminar burocracia excesiva, lo aplaudo. El problema es que todo eso se mete junto con el alza de impuestos.

Pero no es fácil eliminar programas mal evaluados, ningún gobierno lo ha logrado.

-Eso es cierto, pero lo que ocurre con los programas es que tienen padrinos políticos, y a la hora de eliminarlos o cambiarlos, se oponen. No obstante acá están buscando un gran acuerdo nacional, y el acuerdo debe partir por ahí. La ciudadanía espera es eso, que los políticos se pongan de acuerdo en gastar bien la plata, demuéstrelo, y luego piden más plata.

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