Faltan pocos meses para decidir quién ocupará el sillón presidencial y y no hemos visto una propuesta detallada en materia de salud. Llevamos mucho tiempo en discusiones sobre qué tipo de sistema es mejor, comisiones, grupos de trabajo y gobiernos, para desplazar a un segundo plano la discusión sobre el derecho básico de una salud digna.
Una reforma a la salud es compleja y costosa, además involucra muchos actores por lo que, probablemente, sea necesario un acuerdo nacional para resolver los grandes temas pendientes.
En Espacio Público partimos esta discusión hace años, trabajamos en la construcción de propuestas para todo el sistema usando evidencia empírica recogiendo la visión de actores públicos y privados y un detallado diagnóstico de los problemas que aquejan al sector, Estas propuestas difieren en varias dimensiones con las candidaturas.
En primer lugar, la provisión pública necesita urgente una renovación de infraestructura y tecnológica que nos lleve al siglo XXI; especialistas y médicos generales que aborden la creciente demanda. Sin embargo, es fundamental primero corregir los problemas de diseño y gestión, punto que no aborda ninguna candidatura. Proponen buenas intenciones, pero no atacan el problema de raíz.
Espacio Público propuso empoderar a los servicios de salud como coordinadores de la red de prestadores, es decir, que sean los gestores de la atención de salud. Los servicios de salud son los llamados a gestionar y comprar las prestaciones a sus hospitales y no FONASA.

En segundo lugar, las distintas candidaturas están conscientes de la falta de establecimientos de salud y, por lo tanto, están proponiendo construir más. En Espacio Público pensamos lo mismo. No obstante, creemos que primero es esencial empoderar a los hospitales en su calidad de prestadores. Miremos los que tenemos y tratemos de que lo hagan lo mejor posible, que tengan los recursos propios para mantener y reponer su infraestructura y equipamiento médico, que se genere un ajuste en su dotación que responda a las necesidades propias y les permita un control efectivo de sus recursos humanos.

En tercer lugar, en el ámbito de aseguramiento las candidaturas muestran poco. Propuestas que van en la dirección correcta, pero parciales, insuficientes y con poco detalle de implementación, tiempos y recursos involucrados (y el diablo está en los detalles).
En Espacio Público proponemos una reforma en el mismo espíritu de las candidaturas, pero sin echar por la borda la capacidad instalada. El sistema es altamente segregado, discriminando por edad, sexo y condición de salud, relegando a personas más riesgosas a FONASA. La competencia entre Isapres es débil, dada la dificultad para elegir planes. Finalmente, la integración vertical entre Isapres y prestadores limita la competencia dificultando la entrada de nuevos actores.

Proponemos un plan garantizado mínimo de salud de libre acceso, que otorgue protección para toda la población con un precio fijado por un organismo independiente. Proponemos la creación de un mercado de planes adicionales estandarizados y uno de planes suplementarios adicionales. Proponemos una regulación efectiva a la integración vertical.

Estas propuestas representan un paso fundamental para otorgar una salud digna a todos los chilenos, independiente de su edad, sexo o condición socioeconómica. No podemos seguir esperando una salud de calidad. Este es el momento justo para proponer un sistema moderno y de excelencia.