Hoyos todavía cobra en el CDA: la U le paga la última cuota de un finiquito por $ 800 millones

El estratega argentino-boliviano fue desvinculado en abril de 2017, cuando el equipo cayó goleado frente a Cruzeiro (7-0), pese a que aún le restaban casi 19 meses de contrato. Antes de fin de año recibirá $ 40 millones que culminan su indemnización.


El 14 de julio de 2017, en la sala de conferencia del Centro Deportivo Azul, un emocionado Ángel Guillermo Hoyos tomó la palabra. Pocos minutos antes, en el segundo piso del CDA, el estratega argentino había firmado su extensión de contrato hasta diciembre de 2019. El mismo que había llegado seis meses antes, periodo en el que consiguió el Torneo de Clausura, aseguraba su permanencia por los próximos 36 meses, considerando que aún le restaba medio año del primer vínculo.

“Personalmente se lo dije a unos chicos que se fueron: es muy difícil estar en una institución con la magnitud y el sentimiento que tiene la U. Agradezco desde Carlos (Heller) hacia abajo, a toda la gente que pertenece a la institución, que trabaja con amor, con sentimiento, y eso lo hace un club único que no te quieres ir. Este es uno de los momentos más especiales de mi vida”, dijo el estratega que algo de calma le entregó al club tras los pasos de Víctor Hugo Castañeda y Luis Musrri.

Las negociaciones para extender su contrato no presentaron mayores complicaciones. Sí hubo voces disidentes entre los directores, quienes aseguraron que 24 meses de extensión del contrato era un periodo demasiado amplio. Ronald Fuentes, por ese tiempo gerente deportivo, manifestó que no era buena señal firmar un vínculo por esa extensión. “El fútbol es demasiado cambiante”, se escuchó decir a un director. “Ya nos clasificó a la Libertadores del próximo año. No hay cómo echarlo”, repetía otro miembro de la mesa.

Hoyos, como arma de negociación, aseguraba tener una oferta de la Selección de Ecuador, que de alguna manera apuró la negociación por cerrar su estadía en La Cisterna. Discusiones más o discusiones menos, la U salió a gritar con mucho orgullo la continuidad del estratega.

Guillermo Hoyos

Lo cierto es que la historia de Hoyos, apenas puso la firma de renovación en la U, tuvo un vuelco radical. Poco a poco el equipo fue cayendo en un pozo futbolístico. Las relaciones que existían con el DT también comenzaron a dañarse. Por ejemplo, en la memoria de los exmiembros del club está latente que el transandino empezó a sentirse perseguido. A tal punto que comenzó a restarse de las reuniones de comisión fútbol, en la que meses atrás se abría a entregar detalles de cómo estaba preparando el equipo para los duelos de fin de semana. Les dijo a varios, en su cara, que ya no confiaba en nadie del club.

Sus respuestas durante las conferencias de prensa fueron mutando. Se notaba molesto. “Creo que la gente demostró una vez más que a muchos les duele que la Universidad de Chile esté peleando todo”, fueron una de sus respuestas tras la caída del segundo semestre. “Hay que analizar las cosas y tratar de encontrar lo mejor para el equipo. Yo no tengo ninguna crítica hacia lo mío, ustedes piensan que yo tengo que criticar, y yo pienso que no. Lo que le tenga que decir a los chicos se los diré yo, por más que ustedes me maten de lunes a lunes” señalaba el cordobés.

Menos de 12 meses después de haber renovado con Azul Azul, el 27 de abril de 2018, Carlos Heller, por ese entonces presidente, informó visiblemente afectado la salida del estratega desde Brasil. La historia de amor llegó a su fin. Esa misma noche, los azules habían caído por 7-0 frente a Cruzeiro. Días antes habían sumado la humillante derrota por 6-1 frente a Unión La Calera y Colo Colo (1-3).

Una imagen del partido entre Cruzeiro humilló a la U por la Copa Libertadores, en 2018. Los brasileños ganaron 7-0, resultado que marcó el despido de Hoyos. FOTO. Archivo.

“Después de muchas reuniones, el directorio presente tomó la determinación de prescindir los servicios de Hoyos. Uno trata de que se completen los procesos, pero con resultados de esta magnitud no nos queda otra determinación que tomar”, comentaba Heller.

La salida del estrega no fue para nada fácil. Fueron intensas negociaciones, en las que el círculo del entrenador no quiso resignar dinero. Así lo reconocen a El Deportivo algunos de los miembros que participaron en las conversaciones. Hoyos exigió que se le pagara lo que le restaba de contrato, que correspondía a 19 meses.

Y tras idas y vueltas entre ambas partes, finalmente se acordó firmar un acuerdo que estipulaba que el cordobés dejaba la banca azul previo pago de $ 600 millones. Con impuestos, sin embargo, esa suma llegaba casi a los $ 800 millones. Se pactó en cuotas. El duro golpe a las arcas azules que ya venían alicaídas por malas decisiones en lo deportivo fue fuerte. “Fue una negociación complicada. Se pactó pagar en cuotas. Hubo un gesto de Hoyos, pero fue mínimo”, dice un miembro de la concesionaria de aquellos años

Hoy, 1.692 días después del despido de Hoyos de la U, casi tres años y medio, los azules pagarán la última cuota de la salida de un técnico que dejó solo un título, en 2017. En diciembre, el ex técnico de la selección boliviana recibirá su último pago por lo que significó su paso por la U: $ 40 millones de pesos. De esta manera, se acaba efectivamente el paso de Ángel Guillermo Hoyos por Universidad de Chile. Se acabó la historia azul del técnico que estuvo en el último título del club en el torneo nacional, pero que también protagonizó las dos peores caídas de la década, de forma consecutiva.

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