EE.UU. llega a su tercera final consecutiva

Morgan - gol

Las dirigidas por Jill Ellis se impusieron ante Inglaterra, que perdió un penal que podría haberle dado la igualdad 2-2. En las ganadoras no alineó la polémica Megan Rapinoe, aquejada de una molestia en los isquiotibiales.



La selección de Estados Unidos volvió a hacerlo: por tercera vez consecutiva disputará la final de la Copa del Mundo de fútbol femenino, luego de que en Lyon venciera por 2-1 a Inglaterra.

Lo primero que llamó la atención fue la ausencia de Megan Rapinoe, quien se ha convertido en el personaje central de la competencia debido a sus entredichos con el presidente Donald Trump. La delantera del Reing FC, de la liga estadounidense, no hizo el calentamiento con sus compañeras y ni siquiera se colocó las canilleras; según un portavoz de su federación, su ausencia de la formación inicial no obedeció a ninguna razón disciplinaria. Luego, la propia jugadora aclararía que fue una molestia en los isquiotibiales. "Seguimos la evolución del tendón de la corva día a día, pero siento que estaré lista para la final", dijo.

Pero lo cierto es que, independientemente de las razones de la baja, la reemplazante de Rapinoe, Christen Press justificó su presencia ya a los diez minutos al abrir la cuenta con un violento cabezazo ante un centro de Kelley O'Hara. Apenas pasaron nueve minutos, en todo caso, para que las europeas igualaran en una gran acción colectiva que concluyó en un tanto de Ellen White, quien conectó un envío cruzado de Bethany Mead.

El tanto que sería la diferencia final fue convertido por la estrella Alex Morgan, quien cabeceó un centro medido y en diagonal de Lindsey Horan, completando un marcador que solo incluyó aciertos de alta calidad.

En el segundo tiempo, las Leonas atacaron constantemente, pero se vieron expuestas a algunos contragolpes peligrosos de las norteamericanas. El empeño de las isleñas pudo haber tenido premio en una nueva conquista de White, asistida por la elegante Jill Scott, pero el VAR invalidó la conquista por un finísimo fuera de juego.

Penal desperdiciado

El asunto sería aún más dramático a los 84', cuando otra consulta de video implicó un penal a favor de Inglaterra, pero Stephanie Houghton pateó débilmente hacia el costado derecho de la portera Alyssa Naeher, quien contuvó el lanzamiento sin problemas.

El tramo final, que incluyó siete minutos de tiempo agregado, no le alcanzó a Inglaterra para volcar un encuentro en que la historia pesó demasiado: las estadounidenses han sumado tres coronas mundiales y ahora disputarán su quinta corona. En las copas 1995, 2003 y 2005 terminaron muy mal: terceras.

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