Las cuentas alegres de los republicanos tras la acusación constitucional: ¿Por qué arremetieron contra Jackson y no Montes?

La bancada del Partido Republicano. FOTO: DEDVI MISSENE

Desde la tienda de José Antonio Kast impulsaron un libelo contra el ministro de Desarrollo Social, pese a que hace un mes habían dicho que también estudiaban antecedentes sobre el titular de Vivienda, en ambos casos, por los líos de platas entre fundaciones y reparticiones públicas. Hasta ahora, las cuentas son positivas respecto de la acción acusatoria.


Fue un tema obligado este miércoles en los almuerzos de bancada del Congreso Nacional. El anuncio de este martes del Partido Republicano de impulsar una acusación constitucional en contra del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson (RD), logró alinear rápidamente a la derecha luego de que la UDI, RN e incluso Evópoli -reacio a utilizar esta herramienta- anunciaran su apoyo.

De ahí que durante esta jornada los cálculos que hacían en el partido de José Antonio Kast eran positivos. No solamente unió a la derecha -que estaba dividida con conflictos internos tras la fallida acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila-, sino que también se logró fijar un objetivo en común como oposición, en medio de la crisis que afecta al gobierno por la investigación de transferencias desde entidades públicas a fundaciones.

El diagnóstico que tenían en republicanos es que un libelo contra Jackson despertaba apoyos no solo en la derecha, sino que también en fuerzas de centro. Por lo mismo, el partido presidido por Arturo Squella sacaba cuentas alegres por haber sido los primeros en anunciar la acusación a una figura que, a juicio de los republicanos, vive un complejo momento político, en que incluso voces oficialistas ponen en duda su defensa.

Pese a que los republicanos anunciaron el 4 de julio que iban a estudiar los antecedentes de un libelo contra Jackson y el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes (PS), fue este martes -tras el almuerzo de bancada al que acudió el brazo derecho de Kast, Cristián Valenzuela- que se inclinaron por arremeter directamente contra el primero y no contra el segundo.

Las cuentas alegres de los republicanos tras la acusación constitucional: ¿Por qué arremetieron contra Jackson y no Montes? En la image, Cristian Valenzuela.

Fueron dos los cálculos que se hicieron. Primero, estuvo sobre la mesa el que un libelo en contra de Jackson tiene mayores probabilidades de ser exitoso. La primera señal se dio el 2 de agosto, cuando la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó un proyecto de acuerdo en que se le pedía al Presidente Gabriel Boric solicitarle la renuncia. La moción no solo fue apoyada por la oposición, sino que también por referentes del oficialismo, como el diputado Raúl Soto (PPD).

Con el pasar de los días hubo otros antecedentes que hicieron crecer la convicción de que Jackson tenía responsabilidad política en el caso de los líos de platas, como la revelación de que el Consejo de Auditoría Interna General del Gobierno definió no reportar las transferencias, en momentos en que la Segpres -cartera de la cual depende- era liderada por el exdiputado RD. A ello se agregó el hecho de que la tarde de este martes, en la subcomisión de presupuesto del Senado, el ministro reconoció irregularidades en su cartera en Atacama y en Antofagasta.

Un factor que también tuvieron a la vista fue la mala evaluación que el jefe de Desarrollo Social mantiene en las encuestas -la encuesta Cadem de este lunes dio cuenta de que un 56% asociaba a Jackson con la crisis de las fundaciones-, como también los anticuerpos que despierta Jackson en el Congreso, especialmente en el Senado y en grupos del oficialismo, a diferencia de Montes, que es incluso respetado en la derecha.

El segundo cálculo que tuvo en cuenta la bancada republicana para no tocar a Montes fue que consideraron que este, a diferencia de RD, hizo más diligencias en torno a la crisis, cuestión que desmienten desde Desarrollo Social. Además, tal como lo plantearon en las últimas semanas, el partido de Kast sindica a Jackson como la figura involucrada en el caso con mayor responsabilidad política, al ser fundador de RD -partido en el cual militan las tres personas asociadas a Democracia Viva cuando estalló el caso-.

“En el caso de Montes, veo que tuvo una actitud distinta cuando se acercó a la fiscalía. Tenemos que seguir analizándolo, pero creo que Montes puede tener alguna responsabilidad, pero no hay que olvidar que es un ministro socialista que lo invitaron a participar de un ministerio completamente dominado por RD, que son los que han participado de esta máquina. En el caso de Montes tenemos que ser más prudentes”, dice el subjefe de bancada del Partido Republicano, Agustín Romero.

Y agrega que “el ministro Montes, no sé cómo sigue siendo ministro, no sé cómo no ha renunciado, siendo que es una figura importantísima de la transición, un diputado, un senador de una estatura. Para nosotros es de una estatura similar a un Gabriel Valdés”.

Mientras que el diputado republicano Juan Irarrázaval explica que “lo que hoy día urge es sacar al ministro Jackson. Fue un facilitador del caso convenios, más allá de que haya explotado en el Ministerio de Vivienda. Creemos que el ministro Jackson está en la raíz de eso”.

La idea de los republicanos es insistir con la acusación constitucional, incluso si Jackson sale del gabinete. Esto último es algo a lo que Chile Vamos no está dispuesto.

El diagnóstico que existe en la tienda de Kast es que se apruebe o se pierda la acusación, el partido saldrá exitoso. Primero, porque si se gana el libelo serán los republicanos los que aparezcan como autores, ganando en la competencia interna que hacen con la UDI por ser la oposición dura.

Mientras que si se pierde, Jackson seguirá en el gobierno, lo que repercutirá en que continuarán los problemas para La Moneda, porque la opinión pública vería con resistencia, dicen los republicanos, que Boric siga manteniendo un ministros que es cuestionado.

Otro escenario que ven como victoriosos los republicanos es forzar una salida de Jackson. Pese a que el propio ministro y la vocera de gobierno, Camila Vallejo, dijeron que no va a renunciar, una alternativa es que la acusación promueva un cambio de gabinete más amplio, lo que les daría un golpe al Ejecutivo y una victoria a los republicanos.

Las cuentas alegres de los republicanos tras la acusación constitucional: ¿por qué arremetieron contra Jackson y no Montes. FOTO: DEDVI MISSENE

Las diferencias en la derecha

Si bien Chile Vamos anunció su apoyo, lo cierto es que la acusación despertó molestias en la UDI, RN y Evópoli. Primero, porque todos se enteraron por la prensa, ya que la tienda de Kast no consensuó con el resto de la derecha el anuncio.

Mientras que en segundo lugar recuerda al fantasma de la fallida acusación constitucional contra el ministro Ávila. La molestia es que ese libelo en la derecha creen que fue improvisado, y por lo mismo no quieren volver a repetir ese escenario, que le provocó una profunda derrota a la oposición.

En esa línea es que no se conocen los argumentos jurídicos, lo que provoca dudas en la UDI y RN. De ahí que estos dos partidos anunciaron ayer que pusieron a sus abogados a disposición para ayudar a redactar el escrito.

Particularmente generó dudas que algunos republicanos aludieran en la acusación al episodio del Consejo de Auditoría cuando Jackson era ministro, en circunstancias de que la actual Constitución menciona que solo son acusables los ministros luego de tres meses expirado su cargo, y Jackson dejó la Segpres en septiembre del 2022. Este punto se lo hizo ver RN a los republicanos.

Por eso es que al cierre de esta edición los partidos de Chile Vamos iban a abordar el libelo que se presentará este lunes 14 de agosto.

“Vamos a tener una reunión toda la bancada de RN para ver el tema. Queremos ver cuáles son los fundamentos de la acusación constitucional. Las acusaciones tienen que tener una seriedad”, dice la diputada Ximena Ossandón (RN).

Además, en otros sectores de derecha también hubo tensiones. Desde el Partido Social Cristiano las diputadas Francesca Muñoz y Sara Concha dijeron que iban a apoyar, pero plantearon dudas de que fuera una estrategia de los republicanos para distraer a la opinión pública en medio de las críticas a sus enmiendas en el Consejo Constitucional.

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