El violento hecho sucedió en pleno debate del proyecto “influencia extranjera”. La moción exigiría a las organizaciones que acepten más del 20% de aportes desde el extranjero, a registrarse como firmas del exterior o enfrentar multas.

El gobierno dice que el proyecto de ley es necesario para combatir lo que llama “valores pseudoliberales” impuesto por empresas foráneas y así promover la transparencia.

El polémico proyecto ha tensado las relaciones con los países europeos y Estados Unidos, quienes han dicho que se oponen a su aprobación. La Unión Europea, que otorgó a Georgia el estatus de candidato en diciembre, ha dicho que la medida es incompatible con los valores del bloque.