La inesperada advertencia de Cristina K: “La verdadera reforma judicial no es la que vamos a debatir este jueves”:

Argentinos protestan contra la reforma judicial y contra las políticas de cuarentena para contener el Covid-19, en el Obelisco en Buenos Aires. Foto: Reuters

De cara a nuevas protestas contra el proyecto oficialista y su debate en el Senado, la Vicepresidenta le resta importancia al texto y sostiene que el país ya ha tenido dos grandes reformas judiciales, una durante su gobierno y una "de facto" realizada por Macri.


En la antesala del debate que se dará mañana en el Senado argentino sobre la polémica reforma judicial que promueve el gobierno de Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández intentó bajar el tono a las críticas al proyecto. El lunes pasado se llevaron a cabo masivas manifestaciones en contra de la reforma y para hoy también se prevén nuevas protestas. Por eso, Cristina K quiso aclarar que la reforma no es tan significativa como las otras dos que ya se han llevado a cabo, una durante su gobierno y otra en el de Mauricio Macri: “Sinceramente creo que el país todavía se debe una verdadera reforma judicial que no es la que vamos a debatir este jueves”, dijo la exmandataria en un escrito publicado en su página web.

Según la vicepresidenta, el proyecto que se debatirá mañana ha sido titulado “erróneamente Reforma Judicial” porque, según su visión, en los últimos 20 años “solamente ha habido dos reformas judiciales”. De esta forma, Cristina K entró en el debate por la reforma, provocando aún más ruido para su propio gobierno.

Reforma de Cristina y de Macri

Según explicó la exmandataria, una de estas reformas es la que impulsó su gobierno en 2013, que fue aprobada por el Congreso y que luego “fue dejada sin efecto por el propio Poder Judicial al afectar sus privilegios”. La segunda “fue una reforma realizada de facto, sin ley y contra la Constitución” realizada por Macri en 2015. La expresidenta criticó que se trató de una “reforma de facto operativizada únicamente sobre la Justicia Federal Penal de la Capital Federal, más concretamente sobre los tribunales de Comodoro Py, y con el oscuro objetivo de perseguir y encarcelar opositores políticos y empresarios. A algunos de estos últimos para despojarlos de sus empresas y a otros para saldar cuestiones comerciales o hasta personales”.

En ese sentido, denunció la existencia de “una mesa judicial” en el gobierno de Mauricio Macri para “digitar causas judiciales”.

“Lo que hizo (Cristina) fue darle una respuesta a la movilización y diciendo que en realidad la reforma judicial es más bien inocente, que lo real es lo que pasa por otro lado. Dice que Macri hizo una reforma de facto, sin mandar una ley y que en realidad esa es la reforma que hay que revertir. No está menospreciando la propia reforma judicial, sino que está diciendo: ‘no hagan tanto lío por eso', porque pone en el foco a Macri”, explica a La Tercera PM el analista político argentino Carlos Fara.

Según sostiene el diario La Nación, la evaluación que hicieron desde el entorno del Presidente a las palabras de Cristina es que la vicepresidenta “buscó bajarle el tono” a la disputa con la oposición, y que de hecho habría un diálogo abierto con opositores para que se sienten a la mesa a negociar.

“No es una reforma integral, sino que es parcial. En ese punto, es lógico lo que dijo Cristina. Esto no trae ruidos internos, sino que es un mensaje a la oposición”, indicaron desde el oficialismo al medio argentino. Eso sí, la deuda para Cristina en este proyecto se referiría a la ampliación de la Corte y otros cambios que impulsa la vicepresidenta y que no están en esta reforma, según detalla Clarín.

Cristina Fernandez

“Controlar la justicia”

El proyecto de Alberto Fernández propone un reordenamiento y una ampliación de la justicia federal en todo el país. Contempla la unificación de los fueros Criminal y Correccional Federal y el Penal Económico, la duplicación de los juzgados federales y la designación de un consejo de expertos para que asesore al Poder Ejecutivo sobre el funcionamiento del sistema. También cuenta con un polémico artículo que obligaría a los jueces a denunciar posibles presiones recibidas en sus funciones por los “poderes mediáticos”.

La oposición, agrupada en la coalición macrista de Juntos por el Cambio, ha criticado fuertemente el proyecto. Ha declarado que el proyecto busca “controlar la justicia”, rechazan la designación de algunos abogados como integrantes del Consejo Consultivo que asesorará sobre la reforma, puesto que se han desempeñado como abogados defensores de exfuncionarios kirchneristas acusados por presuntos hechos de corrupción. Para Juntos por el Cambio, estás medidas buscan la impunidad de Cristina, sus hijos y otros exfuncionarios kirchneristas en las causas en que están procesados.

La iniciativa será debatida por el Senado, en donde se espera que sea aprobada, y luego pasará a la Cámara de Diputados en dónde el objetivo del oficialismo corre más riesgos. El frente de Juntos por el Cambio adelantó que no dará quórum para el debate en la Cámara de Diputados.

#26ATodosAlCongreso es el hashtag que circula en redes sociales para manifestarse hoy a las afueras de distintos edificios gubernamentales, en contra del proyecto de reforma judicial.

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