Una rara enfermedad ataca a los canes de la ficticia ciudad de Megasaki en Japón. El alcalde Kobayashi, para prevenir un posible contagio con los humanos, decide desterrar a todos los perros a la isla de la basura, siendo Spots, su propia mascota, el primer exiliado a la soledad.

Entonces Atari, sobrino del alcalde y quien era el verdadero dueño de Spots, pone todo su ingenio en marcha con tal de recuperarlo.

Este es el argumento principal de Isla de Perros, el último trabajo del director norteamericano Wes Anderson en el mundo del stop-motion. La película grabada cuadro por cuadro aporta detalles propios de la cultura oriental, siendo la naturaleza o la espiritualidad elementos que destacan dentro de la obra. Previamente, Anderson había recreado  Fantastic Mr. Fox,  pero esta vez perfeccionó tanto encuadre, colores como iluminación, transformándolos en piezas angulares en su producción.

Isla de Perros necesitó más de 1000 muñecos para recrear este mundo ambientado 20 años en el futuro, siendo lo personajes y el paisaje manipulados por 27 animadores y diez asistentes, todos estos liderados por Tristan Oliver, director de fotografía de Fantastic Mr. Fox y un técnico con amplia experiencia en el cine de animación de este estilo, el cual logró seguir las peticiones del director: todo hecho a mano, con la sensación de que el espectador pueda tocar todo lo que vea; un ejemplo claro de ello son el humo dentro de la cinta, el que era replicado con algodón para darle mayor realismo a las escenas.

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Este largometraje, que revolucionó las salas de cines el primer semestre del 2018, supo mezclar comedia con drama, sentimientos que transmitió gracias al trabajo de un viejo conocido del cineasta, Alexandre Desplat, ganador del Oscar por mejor banda sonora por La Forma del Agua y El Gran Hotel Budapest, quien supo tomar melodías e instrumentos musicales propios del país nipón para jugar con las emociones dentro del largometraje.

Tampoco debemos olvidar el reparto, quienes dieron voz y forma a los personajes. Viejos conocidos como Bill Murray, Tilda Swinton, Edward Norton, Frances McDormand, Jeff Goldblum, junto a figuras que como Bryan Cranston o Scarlett Johansson. Todos estos elementos componen una película de 101 minutos que terminan transformándose en un delicatessen cinematográfico logrando cautivar con una historia cautivadora y llena de emociones, cinta que deben revisar de cara a sus dos nominaciones a los Globos de Oro este próximo domingo 6 de enero.