Después de verse forzado a renunciar a la presidencia boliviana en 2019, Evo Morales ha estado construyendo liderazgo más allá de las fronteras de su país. Desde abril, el líder indígena ha puesto sus esfuerzos en la creación de una plataforma sudamericana de movimientos sociales, en miras a una América Plurinacional: la Runasur.

El organismo, con sede central en Cochabamba, anunció una reunión para el 20 y 21 de diciembre en la ciudad peruana de Cusco, según anunció Morales en sus redes sociales. El Segundo Encuentro de los Pueblos del Abya Yala -el nombre más antiguo para referirse al continente americano- se realizará con el apoyo del Presidente peruano Pedro Castillo, y tiene por fin “la reconstitución de la América Plurinacional de nuestros ancestros”.

Alberto Fernández, Evo Morales, Álvaro García Linera, Rafael Correa, Liliana Rossbach y Alfredo Serrano Mancilla, durante la presentación del libro "Evo: Operación Rescate", en la embajada de México en Buenos Aires. Foto: AP

La convocatoria fue anunciada en la reunión de la Comisión Técnica de la Runasur, que tuvo lugar esta semana en Buenos Aires. El organismo pretende darle una nueva vida a la Unasur, que tuvo sus mejores días a principios de la década pasada, y que desde 2018 se encuentra virtualmente inactiva.

Unasur de los pueblos

La historia de Runasur, también conocida como la Unasur de los pueblos indígenas, comenzó el 25 de abril, cuando el exmandatario boliviano la anunció en miras a unir a los 12 países de América del Sur. “La Runasur tiene una meta: unir a los movimientos sociales -sean indígenas, obreros, de la clase media y magisterios- con profesionales intelectuales, y la meta es luchar para una verdadera liberación de toda América plurinacional de los pueblos para los pueblos”, señaló Morales en ese entonces.

En su constitución, se señaló que el organismo sería de carácter anticolonialista, antiimperialista, anticapitalista, y soberano, además de definir una primera resolución denominada “Defensa de la vida y la salud”. En esa instancia, se solicitó la liberación de las patentes de las vacunas contra el Covid-19, con el propósito de garantizar su libre acceso.

La idea de formar este bloque fue planteada por Morales un día después de su vuelta a Bolivia, luego del exilio al que se vio forzado tras la crisis política de 2019 que puso en el poder por casi un año a Jeanine Áñez. En ese entonces, el renunciado mandatario había planteado la necesidad de un organismo internacional para los movimientos sociales.

Evo Morales asiste a un congreso del partido gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), en Bolivia, el 4 de agosto de 2021. Foto: Reuters

En agosto, se definió un decálogo con los principios rectores del bloque: La “lucha antiimperialista”, el rechazo a las sanciones económicas, la defensa de recursos naturales, la redistribución de la riqueza, la descolonización y “la propiedad individual y colectiva”.

El documento rechaza “las acciones del imperialismo y el capitalismo que imponen sanciones económicas, organizan golpes de Estado y promueven el fascismo y racismo que atentan contra la soberanía de los pueblos”. También se opone al capitalismo y al comunismo por ser un “sistema fallido”.

El nombre Runasur viene de la palabra “runa”, que en quechua quiere decir “persona, ser humano”. En ese sentido, la Runasur sería una “Unasur de los pueblos” y organizaciones populares. El bloque, además de su sede central en Bolivia, tendría cuatro subsedes en otras partes de Sudamérica.

Desde su comisión técnica, se explicó que existiría un consejo de representantes, que sería la máxima instancia de decisión y deliberación, y que estará compuesta por representantes de organizaciones sociales de los diferentes países. En su reunión de este mes en Argentina, se destacó la participación de nuevas organizaciones sociales provenientes de Venezuela, Colombia, Uruguay y Chile, países que no habían tomado parte en las convocatorias anteriores del bloque.

La Runasur viene a darle un segundo aire a la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas), que nació el 2008 impulsada por Hugo Chávez, con el apoyo de otros de los entonces líderes de la región como Lula da Silva, Néstor Kirchner, Rafael Correa y el mismo Evo Morales.

Un partidario de la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, sostiene un cartel que dice "No fue un golpe, fue un fraude", durante una protesta en La Paz, el 15 de marzo de 2021. Foto: AP

La organización entró en crisis a medida que gobiernos de derecha empezaron a hacerse de las presidencias de los distintos Estados miembros: en 2017 los 12 países que la conforman no pudieron ponerse de acuerdo para elegir un secretario general, y en 2018 la situación se agravó cuando Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú suspendieron su participación y el financiamiento al bloque.

Ya el año pasado desde el gobierno de Venezuela se indicó que este sería el año en que se reimpulsaría el organismo. Mientras Unasur concentraría sus esfuerzos en la integración de los Estados sudamericanos, la Runasur serviría como plataforma regional para movimientos sociales, pueblos indígenas, afrodescendientes, organizaciones sindicales y territoriales, en miras a una integración que trascienda la coyuntura política.

Operación Rescate

Además de reunirse con el foro, Evo Morales presentó en Buenos Aires el libro “Evo: Operación Rescate. Una trama geopolítica en 365 días”, del autor Alfredo Serrano Mancilla. El libro cuenta las peripecias que vivió el exmandatario boliviano, desde que se vio forzado a renunciar a la presidencia en noviembre de 2019, y su exilio de casi un año en México y Argentina.

La presentación, realizada en la embajada mexicana en Buenos Aires, contó con la presencia del Presidente argentino Alberto Fernández, además del exmandatario ecuatoriano Rafael Correa y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.

Morales resaltó en el evento su agradecimiento para quienes salvaron su vida luego de la crisis de 2019, e indicó que el motivo central de esta fue la nacionalización del litio: “Construimos plantas para litio, para subproductos e insumos, exportamos a Brasil. En los diarios se publicaron títulos como ‘El golpe huele a litio’ o ‘Estados Unidos hizo el golpe por el litio’”, comentó.

“Quienes lo cuidamos y le dimos asilo fuimos instrumentos de la voluntad de las bolivianas y bolivianos. A Evo lo salvó su pueblo”, comentó Fernández en el evento.