Son dos fenómenos distintos, pero que tienen una estrecha relación entre sí.

Así lo afirmó una reciente investigación realizada por especialistas de la Universidad de Córdoba (UCO) y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), la cual concluyó que los sudores nocturnos reflejan la gravedad de la apnea del sueño.

Para efectuar este trabajo científico, los expertos analizaron los cambios en el metabolismo del sudor para ver sus vínculos con este último padecimiento.

Según informaciones rescatadas por Europa Press, la palabra apnea significa “ausencia de respiración”.

Es precisamente por ello que cuando se habla de este diagnóstico se hace referencia a las paradas en la respiración que las personas que lo padecen enfrentan mientras duermen.

Dicho patrón se manifiesta de forma recurrente e interfiere en cómo llevan su rutina.

Asimismo, sus implicancias en la salud se vinculan con la sensación de ahogo, el cansancio, la somnolencia, además de con la incidencia de trastornos cardiovasculares.

Esos son algunos de los motivos de por qué es necesario consultar con un médico cuando se presentan síntomas.

¿Cómo los sudores nocturnos reflejan la gravedad de la apnea del sueño? Esto dice una nueva investigación. Foto: referencial.

Cómo los sudores nocturnos reflejan la gravedad de la apnea del sueño

Generalmente se tienden a realizar exámenes de sangre u orina para detectar las alteraciones en el metabolismo. Sin embargo, el reciente estudio destaca porque es la primera vez que se demuestra el potencial del sudor nocturno para conocer la gravedad del mencionado diagnóstico.

El equipo a cargo de estos hallazgos estuvo conformado por los investigadores Laura Castillo, Mónica Calderón, Feliciano Priego y Bernabé Jurado.

La primera, quien es presentada como la autora principal, explicó a Europa Press que la ventaja de usar el sudor está en que “es una muestra no invasiva y limpia, ya que al contrario de lo que pasa con la sangre, no tenemos que eliminar proteínas y es mucho más fácil de analizar y detectar los metabolitos”.

Para realizar este trabajo, los investigadores revisaron muestras de sudor de antes y después de dormir, las cuales pertenecían a una serie de personas que padecen apnea del sueño en diferentes grados.

Asimismo, se consideraron muestras de individuos sin el trastorno como grupo de control.

Al analizar los resultados, según Castillo, pudieron ver “cómo el propio metabolismo del sudor avisa de esas alteraciones durante el sueño en las que a la persona le empeora la producción de energía y le aumenta el estrés oxidativo”.

De esta manera, ayuda a evaluar la evolución de este padecimiento y los posibles riesgos asociados.

Junto con enfatizar en la utilidad del sudor, los investigadores determinaron que además es importante considerar el índice de desaturación de oxígeno al momento de hacer un diagnóstico.

Esto, en términos sencillos, debido a que permite conocer el nivel de gravedad de los eventos que se presentan.

En este sentido, afirmaron que el índice de apnea-hipopnea (IAH) que se utiliza actualmente solo considera los episodios de falta de respiración que los pacientes tienen por hora, por lo que “no aporta toda la información de la enfermedad o de la situación del paciente en ese momento”.