Dueña de Hotel Nippon: “El Minsal sabe que fuimos residencia sanitaria y no nos ha pagado”

Patricia Vidal, dueña de Hotel Nippon.

Patricia Vidal cuenta que entre marzo y junio el hotel fue habilitado como residencia sanitaria. Firmó un contrato con el Estado y asegura que el Minsal no ha cumplido sus compromisos, pues a poco de acabar el año, aún no reciben los pagos por los servicios prestados.


En los noventa, el Hotel Nippon era uno de uno de los principales lugares en Santiago donde se hospedaban los empresarios y turistas japoneses. Ubicado en la calle Barón Pierre de Coubertin, en Providencia, y con 36 piezas, el recinto, al cierre del 2020, se encuentra en una polémica con el Estado. Sus dueños acusan que el recinto se encuentra en una complicada situación financiera debido a que el Ministerio de Salud adeuda $240 millones desde junio de este año, cuando sus dependencias fueron utilizadas como residencia sanitaria por la pandemia del Covid, siendo uno de los primeros hoteles en ser habilitado para ello en marzo.

En conversación con La Tercera PM, Patricia Vidal (62) -dueña del hotel y esposa de Masamoto Saotome (71)- cuenta cómo han debido sortear la crisis sanitaria y prevé un difícil 2021 para la industria del turismo por las restricciones de movilidad. También cuestiona al ex subsecretario de Salud, Arturo Zúñiga, con quien hicieron el acuerdo para colaborar como residencia sanitaria.

Además, asegura que debido a la situación del turismo y la millonaria deuda que sigue pendiente, el próximo año podría peligrar el futuro del hotel. “Todavía no nos empiezan a cobrar los créditos que pedimos y no nos queda mucha holgura. No sé si vamos a aguantar tres meses más, pero no podemos seguir en esta situación”, advierte.

¿Cuándo firmaron el contrato con el Ministerio de Salud para recibir pacientes Covid?

Nosotros operamos con Mercado Público y ya estábamos bien dañados después de la crisis social de octubre. Esto surge en una de esas conversaciones en la que andábamos buscando clientes. En marzo los llamamos y nos comentaron que iban a comenzar a necesitar residencias sanitarias. Estábamos súper disponibles a hacerlo. Nos dijeron que debíamos cumplir una serie de requisitos y empezamos sin tener claridad de las tarifas y sin tener contrato de por medio, porque pensamos que iba a ser todo por Mercado Público, por donde siempre habíamos trabajado con el gobierno. Pero dada la contingencia, teníamos que hacer un contrato directo. Nos pusieron condiciones con precios muy bajos, pero era eso o nada y lo aceptamos. Contratamos personal. Equipo y material clínico en ese minuto. Las mascarillas -por ejemplo- subieron de precio de $1.500 una caja a $30.000. Compramos ropa especial y contratamos una lavandería clínica. Los contratos los firmamos en mayo.

¿Qué cláusulas tiene el contrato?

Es un contrato genérico con todos los hoteles chicos. Sí exigía muchas cosas que un hotel normal no tenía. Exigían que las comidas fueran a la habitación, porque la gente que llegaba no podía salir. También pedían que la lavandería fuera clínica y especializada en desinfección. En los contratos se pedía que le diéramos dos a tres litros de agua para beber a los pacientes. El contrato decía que se pagaba a 30 días.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde el último pago?

La primera factura se emitió los primeros días de mayo, que era el periodo de marzo y abril. Se tenía que pagar en junio y estamos en diciembre y no hemos recibido ese pago. Trabajamos desde marzo a junio. Atendimos a unas 900 personas mensuales, y luego de que le quitaran este tema de las residencias sanitarias al ex subsecretario de Salud Arturo Zúñiga, tuvimos que hacer un nuevo contrato con la Seremi de Salud. En junio nos bajaron los precios aún más y el 24 de julio nos dijeron que se acabó todo.

¿Cuánto más les pidieron que bajaran los precios?

En un principio la cotización original establecía un monto de $90 mil pesos diarios por pasajero. Después ellos fijaron el monto en $57 mil y nos dijeron que iban a arrendar todo el hotel, pero cuando mandaron el contrato en mayo cambiaron las condiciones. En ese momento, nos dijeron que pagarían solo por lo ocupado. Después, cuando llegó la seremi en julio, bajaron el monto a $50 mil. Nosotros como Hotel Nippon, hacíamos aseo todos los días con doble turno. Más la gente de recepción y seguridad que teníamos que debía estar las 24 horas y los siete días de la semana. Teníamos un montón de gente contratada para esto. Preparábamos comidas cuatro veces al día, incluso por orden médica nos pedían dietas especiales para embarazas o enfermos crónicos además de comidas étnicas. Se preparaban a diario y servían en la habitación de acuerdo a los protocolos sanitarios. Escuchábamos historias de pacientes y personal médico que en otros lugares se hacía aseo una vez a la semana o les dejaban bandejas de plástico con las 4 comidas del día en la mañana, por ejemplo. Era súper complicado de operar. Teníamos unas 40 personas trabajando.

¿Con quiénes tenían asignado hablar con el Minsal?; ¿Qué les han respondido?

Firmamos el contrato con Arturo Zúñiga y nunca contestó. No aceptó darnos una reunión por Ley de Lobby. Él firmó el contrato y era el responsable de este tema. Nunca nos contestó nada, ni nos quiso recibir. Lo llamé y nunca nos contestó el celular. Le envié correos a su secretaria y asistente. Fuimos para allá. Tratamos de buscarlo un montón de veces. Me imagino que si él firmó el contrato, debió haber dado la cara, pero como somos una empresa chica, les da lo mismo. Eso no puede ser. Hoy estamos hablando con la Jefa de Presupuestos y Finanzas del Minsal, Andrea Hidalgo. Ella también dejó de contestarnos. El problema es que vas para allá y te reciben, pero te dicen: no tengo nada que hacer. Entonces, nunca sabes en qué manos estás. Tampoco sabes quién te puede ayudar. Le escribimos hasta al ministro Enrique Paris.

¿A cuánto asciende el monto que adeuda el Minsal al hotel?

Son $200 millones, más IVA. Son cerca de $240 millones. Emitimos dos facturas y tuvimos que pagar todo el IVA contra nada. Entonces, igual hay un saldo que no hemos facturado. No tenemos plata para pagar el IVA. Hoy nos deben cuatro meses: marzo, abril, mayo y junio. Hoy estamos muy complicados porque nos financiamos con créditos y no hemos vendido nada por la pandemia. En junio levantamos un reclamo en la Contraloría General de la República y en su dictamen le ordena al Minsal a pagar las facturas pendientes y no hemos tenido respuesta. Les da todo lo mismo.

¿Conocen otros hoteles que estén en la misma situación?

Sí, casi todos los hoteles que fueron residencias sanitarias están en la misma situación. Son hoteles chicos. Leí en el diario que el Hotel Radisson y Espacio Riesco llegaron a un acuerdo. Son empresarios grandes.

¿Ejercerán acciones legales en contra del Minsal?

No queremos hacerlo, porque sería dilatar más este tema. Uno confía en el Estado y en el gobierno cuando presta sus servicios y firma un contrato, pero ahora no lo descartamos. No queremos llegar a esa instancia. Queremos resolverlo antes. No tenemos nada ni una reunión fijada para resolver el problema. Ellos vinieron varias veces a inspeccionarnos. Vinieron de la Secretaría General de la Presidencia y de la Contraloría. El Minsal sabe que fuimos residencia sanitaria y no nos ha pagado.

¿Qué pasa si no les pagan pronto?; ¿Corre riesgo la viabilidad del hotel?

Sí, porque con la Fase 2 y con la frontera cerrada, la industria del turismo está en el suelo. Estamos en una situación crítica. Qué lata que tengamos que quebrar porque el gobierno no cumplió con sus compromisos. Si la situación sigue así de desastrosa, el próximo año tendríamos que tomar medidas muy drásticas. Tuvimos que despedir a un montón de gente cuando se acabó el tema de las residencias sanitarias, pagando los finiquitos que corresponden y eso fue agrandando nuestra deuda. No sé si vamos a aguantar tres meses más, pero no podemos seguir en esta situación.

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