Las íntimas confesiones de J.A Kast a consejeros de Chile Vamos

José Antonio Kast (Partido Republicano). FOTO: FRANCISCO CASTILLO / AGENCIAUNO

El martes de la semana pasada el exabanderado se sumó de manera sorpresiva a una reservada reunión que sostenían representantes de su partido con esa coalición de derecha. En la cita, en la cual se estaba intentando llegar a consensos sobre las enmiendas ingresadas al órgano redactor, el excandidato transmitió que está dispuesto a que su colectividad flexibilice sus posturas. La idea de dejar fuera al PC de un acuerdo, eso sí, empieza a permear en la derecha.


Hubo un silencio cuando apareció. El martes de la semana pasada, mientras consejeros republicanos y de Chile Vamos estaban reunidos en la sede de Ideas Republicanas, José Antonio Kast se sumó, sorprendiendo a los presentes.

Pasadas las 19.00 de ese día, representantes de derecha del órgano redactor de la comisión de Derechos estaban discutiendo en qué enmiendas podrían llegar a consensos, cuando Kast pasó a saludar. Nadie de los asistentes de Chile Vamos sabía que el exabanderado estaba en el inmueble, en el que también están las instalaciones de la colectividad que encabeza Arturo Squella.

Aunque las citas entre republicanos -que controla 22 de los 50 escaños del Consejo- y Chile Vamos -que posee 11 escaños- se han hecho recurrentes en los últimos días, debido a que ambos sectores logran el quórum necesario para aprobar las normas, lo cierto es que se han mantenido con sigilo y la presencia de Kast llamó inmediatamente la atención.

El exdiputado estaba de buen humor. Saludó uno a uno a los presentes -estaban los consejeros republicanos Sebastián Figueroa, Jorge Ossandón, mientras que de Chile Vamos participaron Germán Becker, Carlos Recondo, Arturo Phillips, Pilar Cuevas y los comisionados de ese sector Bettina Horst y Teodoro Ribera, entre otros asistentes- y luego se sentó en una de las sillas de la sala en las que estaban reunidos.

Kast no desaprovechó la oportunidad de mostrar su postura respecto del Consejo. Esto, en un contexto en que los republicanos presentaron casi 400 enmiendas, de las cuales varias han sido duramente cuestionadas por el oficialismo e incluso por sectores de Chile Vamos, que acusan que son “identitarias”.

Por lo mismo, varios creen que si el nuevo proceso constituyente fracasa está en juego el proyecto político republicano y el liderazgo de Kast.

Las enmiendas del Partido Republicano.

Los recados

Durante la reunión, Kast no escondió que quiere que el nuevo texto constitucional elaborado por el Consejo se apruebe. Por lo mismo, compartió con los presentes que inició una gira por el país para defender el proceso y las enmiendas republicanas.

En la cita, según presentes, el exabanderado sinceró que su periplo responde a intentar convencer a su militancia más dura, que se resiste a una nueva Constitución y está predispuesta a rechazar.

Así, explicó que parte del mensaje que ha entregado a los suyos es que el proceso se está desarrollando de buena manera y que están logrando instalar sus ideas.

Kast, con un ánimo distendido, instó a los presentes a alcanzar acuerdos en la derecha para sacar adelante el nuevo proceso. En esa línea, recalcó que su partido está dispuesto a flexibilizar sus posturas.

En ese momento surgieron algunas preguntas. Uno de los dirigentes de Chile Vamos consultó por qué ingresaron la enmienda que permite que personas mayores de 75 años o que padezcan enfermedades terminales puedan cumplir sus penas en su domicilio. La indicación generó revuelo en el oficialismo, porque se leyó como un perdonazo a los presos de Punta Peuco. Kast, explicó que esa norma y las otras consideradas como “más complejas” intentaron dar respuesta a las iniciativas populares de norma presentadas por la ciudadanía. En esa línea, agregó que varias de las enmiendas ingresadas pretenden generar adhesión en cierto electorado.

Acto seguido, dijo que no están dándose gustos personales y confidenció que ha sostenido varios encuentros con sectores más duros para flexibilizar esa y otras enmiendas. También mostró apertura para normas de paridad.

Así, enfatizó en que al interior de la derecha pueden llegar a consensos. “Son unos cuatro o cinco temas en los que no estamos de acuerdo”, señaló.

“Qué bueno que había menos líneas rojas que las que todos creíamos”, le respondió uno de representantes de Chile Vamos, desatando algunas risas de los asistentes, ya que varios encontraron que Kast estaba en una postura más receptiva que los propios consejeros republicanos que estaban sentados negociando los acuerdos en las indicaciones.

Pero el líder de republicanos no se quedó ahí. Según al menos tres presentes, el exabanderado transmitió que había que conseguir que sectores de centro -como Amarillos y Demócratas- se sumaran a la idea de aprobar el texto constitucional.

El Consejo Constitucional. VICTOR HUENANTE/ AGENCIAUNO

¿Marginar al PC?

“No tengo duda de que el PC ya optó por el rechazo y lo honesto sería que lo transparentaran”, dijo a inicios de esta semana el consejero republicano Antonio Barchiesi. La respuesta de los representantes comunistas, en todo caso, fue acusarlos a ellos de no querer ceder en sus posturas.

Las palabras de Barchiesi, según reconocen dirigentes del partido fundado por Kast, responden a la estrategia que se ha trazado la colectividad sobre el proceso constituyente. Tal como publicó La Tercera hace unas semanas, los republicanos están convencidos de que el mejor escenario para aprobar el texto es que los sectores más de izquierda del oficialismo se terminen restando del proceso. Esto, agregan, permitirá con mayor facilidad que el electorado de derecha se sume para aprobar el texto.

Esa idea, sin embargo, ya no está encapsulada entre los republicanos, sino que también se han ido plegando -en privado- consejeros y comisionados de Chile Vamos.

En el sector está permeando la postura de que igual se puede aprobar el texto en el plebiscito dejando fuera a los sectores más duros de izquierda. “Ojalá se baje rápido el PC”, dice en privado un consejero de Chile Vamos, argumentando que de esa forma sería más fácil que la derecha “más dura” apoye el proceso.

Así, varios creen que hay que privilegiar en el Consejo solo los acuerdos al interior de la derecha -ya que entre ambos sectores tienen los votos necesarios para aprobar las normas- y de esa forma forzar a la izquierda a que se reste del proceso. Esa postura, en todo caso, es resistida por algunos consejeros, quienes creen que si se restan los partidos de gobierno no tendrán el porcentaje necesario para aprobar el nuevo texto constitucional.

Por lo mismo, la serie de encuentros que han sostenido en la derecha son relevantes. El Consejo ya inició la discusión en particular de las indicaciones y el próximo 28 de agosto se espera que se comiencen a votar. El tiempo para tomar definiciones se agota.

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